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Martes 28 de marzo de 2023

Joel Soler

Actualizado: 11 oct 2023


Capítulo 28

Pruebo una bebida rara

“A ver cuantas veces me habla hoy Lydia para decirme

que no tome cosas que me ofrezca la gente extraña.”



El día en la oficina ha sido un poco más tranquilo que el de ayer, pero yo sigo teniendo muy mal cuerpo por todo lo que está pasando. Aunque lo que más me gustaría es volver a casa y olvidarme de todo, hago una parada en la cafetería que Estrella frecuenta los martes.

—¿Hoy también tienes prisa?

—Es posible que me tenga que ir en pocos minutos, sí —contesta ella.

—Entonces podemos hablar sobre mi energía rara antes de que te marches, ¿no?

Estrella sonríe con los ojos cerrados.

—Sí, tienes razón. Perdón por decirte eso hace días y no hablarte de ello como es debido. Ya te dije que no tenía muy claro lo que pasaba.

—Me da miedo destruir a inocentes con mi energía maligna —digo pretendiendo hacerme el gracioso, pero muriéndome de vergüenza justo después.

—No es negativa necesariamente, perdona si te he hecho creer lo contrario —dice mientras me sujeta una mano—. Escucha… Yo noto energías de una forma abstracta. Son como brillos, ¿sabes? Hay gente que manifiesta su forma de ser, sus intenciones e incluso, a veces, su destino, con esta clase de energías. No es algo absoluto, pero sí puede ser un motor que impulsa muchas de tus decisiones o emociones. Tu energía, Izan… Está sobrecargada. Algo en tu destino tiene un peso que se desmarca del resto de las personas…

Los dos nos quedamos callados, así que intento decir algo, pero me he bloqueado del todo.

—¿Es algo peligroso o…?

Ella sacude la cabeza a modo de negación y también para despejarse.

—No. Lo siento. No he querido decir eso. Esto son solo mis interpretaciones. No me tienes que hacer mucho caso. Yo quería hablar contigo, Izan, para saber si tú eres consciente de todo esto. ¿Hay algo inusual en tu vida? Suena raro, pero… ¿Algo que te resuene si te digo que puede afectar a tu destino?

Bueno, está claro qué es lo inusual que marca mi destino, pero no sé si contárselo o no. Aunque se me ha ocurrido una idea…

—Algo sí que hay.

—Eres libre de contármelo o no.

Ante la mirada confusa de Estrella, le pido un bolígrafo a la camarera y escribo algo en una servilleta.

—¿Qué has apuntado?

—Es como un truco. Me ayudará a explicarte mejor lo que creo que me pasa…

—Qué curioso —me mira y sonríe algo más relajada—. ¿Sabes? No sé qué pasa, pero acabo de ver un cambio en ti. De repente te veo algo menos nervioso. Y creo que confías más en mí. Muchas gracias.

—Yo no sé leer las energías, pero la tuya me ha hecho sentirme cómodo hoy.

—¿Y qué es lo que has apuntado?

—Dime algo primero. ¿Sabes cuánto rato más estaremos aquí?

—Creo que me iré en un cuarto de hora.

—Esperaré un poco.

—Como quieras. Mientras tanto, te invitaré a tomar algo. De hecho… La chica que trabaja aquí los martes es amiga mía, y hay una bebida que solo prepara cuando estoy yo. Es una poción mágica… —me dice con una voz teatral, pero sosegada, moviendo los dedos como si me contase un cuento—. Es una receta que inventé yo y que ella prepara aquí. Es útil contra el estrés y las malas energías, y creo que cuando has llegado aquí, arrastrabas algo de eso de tu trabajo, ¿no?

—Sí, no lo sabes tú bien…

—¿Quieres probar?

—Por supuesto. —Después de contestar, imagino la cara de Lydia, lo que me obliga a preguntar una cosa más—. No es droga, ¿no?

—¿Qué? —Estrella empieza a reír.

—Perdón, por asegurar.

Mi acompañante pide la misteriosa pócima y yo aprovecho el rato de espera para mostrarle lo que he escrito en la servilleta. Ella lo mira y luego lo lee en voz alta para asegurarse.

—Me ofrecerás una bebida rara…

Se queda callada, reflexionando y mirando el papel, como si esperase que las letras fuesen a moverse o a desaparecer.

—Izan… ¿Cómo has hecho eso?

—Sí que hay algo inusual, con un gran peso y que marca mi destino… No se lo estoy contando a nadie porque no quiero que la vida de la gente gire en torno a mi problema, y porque es un tema que casi nadie creerá. A mi mejor amiga le tomó muchos días creérselo del todo. Pero creo que te lo puedo contar a ti. Tú sí me creerás, y puede que incluso tengas los conocimientos necesarios para ayudarme con esto. No lo tengo aquí, pero quiero mostrarte un objeto —Estrella escucha en silencio—. Un calendario. Quiero que quedemos para poder mostrártelo.

—¿Un calendario? No entiendo lo que me quieres decir. ¿Usas un calendario para predecir el futuro?

—Lo has definido bastante bien.

—¿Hoy ponía que yo te invitaría a una bebida extraña?

—Ponía que probaría una bebida rara. Lo de que me invitarías lo he sacado por contexto.

—Pero eso es…

No es la primera vez que pasa. El teléfono de Estrella interrumpe su frase. Ve el mensaje y se levanta de golpe. Antes de decirme nada, maldice casi en silencio. Ella no se quiere ir, pero parece que algo mucho más fuerte que ella la empuja.

—Lo siento.

—Te tienes que ir a toda velocidad.

—Sí… —dice con los ojos muy cerrados, incómoda con la situación.

—Si estás aquí el viernes que viene…

—El viernes imposible. El martes intentaré estar aquí —me dice mientras recoge sus cosas—. Gracias por entenderlo. El martes que viene me lo cuentas con todo lujo de detalles, ¿vale?

—No te preocupes. ¡Hasta la semana que viene!

Estrella se va a la velocidad de una estrella fugaz. ¡Claro, de ahí el nombre!

… Bueno.

La camarera me trae la pócima de la bruja. No está mal de sabor. Noto como me calma, pero no sé si porque es mágica o porque me dejo sugestionar con facilidad.

Mientras bebo el brebaje, pienso que enseñarle el calendario a Estrella la semana que viene implica que se lo estaré enseñando en abril, un mes donde todavía no puedo saber si tendré hoja del calendario o no. Si no hay nada nuevo, no podré seguir demostrándole a Estrella como se van cumpliendo las predicciones, pero seguro que me creerá si le cuento todas las vivencias de este complicado mes que ha sido marzo para mí.

Después de terminar la bebida, miro el móvil sabiendo qué mensaje me voy a encontrar.


[Lydia. 18:53]

¿Has bebido ya algo raro?

NO HA SIDO DROGA, NO?

Que no me entere yo…

Si estás drogado, manda ubicación

Te voy a buscar

[Izan. 19:09]

Tranquiiila…

Ha sido una bebida para rebajar el estrés

O algo así.

[Lydia. 19:13]

PERO QUÉ SUERTE

Yo quiero una

¿Y de dónde has sacado eso?

[Izan. 19:15]

Es una receta de Estrella.


Han pasado algunas horas. Ese último mensaje creo que se quedará en leído. Si Lydia tiene un problema con Estrella hasta este punto, tal vez sea el momento de enterarme de lo que es, porque si acabará sabiendo lo del calendario, querrá decir que Lydia y Estrella serán mis únicas aliadas en todo esto por el momento… Y si eso es un problema para Lydia, o la propia Estrella es un problema, entonces quiero enterarme ahora y no cuando sea demasiado tarde.

Yo solo quiero que alguien me ayude a sobrellevar esto…









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