top of page

Domingo 21 de mayo de 2023

Joel Soler

Actualizado: 13 nov 2023


Capítulo 82

VDLS explota

“Pues que explote, que me tienen harto con tanto secretismo.

Vaya panda de chalados, de verdad.”


Lydia me ha dicho que hoy es el día del té. Me prepararé un té para ver cómo VDLS explota.

Creo que beberé el té blanco de frambuesa y tonka que compré hace un tiempo y todavía no he estrenado. Siempre que le hablo a alguien del haba de tonka, nadie sabe lo que es. Me siento especial con ese conocimiento y disfrutando de algo que poca gente conoce.


Ah, sí, VDLS ya está hablando.

Blanco: ¿Estás seguro?

Invitado: Sí. No diré nada más hasta que me digas quién eres y que me digáis todo lo que buscáis. Entonces me lo pensaré.

Blanco: Eso no puede ser. No tan pronto. Paso a paso, Invitado…

Invitado: Deja de usar el nombre de Blanco. Eres Lila.


Durante unos minutos, nadie contesta.

Lila: Si, soy Lila, y te pido que confíes en mí.

Invitado: No puedo hacerlo.

Rojo: Este no debería ser el protocolo…

Negro: Ya que más da. ¡Lila! ¿Por qué has traído a este sujeto?


De nuevo, nadie contesta en unos minutos.

Llaman a la puerta de mi casa y, por algún motivo, no estoy nada nervioso.

Como si mi intuición me dijera quién es y qué hará, en mi cabeza se dibuja lo que ocurrirá en los próximos minutos. Tengo mucha confianza de que así será.

Abro la puerta. Mi expresión es tranquila al ver quién está al otro lado.

—Lila, supongo —digo—. ¿O prefieres que te llame Blanco?

—Ya. No pareces muy sorprendido… —dice Estrella.

—No. No lo quise procesar, pero estaba claro que eras tú. En especial los últimos días, con lo pesada que estabas con que pidiese ayuda con el calendario a más gente. Pero, incluso antes de eso, siempre intuí que eras tú.

—Pues ya lo sabes. Aquí me tienes. Lila ya te ha confirmado su identidad. Ahora… ¿Colaborarás?

—No, porque me has engañado.

—Izan, no lo tires por ahí…

—¿Un poco de té de frambuesa y tonka?

—Veo que ya no eres el Izan inseguro y tímido. No conmigo, por lo menos.

—No. Soy el Izan que está hasta los huevos. Ese Izan soy.

—¿Qué quieres que haga?

—Dime todo lo que sabes de tu grupo de coloritos chiflados.

—Más adelante. Ahora eres inestable. Te comportas de esta forma. Rojo no podría estar seguro ni confiar en mí si te lo cuento de buenas a primeras.

—Pues ya puedes sacarme de ese grupo. Yo os voy a ignorar. Ahora que sé que tengo contacto directo con uno de ellos, con Lila, ni más ni menos, ya veremos si nos necesitamos en un futuro. Por ahora, no quiero nada de esto.

Estrella mira al suelo con los ojos cerrados. Está muy nerviosa, pero no hará que me sienta culpable por eso.

—Lo siento mucho —me dice.

—¿Cumplirás tu amenaza? Va, quiero ver cómo lo haces.

—Me has obligado tú —dice, sujetando la pantalla de su móvil—. Pero quiero que sepas que, de verdad, te quería considerar un buen amigo. Ahora no creo que quieras seguir siéndolo.

Estrella está escribiendo en el grupo de VDLS.

Lila: Lo siento mucho. Estoy con el invitado en persona, y me ha confirmado que no dirá nada ni hará nada por nosotros. Yo no sé si podré sacar nada más desde mi posición, pero si alguno de vosotros le conoce o tiene los medios para investigar su calendario, por favor, que se comunique con el resto. El nombre completo del invitado es Izan Robles Vera.

Estrella me acaba de delatar. Ahora, todo ese grupo de chalados sabe mi nombre y apellidos. Por supuesto, no es algo que me sorprenda. Yo mismo la he provocado. Quería ver qué pasaba y hasta dónde llegaba esto. Muy en el fondo, quiero ver qué harán ahora que saben lo del calendario. A fin de cuentas, este grupo no es el mismo que me entrega los calendarios, ya que estos están muy perdidos en ese punto en concreto. Si se desata algún tipo de pelea entre los dos grupos, conmigo en medio, igual me entero mejor de todo esto.

Con todo eso en mente, pensaba que no me importaría que me delate. Sin embargo, reconozco que me ha invadido un vértigo casi sin precedentes cuando he visto mi nombre ahí escrito. Muchas posibilidades, a cada cual más peligrosa, han empezado a desfilar por mi cabeza.

Y, pese a todas las ideas catastróficas que me han venido, no he sido capaz de imaginar lo que vendría con las respuestas de cada uno.

Rojo: … ¿Has dicho Izan Robles Vera? Pero… No puede ser. ¡No puede ser eso! ¿Estás seguro, Lila?

Gris: Izan Robles Vera… No me lo puedo creer… El destino es algo demasiado caprichoso…

Negro: ¿Izan Robles? ¿En serio? ¿Eres Izan Robles? No me lo trago. ¡Lo que me faltaba!

Azul: Imposible. No puede ser. No. No me lo creo. No puede ser que tú seas… No. No puede ser. Ni de broma. No quiero.

Verde: ¿Todos conocéis a Izan Robles? Quiero decir… Yo sé quién es, aunque no lo conozco personalmente, pero sí sabía de su existencia. Bueno, de alguien que se llama así. Aunque seguro que lo conozco por motivos distintos a los de cualquiera de vosotros.


Miro a Estrella, confuso, y también abrumado.

—Oye… ¿Qué significa esto? ¿Es una broma? ¿Es algún truco para confundirme? ¿Les has pedido que reaccionen así? ¿Me estáis tomando el puto pelo?

—No… Yo me he quedado igual que tú. Pensaba que ninguno te conocía. Yo tampoco sé quiénes son, salvo Rojo, pero no sé de qué te conoce —Estrella se queda pensando—. Aunque, bueno, ahora que lo pienso…

—Ahora que lo piensas, ¿qué? ¿Quién es Rojo?

—No conozco su nombre real. Siempre ha venido a mí con el nombre de Rojo. Es calvo, con barba, mide más o menos como tú, viste con polos de color rojo y pantalones tejanos, siempre… ¿Te suena de algo?

—No. No conozco a nadie así. Un amigo mío conoció a alguien llamado Rojo, pero ahora no puedo hablar con ese amigo, así que…

—Pues es todo lo que te puedo decir.

—¡No! Dime qué sabes. ¿Por qué me conocen todos esos? ¡Encima todos! Y uno ha dicho que su motivo seguro que es distinto. ¿Todos me conocen por cosas distintas?

—¡No lo sé! ¡Lo siento! Yo tampoco entiendo nada… No sé si es casualidad, no sé si todo está relacionado, no sé si me están engañando incluso a mí… ¡No sé nada! Lo siento, ¿vale?


No puedo sacar nada más de Estrella, así que me voy a mi ordenador.

Invitado: A ver, panda de tarados. El que me conozca, o sea, TODOS, que me diga de qué.

Rojo: No podemos hacer eso. Podría delatarnos.

Invitado: No sabes lo poco que me importa eso. Pero, si no lo podéis hacer en vuestro puto chat sectario, por lo menos poneos en contacto conmigo. Me mandáis un mail, una carta, venís a mi casa, me llamáis o lo que sea. Quiero saber por qué me conoce cada uno de vosotros.

Rojo: Yo no lo haré. No por ahora. Necesito procesar esto… Tú no deberías meterte en nada de esto, Izan.

Azul: No puede ser… No puedes ser tú… No me lo creo… Me tengo que desconectar.

Gris: Estoy cansado como para perseguirte… No debería ni estar aquí. Tú tampoco.

Negro: De mí tendrás noticias más adelante, pero ahora ni puedo, ni quiero.

Verde: A mí no me importa decírtelo, pero es que no quiero que esto me acabe delatando. Quiero estar tranquilo. Ni siquiera confío demasiado en este proyecto. Pero tú no te preocupes por mí, que creo que, o no me conoces, o no te importo una mierda.


—Vete —le digo a Estrella.

—¿Podemos quedar otro día? —me dice.

—No. Vete. No quiero saber nada de ti. No me compensa hacerle daño a Lydia por hablar con una persona que le jodió la vida, si esa persona empieza a joderme a mí también. Tenía que haberle hecho caso a mi amiga, y no a ti.

Estrella agacha la cabeza. Creo que tiembla. Creo que quiere llorar. No solo no me importa, sino que creo que lo estoy disfrutando. Quiero que llore. Pensar así me recuerda a cómo era antes, hace unos años… ¿Pero no tengo derecho después de lo que me ha hecho? Me ha engañado y me ha puesto en peligro. Pues llora si quieres, pero lárgate.

Me quedo solo. Apago el ordenador y me hago un segundo té, esta vez para calmar la ansiedad. Desperdicio todo el día porque no paro de comerme la cabeza con quién es cada uno de los colores. De qué me conocen todos, y cómo eso podría ponerme en peligro.

Ignoro a Liam. Hoy no puedo jugar con él. Ignoro a Lydia, que me pregunta por la explosión, pero si ahora le cuento esto… Creo que acabaré del todo abrumado con su posible reacción. Por desgracia, ignoro incluso a Abril, que dice que volverá a su casa hoy por la noche. No me veo con fuerzas para contestar, aunque me muero de ganas.

Antes de irme a dormir, recuerdo que hoy salía el tercer relato del zodíaco. Géminis, si no me equivoco.

De primeras, no quiero leer, porque hoy no tengo cuerpo para eso, y porque Nora es géminis, así que no es el relato que más me apetece.

Pese a todo, al final acabo cediendo y me pongo a leer.


Claro… Le pega a ese signo. A Nora le gustaría, aunque ella lo retorcería todavía mucho más. No sé si es el que más me ha gustado hasta ahora porque de verdad me gusta más, o porque ahora mismo estoy roto, y este ha sido menos alegre y más turbio que los dos anteriores.

Qué sé yo. Solo quiero dormir, pero no puedo. Intento pensar en quién es cada uno de los VDLS.

Tengo una definición física de Rojo, pero no es suficiente. Ha perdido la confianza en sí mismo y todo. Sin embargo, podría tirar de algún hilo y acabar llegando a él. Eso espero. Aunque, si tiene que ver con las cosas de Frank… Me da un poco de miedo. ¿Ha sido él quien ha dicho lo del destino, o ha sido Gris? No me acuerdo. No me quiero asomar ahí todavía.

Con Gris no tengo muchas esperanzas, y estoy confuso. Parece alguien cansado de la vida, y dice que no me quiere perseguir. Parece que todo le da igual, pero mi nombre le ha impresionado. No tengo ni idea de cómo tomarme eso.

Negro ha reaccionado fatal. Dice que acabará apareciendo. Con este en concreto tengo una ligera intuición de quién podría ser, pero tengo que pensarlo mucho mejor.

Para Azul necesito pensar muchísimo más. Parecía el más conciliador, pero ahora parece el más devastado. No consigo ni imaginar quién puede ser.

Y Verde ha sido rarísimo. Tengo que pensar en quién me conoce a mí, pero sin que eso implique nada especial, como si fuera pura rutina, como si hubiera visto mi nombre en un archivo y tuviera que seguir adelante con su vida sin que yo le suponga ningún suceso relevante. Dice que casi seguro que no le conozco. A saber.

Estoy perdido. Estoy muy perdido…








54 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Epílogo y texto final

Epílogo: Más allá del calendario Este es el final de la historia. La historia que Izan ha vivido durante todo un año. La historia de doce...

Jueves 29 de febrero de 2024

Capítulo 366 Todos miramos a Oliver. Su frase se ha quedado a medias. —¿Oliver…? —pregunta Anna. —¿Qué? —pregunta él, con una expresión...

Miércoles 28 de febrero de 2024

Capítulo 365 A (Parte 1) CDLS al completo en el templo “Eso no ocurrirá. Y ya no importa de quién sea la otra letra. Acabaremos hoy, pase...

Comments


bottom of page