Capítulo 40
Liam habla de su pasado
“Mira que me extraña… ¿Lo hará mientras juega o querrá hablar más en serio?”
No puedo pensar en otra cosa que no sea lo de ayer. Cuando Liam me quiera hablar, que me hable. Yo ahora solo puedo estar tumbado en la cama mirando el techo y pensando en lo mágico que fue el día de ayer.
Siendo domingo, debería de estar más preocupado por si me hablan los chalados del VDLS, pero es que me da igual. Que me hablen si quieren y si no, pues no.
Abril me habla poco porque hoy tenía plan, pero me ha mandado una foto delante de un espejo con el puño frente a su cara para mostrarme como ha salido a la calle con la muñequera puesta.
Con Liam paso algún rato jugando, como cada domingo. También hablamos con la gente de la cueva. Yo le he contado por privado lo de mi cita de ayer, y su respuesta ha sido:
[Liam. 12:32]
Cita significa… ¿Jugar menos?
Él siempre con lo suyo. Los videojuegos por encima de todo. El problema que tiene Liam es que quiere jugar demasiado, y llega incluso a mostrarse cabreado si no respeto nuestro horario de domingo.
Conocí a Liam jugando online, en una partida memorable por equipos en la que los dos íbamos con gente bastante mala o que no se tomaba en serio el juego pese a que esa partida definiría una gran cantidad de recompensas. Liam y yo nos coordinamos como dos profesionales y le dimos la vuelta a una batalla que parecía perdida hasta el último segundo. La emoción del momento hizo que hablásemos por mensaje privado dentro del juego, sin muchas esperanzas de que eso fuese más allá, pero al final terminó siendo mi compañero de juegos de los domingos. No lo conozco en persona ni sé casi nada de su vida, pero es mi amigo y nos entendemos muy bien. Y es tan bueno como yo en casi todos los juegos.
Después de prepararme la comida, veo que he hecho mucha cantidad. Cuando eso pasa, suelo compartirla con mi profesor. Él vive solo y a veces le pasa lo mismo. Lo hizo una vez por mí, yo lo hice por él, y se convirtió en una especie de tradición. Los de la cueva están charlando y enviando memes indiscriminadamente, así que ahora mismo tampoco soy imprescindible ahí.
Al darle la comida al profesor, me pide que coma con él. Yo acepto.
—Pues resulta que el otro día la vecina de abajo le echó la charla a los LuLu —me dice en voz baja como si protegiera un secreto de estado.
—¿La vecina de abajo? Espera, espera… ¿Te refieres a la señora Ángela?
—Así es. La persona más tranquila y afable que conocemos también ha terminado hasta la coronilla de esos dos.
—¿Qué les dijo?
—Sin ánimo de ser un cotilla…
—… No, por supuesto, usted no es nada cotilla —le miro con una sonrisa cómplice que él me devuelve.
—Le dijo a su marido que les dijera algo, que con esos gritos no se podía vivir, y que qué vergüenza que traten así a una niña pequeña.
—Y el señor Santiago no le hizo ni caso a su mujer, ¿no?
—Parece que no. Lo de ese hombre no lo entiendo… No habla, no hace nada, no quiere nada.
—¿Entonces fue la señora Ángela a hablar con ellos? ¿Y cómo se lo tomaron los LuLu?
—No me enteré mucho, pero, por lo que sé, al principio parecían avergonzados por los gritos y, cuando salió el tema de la hija, entonces Lucía se puso echa una furia. Que qué tenía ella que decir de su hija, que si la volvía a insultar así tendrían problemas…
—Qué miedo me dan esos dos dementes, de verdad…
—Habrá que hablar con el presidente, porque todos los vecinos tenemos quejas ya con los nuevos. Tú nos apoyarás, ¿verdad?
—Por supuesto, profesor —y lo digo con tanta tranquilidad porque, aunque me quieran hacer algo, tengo el escudo protector de Frank, así que ningún problema por poner al de abajo en su sitio.
Después de terminar la comida, vuelvo a casa y me asomo a la cueva. En ese rato de ausencia se ha liado muchísimo todo. Hay una discusión que ha durado toda mi hora de comer.
Por lo que he podido leer por encima, hay dos que se han empezado a burlar de un conocido suyo que les debe de caer muy mal, porque al susodicho le ha dejado la novia por culpa de que era un adicto a las apuestas deportivas. Liam, por algún motivo, se ha puesto a defender al apostador abandonado, aunque en principio no le conoce de nada. El resumen es que los otros dos se han enfadado con Liam porque este les ha llamado de todo, y Liam se ha enfadado porque esos dos hablaban sin saber sobre el tema de las adicciones.
Cuando la pelea termina, me asomo al chat privado con Liam y le pregunto qué tal. Sin tener que pedirle explicaciones, él mismo comienza a hablar del motivo por el que le ha molestado tanto lo que ha pasado.
[Liam. 16:55]
Mira, me han tocado mucho los huevos.
Me toca porque
Joder
Mira, porque yo he sido también un adicto.
[Izan. 16:57]
¿Un adicto a qué?
[Liam. 16:59]
No me gusta nada hablar de esto…
[Izan. 16:59]
Si quieres no me cuentes nada.
Digo sabiendo que me lo contará igual gracias al calendario.
[Liam. 17:00]
Yo antes tenía pareja.
No me pega nada, ya lo sé.
Yo jugaba todo el día a videojuegos, y mi pareja jugaba un poco conmigo, pero no a mi ritmo enfermizo, la verdad.
Al principio, cuando me decía de salir por ahí, yo le decía que sí, pero conforme pasaba el tiempo, cada vez me quería escaquear más y quedar en casa.
Por aquel entonces me enganché a juegos del tipo pay to win
Ya es malo engancharse a un juego que te obliga a estar varias horas al día para no perderte nada, que encima yo voy y me engancho a uno así que está lleno de micropagos que te dan todo lo necesario para seguir jugando.
El juego al que me enganché en concreto era uno que tenía un personaje con el que me obsesioné…
Ahora mismo lo veo con perspectiva y me digo “¿Eres gilipollas?”
Pero te lo juro
En su día soñaba con ese puto personaje
Era enfermizo.
Hubo una época en que era estar horas delante del juego, viendo como conseguía personajes que no eran el que yo quería… Y gastando más y más para tener más posibilidades.
Cada vez que me salía otro personaje me ponía de una mala hostia…
¡Y eso que algunos al principio también los quería!
Un día usé la tarjeta de crédito de mi pareja para conseguir reservas de los objetos necesarios para conseguir a los personajes
Porque yo me había quedado sin dinero…
Mi pareja lo supo en algún momento pero, si te soy sincero, no recuerdo qué pasó. No recuerdo su reacción ni recuerdo nada.
Porque aquella tanda de objetos me valió para conseguir al personaje.
Cuando lo conseguí, mis niveles de serotonina o de dopamina o lo que sea pegaron un subidón…
Esa sensación fue de lo mejor en mi vida
Lo puto mejor, Izan, te lo juro
Y duró 10 segundos
Y luego vi la realidad
Todo lo que había hecho por conseguir a ese puto personaje de mierda
Un personaje que luego ni usé
Para entonces mi pareja ya no estaba
Y yo no tenía dinero para vivir
Volví con mis padres, que me pagaron un psicólogo, pese a que tampoco iban bien de dinero
Y esa es, así muy resumida, mi relación con las adicciones.
Di algo, que llevo rato hablando solo.
[Izan. 17:21]
…
No sé qué decir.
Pero dime, ¿cómo estás ahora con ese tema?
¿Te suponen algún problema los juegos online de los domingos?
[Liam. 17:24]
No te preocupes por eso.
Ya he hecho un trato conmigo mismo y lo estoy cumpliendo con toda mi voluntad.
De lunes a viernes estoy trabajando y me tengo prohibido tocar ningún videojuego ni nada que pueda hacerme gastar. Como entretenimiento para mis ratos libres tengo películas y series.
Los sábados me doy el lujo de jugar a videojuegos yo solo, pero de los que no son ni online ni requieren pagos extra.
Y el domingo es mi pequeña parcela de jugar a juegos online como los que jugamos.
Que se parecen un poco a los de mi época adicta, pero son menos peligrosos.
En parte te he contado esto para que entiendas por qué a veces me pongo un poco borde cuando no podemos jugar los domingos.
Sé que es una mierda y que no tengo que obligarte a nada.
Pero esta pequeña parcela de los domingos es muy importante.
Y bueno
Estoy luchando duro para mantener esa estabilidad
Pero por supuesto, tú haz lo que tengas que hacer cada día según el plan que te salga
Tengo a más gente con la que jugar
Pero tú eres el mejor.
Lo importante aquí es que todavía me queda camino por delante para llevar bien esto.
[Izan. 17:29]
Lo entiendo…
Liam, muchas gracias por contármelo.
Ahora te entiendo muchísimo mejor.
Y tienes toda mi admiración por cómo lo estás llevando.
Eres todo un ejemplo.
[Liam. 17:32]
Bueno, ¿jugamos?
Mierda.
He escrito eso cuando no había leído lo de que soy un ejemplo.
Ahora he quedado mal.
[Izan. 17:33]
Jajaja
Que no hombre.
¡Va, jugamos!
El resto de la tarde lo paso jugando con Liam. Ni rastro de los VDLS este domingo, así que no hay obstáculos para jugar con mi amigo y pasármelo bien esta tarde. Me hace falta esto, pasármelo bien y ganar cosas, porque mañana tiene pinta de que será todo lo contrario. No creo que me lo pase muy bien perdiendo una pelea a puñetazos. Que por cierto… ¿Con quién me voy a pelear? Y lo más importante… ¿Cómo se me ocurre?

Comments