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Nombre y apellidos: Flora Abad Moreno Edad: 9 años Cumpleaños: 10 de agosto Profesión: Estudiante de primaria Altura: 1,26m
Descripción física proporcionada por Izan:
Pues una enana, no sé. Suele llevar dos coletas así abultadas, y a veces se las trenza. El color del pelo es rubio, o más bien castaño clarito. Ha salido más a su padre en ese aspecto, más rubia. La madre es muy morena. Así el padre no podrá hacer la clásica broma de “es hija de mi mujer, mía ya veremos”. Y bueno, en la cara tiene como unas pequitas muy sutiles por la zona de la nariz. Creo que es el tipo de persona a la que la cara se le pone roja por secciones así sin motivo. Suele llevar complementos con temática de flor, cosa que me sorprende. Es decir, ¿sus padres le compran estos caprichos? No les pega nada.
Opinión de Izan sobre el personaje:
La persona más lista del edificio es también la más pequeña. Ese sería el mejor resumen para Flora, la verdad. Yo no sé cómo se lleva con el resto de vecinos, pero a mí me ha fichado como alguien que debe ser a ratos su socio, y a ratos su discípulo. Es muy creída, muy arrogante, muy observadora, muy inteligente y muy ingeniosa. Me reiría más con ella si no fuera porque suelo ser víctima de sus momentos de pisotear al resto de la humanidad. Por eso me da mucha pena que una persona con tanto potencial desde tan temprana edad, tenga unos padres tan asquerosos y que la tratan tan mal. Ojalá pueda hacer algo al respecto.
Opinión del personaje sobre Izan:
¡Mi socio! Pues mira, aunque hay gente más joven que él en el edificio. O sea, sin contarme a mí. Bueno, me refiero a los tres raritos de abajo. Aunque estén esos, yo me entiendo mejor con Izan. Porque mira, con los viejos como que no, ni con el doctor, que tanta sonrisa me da mala espina. Pero los raritos tampoco me entienden, son condescendientes y demasiado inmaduros. Izan, bueno, todavía tiene que aprender mucho más de la vida, pero no va mal encaminado. Me sabe escuchar y no asume tonterías por ser una niña de nueve. La verdad es que Izan tiene suerte de tenerme como vecina, así yo me encargaré de enderezarle un poco… ¡En más de un sentido!
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