Capítulo 250
Más datos, y algo más
“Será verdad que las predicciones de noviembre son las menos específicas de todas…”
Lo pillo. Entiendo la predicción. La clave del día no son los datos. La clave del día es el “algo más”.
Estrella ha venido a casa y me ha dado más datos sobre su investigación. Dichos datos son:
1.
Estrella volvió a hablar con el maestro Nero y le contó algo más sobre el calendario, aunque sin explicar toda la historia al completo. Lo que Nero ha dicho es que le gustaría conocerme. Está pensando en venir él mismo hasta aquí para tener ese encuentro. Por mí, genial. Estaría feo que un tipo quiera conocerme, pero me haga desplazarme unas… No sé. Vete a saber cuánto se tarda en ir desde aquí hasta Galicia.
2.
Ocho horas, o más. Estrella dice que se tarda eso. Joder… Eso también es un dato.
3.
También ha conseguido algunos datos de la investigación de la señora Salma. En realidad, me los ha contado, y me he quedado un poco igual. Habla de propiedades, de ancestros, de energías, de cosas que resuenan…
4.
Está formando simulaciones sobre cómo serían hechizos combinados (con lo que ella sabe) para crear algo parecido a mi calendario. Si bien no ha encontrado nada todavía, dice que está segura de que mi calendario es una mezcla entre, como mínimo, dos hechizos. Que lo más probable es que Olivia esté experimentando para comprobar los límites y las compatibilidades. Eso último es una teoría, y me genera preguntas como… ¿Por qué mierdas tiene que experimentar conmigo esa bruja asquerosa?
Esos son los datos. Como todavía no hay nada definido, no le puedo dar tanta importancia como seguramente merece. Soy malo absorbiendo este tipo de información.
Lo que sí me llama la atención es el “algo más”. Espero que la Lydia enfurecida del veintiuno no sea por esto, porque no le gustará que piense esto…
Lydia ha venido por sorpresa a mi casa. Tiene tiempo libre y quería ver qué pasaba con eso de los datos y el “algo más”. Le llamaba la atención la predicción.
Entonces… Claro. Lydia y Estrella en el mismo sitio. Ahora Lydia la tolera un poco más, está más abierta. Y, a ver… No sé cómo explicar esto. Me costaba estar atento a los datos que Estrella lanzaba, porque estaba más atento al “algo más”. Estaba más atento a cómo Lydia miraba a Estrella mientras explicaba. O sea, saltaban chispas, por así decirlo. Nunca he visto a Lydia así en la vida, y pensaba que la conocía más que bien. Además, el tono con el que Lydia se dirigía a Estrella para preguntarle cosas era… No sé, muy diferente. Menos severo, incluso un poco más agudo. Mucho más amigable. Es con esos tonos que ha sido el turno de Estrella de poner ese tipo de caras. Me ha parecido que se sonrojaba y todo.
En resumen: me he hecho fan de ellas dos como pareja. Lo declaro aquí mismo.
Bueno, lo declaro en mi cabeza. Lo declararía si mi vida fuera una historia narrada, para que lo sepan los lectores. Pero no lo voy a declarar delante de Lydia, todavía.
—Oye, ¿qué es el “algo más”? —pregunta Lydia, cuando Estrella ya se ha ido.
—Pues ahora no sabría decirte —miento—. A lo mejor viene después.
—Vendrá cuando yo ya no esté, ¿qué te juegas?
—La vida es así.
Consigo hacerme el tonto hasta el final.
Por la noche me pregunta, por escrito, una última vez. Le digo que he escuchado ruidos y que he buscado si había una nota o algo, pero que no he encontrado nada. Que el “algo más”, a lo mejor, era mi paranoia. Me siento un poco mal mintiendo de esta forma, pero es que se tomaría fatal que le diga lo que realmente es. Tal vez en futuras interacciones… Tal vez, si veo que ya no se puede negar… Tal vez, solo tal vez, sería hora de que Lydia admita que todavía está enamorada de Estrella.
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