Capítulo 324
Salimos de fiesta
“Hoy me he quitado toda la faena que me quedaba para tener la mañana del viernes libre. ¿El calendario quiere fiesta? Pues fiesta vamos a tener.”
Estamos ya en el local seleccionado por Alex. Lydia ha venido con nosotros. También están, como no, mis tres alquilados de confianza: Aaron, Gemma y Pol.
—¿Por qué los has llamado? —pregunto.
—La última vez que me fui de fiesta con ellos me llamaron boomer —dice Alex, ofendido por no poder aceptar su avanzada edad—. Esto es una batalla personal, Izan. No te metas en esto.
—Dicho de otra manera —dice Lydia, poniendo su mano en mi hombro—, tú ten una fiesta tranquila y no hagas ni caso a lo que haga Alex.
—Exacto —confirma Alex.
—Pues venga, manos a la obra —dice Lydia—. La misión de hoy como equipo está clara: ¡Fiesta!
Alex y Lydia se lanzan hacia el bullicio del local como si fueran la vanguardia del ejército, preparados para dar el golpe de gracia. Yo me lo tomo con un poco más de calma.
Mientras estoy en la barra, tomándome una copa, se acerca a mí una persona que me suena muchísimo.
—Cuánto tiempo, ¿no? —dice.
—Sí… ¿Te conozco?
—Bueno, claro, llevabas un pedo encima que para qué te voy a contar…
Este habla como Aaron. Espera… Mierda. Ya sé quién es.
—Rubén, ¿no? —digo.
—¡Oye! Pues no ibas tan mal —dice, dándome palmaditas en la cara.
Rubén era del grupo de personas que iba con Aaron y los demás de fiesta, y… Sospecho que fue él, o algún amigo suyo, el que me drogó.
Me jode que haya venido este tipo también. Pensaba que, si Alex había invitado a los tres alquilados, lo habría hecho teniendo en cuenta que no tenían que traer a ningún amigo de mierda de los suyos.
Pol se acerca a nosotros.
—¿Tú qué haces aquí? —pregunta, mirando a Rubén.
Vaya… Parece que no los han traído ellos. ¿Ha sido casualidad?
—Dame un abrazo, ¿no? —le dice Rubén a Pol.
Pol le da un abrazo pero no le quita ojo, como si no se fiara de él.
—No te pongas tan tenso, hermano…
—Vigila con lo que haces —dice Pol—. Hay gente que no tiene tu aguante, y puedes hacer mucho daño.
—Va, va —dice Rubén—. Tú nunca te lo pasas bien, ¿no?
Genial. Vengo yo y se desata el mal rollo. Si es que no estoy hecho para salir de fiesta…
Intento ignorar todo esto y, a mí manera, desubicado como siempre, procuro pasármelo bien.
Pero, por algún motivo… No tardo nada en empezar a sentirme fatal.
No me digas que han vuelto a meterme algo en la copa, por favor… ¡Pero si he vigilado!
¿Será así siempre?
No, por favor, no…
Si acabo de llegar.
Ha sido el mierda ese. El puto Rubén.
Míralo… Si se está descojonando de mí.
Hijo de puta… Se va a enterar de lo que vale mi puño.
Me acerco a él, creo que en línea recta… Bueno, ligeramente zigzagueante.
—Eh, tú… Te estás riendo —digo.
—Qué poco aguante tienes, hermano —dice Rubén.
—Me has echado algo… ¿Cuándo lo has hecho, capullo…?
Pierdo el equilibrio y casi me caigo al suelo. Rubén me sujeta y se acerca a mi oído. Creo que me quiere susurrar algo.
—El ex de Nora te manda saludos…
No puede ser…
Puto desgraciado…
Antes de que pueda contestarle, me deja caer al suelo.
No me entero muy bien de lo que pasa después, pero creo que Alex está discutiendo con el Rubén este de mierda.
Aaron los intenta separar, pero no funciona. Alex está muy enfadado.
Lydia es la que me está sujetando la cabeza, creo. Pues menos mal, porque si no, terminaría en el suelo y esta gentuza me la pisaría. Y le daría igual. Y seguirían bailando, los muy cabrones.
Alex acaba de empujar al Rubén. Hostia, lo ha hecho con mucha violencia…
Rubén contraataca. Mierda, es que está más fuerte que Alex…
Están pegando a Alex…
Y una mierda…
Me levanto como puedo y me acerco a Rubén.
—Eh, tú, te vas a la mierda… —digo, pegándole un empujón—. Deja en paz a Alex. Métete conmigo si tienes huevos…
Creo que Lydia y Aaron me intentan detener, pero yo paso de ellos.
Aquí no sé muy bien qué pasa. Todo el mundo está haciendo cosas, nos empujamos unos a otros… Yo qué sé. Vaya mareo llevo encima.
Hostia…
Creo que Rubén me acaba de pegar un puñetazo.
Un muy buen puñetazo…
… Frank, suéltame... Tengo que hablar con Anna y con Saúl... Tengo que hacerlo...
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