Las fichas serán publicadas una vez por domingo. Puedes acceder a toda la lista aquí. Nombre y apellidos: Hugo Marín Arroyo Edad: 48 años Cumpleaños: 15 de mayo Profesión: Contable Altura: 1,74 m Descripción física proporcionada por Izan: Espera, espera… ¿Hay que hablar de Hugo? ¿En serio? No me jodas… Bueno, a ver. Hugo tiene cara de oler a mierda. Siempre está mirando mal, así que ese es su rasgo principal, los ojos chungos esos que tiene. Tiene cuarenta y pocos o cuarenta y medios, pero aparenta más. De esas personas que tú las ves y dices: está consumido por la vida. Sin embargo, pega buenas hostias. Tiene el pelo con varios tonos, así como mezclados. Es de esos castaños que tienen como trazas más rubias y otras más morenas, y algunas también un poco canosas. De hecho, creo que muestra bastantes canas para su edad. Opinión de Izan sobre el personaje: Mi mejor amigo. Si en el mundo solo existiera él, me refiero. Sería el mejor y el peor. Más tirando al peor. ¿Qué quieres que te diga de Hugo? Me tiene manía y no sé ni por qué. Al principio era uno más de la oficina, pero empezó a hablarme mal de golpe, como si tuviera algo personal contra mí. Yo no recuerdo haberle hecho nada. Y bueno, viendo cómo trata al resto, está claro que es un amargado crónico. Tiene sus mierdas personales que le hacen sufrir y eso, no digo que no, pero joder… ¿Por qué la tiene tomada conmigo de esa manera? ¿Por qué es tan extremadamente borde? Es que me apetece tratarle mal, de verdad. Es de las pocas personas que sacan mi lado más feo por el mero hecho de existir… ¡Y encima me pegó una paliza que todavía me duele de recordarla!
Opinión del personaje sobre Izan: … No tengo ganas de hablar de ese. ¿Para qué? Tengo que soportar su presencia en el trabajo. Punto.
Ya, ya sé que le tuve que pegar, pero no me quedó otra. Siempre toca temas que no debe, y está claro que tiene un problema conmigo. Me trató mal desde el primer momento. Es idiota, toma malas decisiones… Está claro que todo está mal con ese chico.
Mira, no sé, después de pegarle el otro día, procuro no meterme mucho más con él, porque a saber lo que hace… Pero preferiría que deje de mirarme de una vez y que hagamos como que el otro no existe. Fin.
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