Capítulo 306
Fin de año y… Miedo
“Miedo tengo siempre. ¿Más miedo todavía?
¿2024 pintará incluso peor que este terrorífico 2023?”
Último día del año y lo empiezo trabajando. Siendo una cafetería que vende cosas que pueden valer para la cena de Nochevieja, tampoco es de extrañar. Este jefe, además, pinta que no cierra nunca.
En un momento de descanso, aprovecho y le mando un mensaje a Liam, por si quiere venir a la fiesta a tomar las uvas al local de Julia. Por lo visto es ella la que organiza todo, y pretende que seamos un montón y que todos traigamos a tantos amigos como queramos. Yo no tengo mucha gente a la que invitar, así que traeré a Liam que, milagrosamente, acepta.
Primero se organiza una cena, a la que vamos la mitad de los invitados (ya que el resto prefiere cenar con su familia, o ya se habían comprometido), y luego, antes de las uvas, vienen los demás. Algunos incluso vendrán después de las uvas. El plan es bailar y beber todo ese rato y aguantar lo máximo posible, hasta poder comer churros con chocolate a la mañana siguiente. Un plan clásico, pero funciona.
En la cena estoy bastante callado, porque otros hablan muchísimo, y yo no tengo la cabeza muy fina. Entre las once menos cuarto y las once y media, empiezan a llegar los que faltan. Hay como cincuenta personas, y conozco apenas a quince.
Están Lydia, Frank, Alex, Anna, Liam, Oliver, Eric, Iris, Abril, Julia… Encima, Eric ha invitado a Elías, y Alex, por lo visto, ha invitado a Aaron, Gemma y Pol. Dos personas que faltan son Estrella y Serena. En el caso de Estrella, creo que no quiere perder ni un minuto de investigación con Nero y los tomos de Olivia. En el caso de Serena, ya hace tiempo que no viene.
El resto de los presentes son personas que me suenan o que no conozco de nada. Amigos de amigos, supongo.
Sobre las once y poco, empiezo a socializar algo más y tengo mini conversaciones con algunos de los presentes.
Alex y Lydia ya están borrachos, e intentan que yo me emborrache, sabiendo el peligro que tiene eso. Yo, por ahora, me estoy resistiendo. De hecho, es Frank el que me protege todo el tiempo de los intentos malvados de los otros dos.
Cuando quiero estar más tranquilo, me acerco a Liam y le cuento cotilleos de alguno de los presentes, o le digo “mira, ese es el que te dije que…”
Eric y Elías también están borrachillos. No paran de hacerse los graciosos. Elías ríe muy fuerte y da manotazos en la espalda, y Eric se pone dramático con el trabajo y con que Iris no aprueba su actitud borracha. Ella solo lo mira con una sonrisa tranquila. No la escucho hablar en todo el rato.
Aaron, Gemma y Pol también se acercan a mí, en especial Aaron, que intenta que baile y haga el tonto, pero siempre los consigo esquivar. Pol solo se acerca a bailar conmigo cuando ponen una música medio rara que es tranquila pero drogada al mismo tiempo. No sé. Es Julia la que controla la música, y hay de todo.
Veo que Alex salta de grupo en grupo y que se intenta ligar a varias chicas. Por el momento no ha tenido mucho éxito, pero alguna lo mira con interés. Me parece que está atacando a todas menos a Abril, Anna e Iris.
Me quiero acercar a Anna, pero la veo muy feliz, bailando con un grupo amplio de gente, que se dedican a molestar a Oliver para que baile. Lleva el pañuelo amarillo, así que hoy prima el hacer el tonto y pasárselo bien.
Por otro lado, Abril está sola a un lado, cerca de la bebida. Tiene muy mala cara. Decido acercarme a ella.
—Abril… ¿Estás bien?
—¿Qué dices tú? ¿Te parece que podría estar bien? —pregunta, con voz de llevar como ocho copas encima.
—Oye, estás un poco mareada, ¿no? Ven, te acompaño a la silla.
—Claro, para luego pegarle una patada a la silla y dejarme sentada en el suelo, ¿no?
—¿Qué…?
—¿Te ha dicho tu calendario que me hables, o no tengo turno todavía?
—Oye, no digas eso…
—¿Cómo que no? ¡A ver, cuál es la predicción de hoy! Dime, va.
—Abril, cállate. No levantes tanto la voz.
—Pero si nadie me oye por la mierda de música esta que pone Julia. ¡Oye, Julia, guapa! ¡Pon algo que no sea una puta mierda, anda!
—Madre mía… Ven, te llevo a la silla.
—Mejor vete con Anna, que huele mejor que yo.
Se me paraliza el corazón. No esperaba que me dijera algo referente al olor. Yo no le he dicho nada de eso, y tampoco se puede saber solo con observación. Pero Abril acaba de hacer referencia al olor… No estoy loco, ¿verdad? Lo ha hecho.
—Oye, Abril…
De repente, la música se detiene.
—¡Gracias! —dice Abril.
Al girarme hacia Julia, veo que está hablando con Lydia y Oliver. Varios de los presentes preguntan qué pasa. Ellas no parecen querer decir lo que pasa, pero, al final, ceden.
—Lo siento… —dice Lydia—. Es que hemos llamado a Serena para felicitarle el año y darle ánimos con lo suyo, y… Me ha contestado su novio, que dice que el embarazo se ha complicado muchísimo y que están en el hospital.
—¿Cómo que se ha complicado? ¿Qué ha pasado? —pregunta Anna.
—Dicen que podría parir en los próximos días… —dice Oliver, bajando del podio de la música y sentándose en una silla, mareado.
Algunos reaccionan con preocupación. Otros no saben lo que implica eso.
—Lleva poco más de ocho meses —dice Julia—. Habíamos calculado que saldría de cuentas en la última semana de enero. Se ha adelantado un poco.
Al parecer, ya llevaba un tiempo encontrándose mal, y por eso no venía nunca.
Julia pide perdón por haber quitado la música, pero no lo ha podido evitar al enterarse. No querían cortar el ambiente de la fiesta. Ahora todos están tristes y preocupados.
Mientras hablamos sobre el tema, escucho de fondo a uno de los desconocidos diciendo “Eh, ¿se le ha caído a alguien esto?”, pero no hago mucho caso de primeras.
Segundos después, veo que eso que se le ha caído a alguien, está generando bastante interés.
—¿Qué es esto? —pregunta Eric.
—Anda… La que se va a liar… —dice Aaron.
—Sale mi nombre varias veces —dice Oliver.
Yo estoy algo alejado, pero me empiezo a acercar poco a poco al tumulto.
Liam sale de entre la multitud y viene corriendo hacia mí con la cara desencajada.
—¿Qué pasa…? —pregunto.
—Ven, corre. Es… Es lo tuyo. Lo… Eso.
Liam no consigue comunicarse, pero señala hacia el tumulto. Yo también me bloqueo, pero Lydia, Frank y Alex ven la escena entre Liam y yo, y corren por mí.
—Mierda… —dice Lydia.
—No me jodas… —dice Frank, justo después.
—Venga ya… —dice Alex, casi al mismo tiempo.
—¿De quién es esto? —pregunta Julia, levantando el objeto que está interesando tanto a todo el mundo.
Solo con verlo de lejos, ya sé lo que es, pero no me lo quiero creer.
Es el calendario de enero. Alguien lo ha dejado en el suelo mientras todos estábamos distraídos con la noticia de Serena.
Eric mira con mucha atención el calendario, y luego me mira a mí. Creo que ha pillado que esa tiene que ser mi letra.
Yo estoy bloqueado. No me puedo mover, ni puedo pensar, ni puedo hacer nada.
Lydia corre y le quita la hoja a Eric.
—Vale, no hay nada que ver aquí.
—¿Qué es eso? —pregunta Eric.
—Es mío —dice Lydia, medio borracha y con poca credibilidad—. Pero nunca te diré lo que es, porque soy muy críptica.
—Tu nombre sale como si otra persona hablara de ti —dice Eric—. Pone que vuelves al trabajo.
—Es un juego —dice Alex—. Lydia y yo hacemos apuestas la mar de raras. Son como retos, y ahora le he dejado aquí la hoja para que la descifre, pero está borracha y no la ha encontrado ni sabe qué hacer ni nada.
—Ni nada, ni nada… —añade Lydia.
—¿Un juego? —pregunta Eric.
—Que sí, hombre… Un juego —dice Lydia—. ¿Me meto yo en tus juegos locos con Iris?
—¿Qué juegos locos?
—No sé —dice Lydia, más mareada que otra cosa—. Hostia… Hoy no sé si podré comerme las uvas al ritmo de las campanitas, sinceramente.
Alex acompaña a Lydia a una silla, y Julia intenta animar otra vez la fiesta poniendo música.
—¡Venga, que faltan ocho minutos para las uvas! —grita Julia—. ¿Estamos todos listos?
Poco a poco, la gente pierde el interés en lo del calendario, pero Eric está muy molesto. Algunas veces cruzamos miradas y, cuando eso pasa, yo lo esquivo lo más rápido que puedo, pero vamos, que canta un montón.
Los que saben lo que pasa me apoyan, aunque alguno se ha quedado incómodo a un lado, como Aaron o Abril. Los que no saben nada… ¿Qué pensarán? Quiero pensar que la mayoría ya no está pensando en nada, pero… Eric sí. Sé que él sí. Joder, si hay, como mínimo, una predicción que suena fatal para él, que dice que Iris tiene miedo.
El que haya puesto esa hoja ahí se ha lucido.
No ha sido Frank, ¿verdad? Incluso aunque esté ocultándome cosas, no me habría expuesto así…
¿Puede ser alguien del grupo del ex de Nora? ¿O es que el ex de Nora está aquí? ¿O tal vez la otra persona que está involucrada en esto? Y… ¿Esa persona ha traído el calendario para dejarlo ahí, o lo ha dejado en otro sitio y una tercera persona lo ha encontrado y lo ha tirado al suelo? Son muchas posibilidades, y no puedo pensar con claridad.
—¡Venga, que ya son las uvas! —grita Lydia.
—¡Todos a desear algo para el 2024! —dice Anna.
—¡Lo que está sonando ahora son los cuartos! —grita Elías—. Que nadie se vaya a confundir. ¡Va por ti, Izan!
—Ja, ja… Gracias por el aviso —digo, y tiene gracia, porque esa será mi última frase del año.
Ya son las campanadas. Nos empezamos a comer las uvas.
Una, dos…
No sé cómo me irá este 2024, pero temo que ese sea el último año de mi vida. No sé si moriré, o si dejaré de vivir la vida que conozco, si perderé a alguien… No lo sé.
Tres, cuatro…
Tampoco soporto que la persona que ha traído el calendario, lo haya hecho delante de todos. ¿Qué habrá generado en mi entorno?
Cinco, seis…
Ahora Eric no se fía de mí, y puede que pase lo mismo con algunos más… Que, encima, no sé cuánto han leído cada uno, o qué han interpretado.
Siete, ocho…
Muchos miedos y muy pocas certezas. Me da igual el resto del año, porque ahora, lo que importa es cómo me irán los dos primeros meses del año.
Nueve, diez…
Enero y febrero están aquí, para despedir el calendario de una vez por todas. Ahora, a luchar contra la hoja de enero, y ya solo quedará una.
Once, doce…
Con esta última uva, se va el año más largo y más corto de mi vida. El año más intenso. El mejor en algunas cosas, el peor en otras…
Feliz año.
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Antes que nada, quiero desearte una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. No puedo creer que haya pasado un año. Te aconsejaria que tomes un momento para reflexionar sobre todo lo que has logrado, como mencioné a finales de octubre.
Honestamente, no esperaba que la trama con los "S" se resolviera antes de fin de año y que no estuviera relacionada con el calendario. El proyecto Esmeralda, en mi opinión, fue el capítulo más informativo y complejo. Junto con el día siguiente, lograste cerrar un arco importante con numerosos giros sorprendentes. Al principio, elementos como que de Dana y Estrella estuvieran cerca parecían muy convenientes, pero más adelante cobraron sentido. Aparentemente, no se te escapó ningún detalle, y el…