Capítulo 331
El PEOR día en el trabajo
“Por lo menos me pasa un día que tengo que ir a un solo trabajo.
Conociéndome, podían haber sido los dos trabajos de una sola
tirada los que me hiciesen pasar ese peor día.”
Llevo las últimas semanas yendo al trabajo de publicidad con una energía muy baja, y seguro que se me nota en piloto automático. Hasta ahora, la verdad, no he visto que eso sea un problema, porque los jefes no están tan encima como en la anterior empresa, y porque todos mis compañeros funcionan un poco así.
Al llegar, en cambio, el jefe me llama a su despacho. Pablo Merino también está ahí, pero de pie.
Básicamente, me han llamado para decirme que mis resultados no están siendo muy satisfactorios, y que no parece que le ponga mucha actitud. También me dicen que el nuevo jefe de grupo se ha quejado de mí personalmente. Yo ni siquiera sabía que tenía algo así como un jefe de grupo.
—¿Quién es el jefe de grupo? —pregunto.
—Antes era yo —dice Pablo—. Yo supervisaba todos los grupos. Pero, ahora…
La cara de Pablo no me da ninguna confianza. Está muy tenso, y eso no es común en él.
Me da muy mala espina esto…
—Para aumentar la productividad —dice el jefe—, vamos a ser más exigentes con los proyectos, así que Pablo se encargará solo de la mitad de los grupos. La otra mitad la llevará Ignacio Villanueva.
—¡Y una mierda! —digo, levantándome de golpe.
El jefe, que hasta ahora me hablaba de una forma muy robótica, sin apenas mirarme, levanta un poco la vista por encima de sus gafas y me mira a los ojos.
—Izan, siéntate —dice Pablo.
Yo hago caso.
—Soy consciente, señor Robles, de que el señor Villanueva y usted no se llevan bien. Pero lo que no puede hacer usted es gritarme a mí por unas rencillas personales.
Yo solo pido perdón y no digo nada más. Me espero a que dejen de hablar para poder salir de este despacho de mierda.
Cuando termina la charlita, en la que me han amenazado indirectamente de que mi puesto de trabajo pende de un hilo, lo que hago es esperar a que Pablo salga y se quede solo. Él será el que me tenga que explicar por qué Ignacio ha ascendido de golpe. Hace nada era el de las fotocopias, ¿y ahora es mi jefe? ¿Dirige varios grupos? Y una mierda, de verdad… Qué asco. Qué puto asco.
Después de trabajar un rato, voy a hacer mi descanso en la máquina de café.
No se me pasa por alto que el cabrón de Ignacio me está siguiendo, y seguro que viene a burlarse de mí.
—Cómo es la vida, ¿verdad? —dice mi nuevo “jefe”—. Al principio yo estaba arriba, luego te creciste y me empezaste a pisar, pero ahora todo vuelve al sitio que corresponde. Qué satisfactorio y poético, ¿a que sí?
—¿Cómo lo has hecho? —pregunto—. Tú no has ascendido por tu talento ni tus méritos. No tienes ninguna de las dos cosas.
—¿Estás hablándole mal a tu jefe, Izan Robles Vera? ¿Tan poco quieres este trabajo?
—No tengo ganas de jugar, Ignazi… Hoy no. Otro día te dejo que me digas lo tuyo, ¿vale?
—Izan, ven, escucha —Ignacio se acerca a mí—. Si yo sé que tiene que ser una putada lo tuyo… Con lo del calendario y tal.
…
Pensaba que ya estaba inmunizado a que todo mi entorno conociera lo del calendario, pero… Lo de este me ha dolido.
Le dedico la peor de mis miradas.
—De qué hablas. Qué dices del calendario —le digo, con la voz más seca y grave de lo normal.
Saco el café, pero lo hago con temblores en la mano.
—Uy… Si las miradas mataran… —Ignacio disfruta mucho a mi costa. Es un miserable—. Ya te contaré. Ahora, vamos a lo importante.
Ignacio saca una hoja con un boceto hecho por alguien del otro grupo.
—¿Qué quieres? Eso no es de mi grupo. Es de la campaña del hotel.
—Ya, ya lo sé. Soy el encargado de los dos grupos, sé distinguir entre uno y otro. Lo que te digo es que cojas esta hoja, la escanees, y luego te hagas un par de fotocopias. ¿Vale? Necesitamos una para la carpeta del archivo, y otra para quedármela en mi casa y enmarcarla como la primera de muchas fotocopias que me harás.
Aprieto las dos manos con rabia, sin recordar que tenía un vaso de esos tan endebles, con café ardiendo dentro. Lo acabo de aplastar, y todo el líquido se ha derramado sobre mi mano. Me he quemado.
Estoy gritando e insultando. Solo alcanzo a mirar un momento a Ignacio, y veo que se está aguantando la risa.
Me voy del edificio. Me da igual dejar la faena a medias o dejarme mis cosas en la mesa. No quiero seguir ahí ni un momento más.
Pablo me llama diez minutos después, pero paso de él. Ya no es mi jefe, ¿no? Aunque da igual, porque de mis jefes pasaría también.
¿Qué hago? Yo no puedo trabajar en un sitio así, con Ignacio recuperando el poder.
¿Con quién hablo? Creo que tendría que hablar con Dana… Sí, con Dana. Pero… Además de ella, aquí ha tenido que haber alguna irregularidad. Alguien ha sobornado al jefe para ascender a Ignacio. Y, si sabe sobre el calendario… Tengo muy claro que ha sido el ex de Nora.
Así que, además de hablar con Dana, también hablaré con Jordi, para ofrecerle esto como pista, y que así le sea mucho más fácil atrapar al culpable. Ya tiene muchos más hilos de los que tirar.
Me siento un poco mal por abusar tanto de la confianza de Jordi, pero… Estoy desesperado, y creo que a él no le cuesta demasiado. Además, ahora que el ex de Nora es sospechoso de haber secuestrado a Estrella, seguro que él es el primer interesado en atrapar al secuestrador de su amiga.
No puedo… Tengo un nudo en la garganta tan grande…
No puedo volver a ese trabajo. Ignacio no tiene que estar ahí… No puedo…
Archivo secreto 7: El Izan del anterior mundo
A lo largo de enero, el anterior Izan pudo tomar el control del nuestro durante dos ocasiones, hasta que Jordi y su cómplice han hecho algo para impedir que volviera a salir.
¿Por qué ese Izan pudo salir y qué hacía ahí?
En el archivo secreto de hoy, contestaremos cinco cosas sobre ese Izan y la forma en que ha tomado el control del cuerpo del Izan actual.
1-¿Por qué se conservan los recuerdos y cómo se puede conectar con ellos? ¿Izan es especial para haberlo conseguido?
Cuando el mundo entra en bucle, y todas las personas se rebobinan, sus recuerdos quedan atrapados en una zona muy oculta de la memoria. Lo normal es no sacar nada de eso, y que poco a poco, con el paso de los meses y los años, esos recuerdos empiecen a desaparecer o a diluirse en la mente de la persona. Sin embargo, hay dos factores que pueden ayudar a conectar. El primero es ser una persona con una sensibilidad superior al promedio para conectar con recuerdos de otro mundo. Es algo que varias personas pueden hacer, pero no son conscientes de ello. El segundo es conocer la condición del bucle justo antes de que este ocurra. Si el conocimiento, la voluntad y el arrepentimiento se arraigan en la mente de la persona, sus recuerdos y rasgos de personalidad se juntarán en el rincón oculto de la memoria de una forma mucho más robusta. De esta forma no se llegan a borrar, ni a dispersar, ni a diluir. Izan está más cerca que nadie de poder conectar con esos recuerdos porque cumple con creces ambas cosas.
2-¿Por qué cuando toma el control uno, el otro no tiene ninguna participación ni recuerdo de lo que pasa?
Todo el bloque de recuerdos y rasgos que forman una personalidad, si se mezclan con la personalidad actual de este mundo, pueden llegar a formar consecuencias muy peligrosas para la cabeza de la persona, pues no sabrá ni en qué realidad está. Si las dos personalidades están muy bien definidas, entran en conflicto al activar su instinto de supervivencia, impidiendo que el otro toque el bloque de recuerdos y rasgos. De esta forma, son dos grupos de vivencias bien separados y compactos, que solo podrán recordar cosas de la otra vida si esos bloques se rozan en ciertos momentos. Para que eso pase, normalmente hay una llave que estimule la personalidad dormida y que hace que la otra note, sin querer, su presencia. Por ejemplo, al oler los pasteles de haba Tonka de Anna, la personalidad dormida del otro Izan empezó a estimularse tanto, que empezó a desbordarse y a diluir parte de sus sentimientos en la personalidad del Izan actual. El resto del tiempo, se mantienen tan separados, que el hecho de que controle el cuerpo uno, hará que el otro quiera mantenerse vivo quedándose dormido y separado.
3-¿Por qué un daño fuerte puede hacer que Izan cambie entre una y otra? ¿Por qué eso no pasó antes cuando se quedó inconsciente o cuando le pegaron una paliza?
La clave fue la sesión de Pol. Él consiguió viajar a zonas del subconsciente de Izan, y por eso pudo comunicarse con el otro Izan. Al hacerlo y darle ese foco, para que las dos personalidades no se mezclaran, la personalidad de nuestro Izan se apartó, o se durmió, sin darse ni cuenta. Cuando Liam dio ese golpe, el Izan del anterior mundo prevaleció porque era el que estaba hablando con Pol en ese momento. Una vez esa personalidad está despierta, solo tiene que perder la conciencia de forma abrupta y traumática para volver a dormirse, ya que, al no estar en su auténtica vida, su anclaje al cuerpo de nuestro Izan es mucho más débil, y no se necesita mucho para volverlo a dormir. Sin embargo, si ese problema no se cura de raíz, la personalidad del otro Izan buscará cualquier momento de debilidad o de descontrol mental de nuestro Izan para volver a tomar la delantera, como fue la mezcla de borrachera, drogas y golpes que recibió Izan el día que se fue de fiesta.
4-¿Qué relación tuvo el Izan del mundo anterior, con ese tercer Izan que no tenía ganas de vivir?
El Izan que no tenía ganas de vivir fue el de la primera versión del Mundo 6. Es decir, el del mundo en el que Izan y Saúl nunca se conocieron, y en el que todavía no había ocurrido ningún bucle. Cuando el Izan que escribió el calendario tuvo la sesión con Pol en enero, en su mundo, con el Izan que conectó fue con ese. Sin embargo, el segundo Izan no tuvo ningún problema con el primero, ya que este no tenía ganas de vivir ni de prevalecer. Por eso no hay ninguna señal en las frases del calendario que indiquen que el Izan del segundo intento tuvo algún problema con mantener firme su personalidad.
5-¿Qué pasa con este Izan ahora que Jordi y la otra persona han intervenido?
La intervención de Jordi viene de los conocimientos que consiguió Olivia con ese efecto, ya que pudo experimentar por otro lado. Al hacerlo, la personalidad de ese Izan pierde su voluntad y su independencia, y empieza a mezclarse poco a poco con la del Izan actual, pero siempre en segundo plano, sin imponer ninguna idea o pensamiento. Son solo sensaciones abstractas y débiles. De esta forma, aunque todavía hay estímulos que los vinculan (gracias, por ejemplo, al calendario, y a las cosas que ven, oyen o huelen en común), poco a poco será más débil la conexión, hasta que, dentro de unos meses, ya no quedará nada. Además, aunque una parte de el otro Izan todavía sigue viva dentro del Izan actual, ya no tiene la fuerza ni la estabilidad para tomar el control. Serán solo recuerdos dispersos que poco a poco perderán su identidad.
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