top of page

Jueves 30 de noviembre de 2023

Joel Soler

Actualizado: 1 dic 2023


Capítulo 275

Lydia vs Saúl

“Todavía no sé a qué viene esto. En otras circunstancias me compraría palomitas,

pero la cosa está como para tomármelo a risa…”



Por la mañana, comento con Lydia en secreto, por escrito, lo que pasó ayer con Frank y sus padres.

[Lydia. 10:31]

UF

Yo no quiero desconfiar de Frank.

Te lo juro.

Pero no me lo pone fácil.

Acuérdate de lo que te dije cuando la llamada esa rara.

Que defendías al Francisco a capa y espada.

¿Sabes de qué te hablo?

[Izan. 10:39]

Sí, sí…

No sé cómo conectar nada de esto.

[Lydia. 10:45]

Cuando Frank te ayudó a conseguir tu casa de ahora.

ES QUE NO TENÍA SENTIDO

Me olía fatal, sinceramente

Frank lleva un tiempo mintiendo.

Todo fue muy rápido y conveniente

Y ahora miente con esto

No sé, Izancín… No sé.

[Izan. 10:51]

No me llames así, por favor.

¿Qué hago?

¿Qué le digo?

[Lydia. 10:53]

Cuanto más me pidas que no te llame así, más lo haré.

Pues no lo sé. Luego voy a tu casa y lo examino con mi mirada analítica de primer nivel

Además, tendré que ir igualmente

Hoy tengo VS con el “oh qué misterioso soy” de tu casero.

[Izan. 10:55]

No puedo con tantas cosas…


Ese es el evento clave de hoy. Lydia vendrá a casa y… A ver qué pasa.

Tengo encima todas las dudas con Frank y el miedo a que aparezca Olivia en escoba voladora para restregarme el papel del calendario de diciembre en la cara.

La batalla no se hace esperar. Cuando llego al portal de mi edificio, Saúl y Lydia ya están ahí, mirándose.

—A mí no me la cuelas —dice Lydia, mirando a Saúl a la cara. Él se muestra confuso.

—Izan, por favor —dice, nada más verme llegar—. ¿Tu amiga…?

—Mírame a mí —dice Lydia—. ¿Tú sabías que hoy tenías que discutir conmigo o no?

—¿Pero de qué hablas?

—Izan —dice Lydia, girándose hacia mí—. Aplaude mi cerebro de galaxia. Me he acercado al edificio y me he escondido en la esquina de la calle para ver si notaba algo raro. ¿Sabes lo que he podido ver?

—No le hagas caso —dice Saúl.

—Aquí tu casero estaba igual que yo, pero dentro del portal. Escondido, esperando a que algo ocurriese. Y entonces… ¡Vaya! ¡Oh, qué sorpresa! Me acerco al portal, y Saúl hace como que sale en ese momento y nos encontramos por casualidad. Qué cosas, ¿no?

—Estaba esperando a alguien —dice Saúl—. Pero en cuanto te he visto entrar, a ti o a cualquiera, he intentado comportarme de manera normal.

—Ya —dice Lydia, cruzada de brazos—. Normalísimo.

—Pero, ¿tú te oyes? —dice Saúl—. Me estás diciendo que me comporto muy raro, pero tú me dices cosas como que sabía que me tenía que enfrentar a ti. ¡Encima tú también estabas escondida por motivos que ni entiendo!

—¡Que dejes ya de fingir, pesado! —grita Lydia—. ¿De qué conocías a Izan? ¿Por qué le pusiste tan fácil el alquiler de la casa? ¿Por qué dices cosas tan raras muchas veces? ¿Por qué apareces siempre en los momentos justos?

—Lydia, espera —digo—. Como sea verdad que no me recuerda de antes, esto a lo mejor es un poco violento…

—No lo defiendas —dice Lydia—. Te está mintiendo. No sé cuánto tiempo más piensa hacerlo, pero lo veo clarísimo.

Miro a Saúl para ver lo que dice, pero se ha quedado callado.

—¿No dices nada? —pregunta Lydia.

—¿Saúl? —pregunto.

—Hay cosas que no entiendo —dice—. Pero me estáis agobiando. Puede que no recuerde cosas, y puede que tenga lagunas. No lo sé. Pero esto no me gusta nada de nada.

Saúl aparta a Lydia para marcharse, pero yo me pongo delante.

—Saúl, espera.

—Izan… Quiero irme.

—Dime la verdad, por favor. ¿Me conocías de antes?

Saúl me mira con… Cómo decirlo…

Me mira con muchísima tristeza. Esa no es la cara de alguien que está confuso o que no sabe de qué hablamos o por qué lo acosamos. Es la cara de alguien que sabe demasiado, y que está sufriendo.

¿Por qué siento que sufre por mi culpa…?

—¡Muy bien, muy bien! —dice una voz a nuestra espalda.

Lydia y yo nos giramos.

No… No, por favor, no…

—¡Calendario de diciembre por fin! —dice Olivia, que ha venido aquí, al portal, como si nada—. Ya habéis reñido, ¿no? —dice, mirando a Lydia y a Saúl—. Pues venga, arreando. Predicción cumplida. ¿Nos ponemos ya con las de diciembre?

—¿Me vas a traer los calendarios siempre tú o qué…? —digo.

—No quería traer más, pero es que el de diciembre es el mío —dice, mostrándolo de lejos con las dos manos y fingiendo que está usándolo como volante mientras conduce y baila.

—Dámelo y vete —digo.

—Oye, secuestradora de niñas —dice Olivia, mirando a Lydia—. Me ha gustado lo segura que te has mostrado contra Saúl. Izan no se entera de nada, ¿verdad? ¡Ji, ji, ji!

Lydia no pretende esconder su odio hacia Olivia, y le mantiene la mirada con disgusto y sin decir nada.

—Izan, ahora lo verás —dice Olivia—. Verás que tu amiga tenía razón. Ese ojeroso de ahí es un mentiroso de cuidado.

Miro a Saúl. Está manteniendo la mirada contra Olivia. No, no está nada confuso. Él sabe de lo que habla Olivia.

—Te la estás jugando mucho… —dice Saúl.

—Ya te las apañarás —dice Olivia—. Se dice que eres inteligente.

Saúl cierra los ojos y gira la cabeza hacia mí.

—Lo siento mucho.

Sale corriendo.

—¡No huyas, cobarde! —grita Olivia, riéndose—. Vaya, se fue.

Mientras Olivia mira cómo se aleja Saúl, yo le arranco el calendario de las manos.

—¡Cuidado! El calendario más bonito de todos. Eres muy poco considerado, ¡maleducado! ¡Bruto!

Miro el calendario de diciembre.

—Mira el día seis… —dice Olivia, girándose hacia mí poco a poco, disfrutando.

No quiero hacer caso. Prefiero mirar con calma el calendario en mi casa sin que la asesina loca esté mirando y condicionando en qué me tengo que fijar y en qué no. Pero, por supuesto… No me puedo resistir.

—Día seis… —digo—. Saúl es un asqueroso miserable.

—¡Toma! —dice Olivia—. Punto para la secuestradora de niñas. ¿Ahora qué? Ha huido. Ese no aparece más hasta la predicción del seis, ya verás.

—Vete —digo.

—Espera… ¡Mira, mira! ¡Ji, ji, ji! ¡Salgo en cuatro predicciones! Pero no te preocupes si te parecen pocas, ¿eh? Yo he dejado la agenda libre para visitarte algún día más si me acabas echando mucho de menos. ¡Ji, ji, ji!

Veo que Olivia sale tres veces. Ella dice cuatro. Imagino que la cuarta es la del día veintidós, que, según Nora, tiene que ver con sus abuelos.

—¡Oye, secuestradora! Pídele a Izan que te enseñe el día doce, ya verás qué risa.

Lydia y yo miramos al mismo tiempo ese día.

“Despiden a Lydia”.

—Vaya mes más bueno, ¿verdad? ¡Ji, ji, ji!

Olivia pasa un buen rato riendo, y Lydia y yo la miramos en silencio, horrorizados.

—Qué vida tan espléndida para ser vivida… —dice Olivia—. Si todo esto sale bien… Habré dado un paso de gigante en mi investigación. ¡El inútil de Nero no estará ni cerca de lograr lo que yo he logrado! ¡Ni cerca! ¿Me oyes? Que lo sepa vuestra amiguita Estrella. ¡Ni cerca! Y tu amigo Saúl… Como yo triunfe, tu amigo Saúl lo pasará tan, pero tan mal, que te aseguro que se querrá suicidar en todas y cada una de las realidades que existen o existirán. ¡No lo ha hecho ya porque tiene esperanzas de arreglar algo! Qué pena, ¿verdad? ¡Ji, ji, ji!

—Olivia —digo, y ella me mira con una sonrisa desafiante—. Dime cómo termina esto.

—Pensaba que me dirías que me largue. ¿Qué pasa? ¿Estás desesperado? ¿Tanto quieres saberlo?

—Sí, ¿cómo termina? ¿Qué puedes decir? Aunque solo sirva para que te rías de mí. Dime cómo termina.

—No te gustará la respuesta…

—Dímelo.

—En febrero, pase lo que pase, termine como termine todo, ya sea a mi favor, al tuyo, o al de otras de las personas involucradas… Pase lo que pase, o tú, o alguno de tus amigos, morirá. Ten por seguro eso, niño.

—Ya lo veremos —dice Lydia.

—Palabra de bruja —dice Olivia, con su sonrisa más desafiante hasta el momento.

Tras decir eso, da media vuelta y se aleja entre carcajadas.

Lydia y yo subimos a mi casa sin decir nada, abatidos, frustrados.

Al entrar, vemos que hay una nota en la mesa.

“Me he ido unos días. Volveré pronto.”

La firma Frank.

Tiro la nota al suelo con rabia. No quiero ni pensar en esto ahora.

Lydia se acerca a mí y me agarra del brazo.

—¿Me quedo a dormir hoy?

—Sí, por favor…










36 visualizaciones2 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Epílogo y texto final

Epílogo: Más allá del calendario Este es el final de la historia. La historia que Izan ha vivido durante todo un año. La historia de doce...

Jueves 29 de febrero de 2024

Capítulo 366 Todos miramos a Oliver. Su frase se ha quedado a medias. —¿Oliver…? —pregunta Anna. —¿Qué? —pregunta él, con una expresión...

Miércoles 28 de febrero de 2024

Capítulo 365 A (Parte 1) CDLS al completo en el templo “Eso no ocurrirá. Y ya no importa de quién sea la otra letra. Acabaremos hoy, pase...

2 Comments


Jonathan Sosa
Jonathan Sosa
Dec 02, 2023

Concluyo noviembre y queda muy poco para el final; un mes muy complicado que, sobre todo, es una vista al futuro y a lo que se viene. Tuvimos varios capítulos con una duración extensa, que lejos de parecer pesados, me parecieron los mejores. La introducción a las posibles realidades alternas ocurrió un poco repentinamente con aquella ocasión en la que Izan no quiso decidir y contradecir al calendario. Quedó mucho más clara con la presentación sorpresa de distintas realidades en este mes de noviembre.


Reconozco que tuve muchas dudas con la predicción del día 22; el término "planta" es muy abierto, y justamente la palabra se me asemeja un 50% al edificio y otro 50% a la maceta. No me…


Like
Joel Soler
Dec 06, 2023
Replying to

¡Gracias de nuevo! Conforme avanzan los meses, más complicado se hace ir perfilando cada uno de los momentos clave de cada trama. Y el capítulo de 24 minutos de lectura se me hizo un mundo, la verdad (pero creo que mereció la pena). Y, con el tema de las realidades, espero poder manejarlo de una forma entendible y satisfactoria (aunque con ese punto confuso al principio para que el lector no se sienta muy alejado de cómo se siente Izan y sus pequeños fogonazos a la hora de tener intuiciones de otras versiones del mundo). Quedan solo 3 meses, pero todavía queda mucho por tratar. Gracias por seguir ahí.

Like
bottom of page