Capítulo 254
Frank VS Lucas
“¿Y para qué hay que enfrentarse? Seamos todos amigos…
Aunque, bueno, ser amigo de Lucas… Como que no.”
Frank lleva todo el día comiéndose la cabeza, porque quiere saber cómo afrontará lo de Lucas, pero es que no sabe, en primer lugar, por qué tiene que enfrentarse a Lucas.
Sobre las seis de la tarde recibo una llamada a mi móvil. No sé de quién es este número.
—¿Sí?
—Eres un cabrón —dice la persona que me ha llamado. Y creo que sé quién es.
—¿Eres Lucas…?
Frank, que está sentado en la mesa del salón, se levanta de golpe y viene al sofá conmigo.
—Ah, mira, me has reconocido. Muy bien, pues escucha, capullo. Quiero que sepas que tú y tu amiguita estáis muertos.
¿Yo y mi amiguita…? Mierda. Pero… ¿Se ha enterado de lo que hicimos Lydia y yo? ¿Se ha enterado de lo del secuestro de Flora? Se supone que no le iban a contar nada… ¿Por qué ahora?
—Oye… ¿Qué es lo que pasa? —pregunto.
—¿Te harás el tonto conmigo?
—No. Es que no sé qué te he hecho ahora…
—A lo mejor si te parto las piernas se te quitan las ganas de secuestrar a mi hija.
No… No, no, no. No puede ser que ahora Lucas sepa esto. No…
A ver, piensa. Céntrate. Aunque me amenace, tengo predicciones con Lydia hasta final de mes. Todavía en noviembre no nos hará nada. La predicción de Lydia al final del mes es contra Saúl, así que, en principio, no tiene nada que ver con esto, pero…
Mientras pienso, Frank me quita el móvil.
—Lucas. Te estás pasando —dice, y Lucas se queda callado.
—Oye… Devuélvemelo —digo, sin ninguna clase de convicción.
—Contesta, va —dice Frank—. Contesta, Lucas… Contesta por tu bien.
—Tu amigo secuestró a mi hija, y la tuvo encerrada durante días. ¿Vas a defender eso, Frank?
—Izan nunca ha secuestrado a tu hija. No me jodas, Lucas. ¿De dónde sale esa mierda?
—¡No te importa!
—Vale, Lucas. Te lo estás inventando, ¿a que sí? Te aburrías y tenías que inventarte algo. Crece, anda.
—¡Nos escribieron una nota!
—¿Quién?
—No estaba firmada ni lo sabemos, pero, escucha…
—¿Un puto anónimo, Lucas? ¿Estás amenazando a mi amigo por una puta nota anónima? No me toques los huevos, Lucas. Te digo que no me los toques.
—¿Por qué lo iban a hacer si no?
—Porque Izan se lleva mal con gente muy asquerosa y sucia que hace ese tipo de cosas para que capullos como tú se crean todo lo que les dicen sin rechistar. ¿Te parece suficiente explicación? Te juro que me estás tocando la moral, Lucas… Que has venido muy violento para lo poco que tienes, y eso no me ha gustado nada.
—El otro día mi mujer vio a Flora hablando en la esquina de detrás con Izan —dice, y a mí se me paraliza un poco el corazón.
—¿Y qué?
—Pues que, ¿qué hace hablando a escondidas con una niña?
—Espera, espera —recupero el móvil—. Yo fui a gestionar los alquileres que tengo allí. Me encontré un momento con Flora para saludarla, pero estuvimos poquísimos minutos, y solo me hizo preguntas sobre mi vida para darme consejos, y ya está.
—¿Le pides consejo a una niña de diez años?
—¿Es que no la conoces? —pregunto, y me doy cuenta enseguida de lo mal que ha sonado—. O sea… Ella es muy perspicaz para su edad, y…
—¡Estás fatal de ahí arriba! ¿Lo sabías? Por mucho que tengas ahí a Frank amenazando, mi hija es mi hija, y no voy a permitir que…
—¿Tu hija es tu hija? —pregunta Frank, recuperando el control de la llamada—. ¿A qué hija te refieres? Porque a Flora no será, ¿no? ¿Tengo que recordarte lo mal que tratas a tu familia?
—No tires por ahí, Frank…
—¿Tengo razón o no?
—Nunca he pegado a mi hija…
—Soluciona primero tus mierdas, Lucas, y luego te podrás poner de padre protector. Mientras tanto no toques los huevos, o te juro que estás muerto. Si tienes algo que decirle a Izan, se lo dices cuando tengas pruebas. Y si no las tienes, te callas la boquita. O, qué harás, ¿ir a la policía?
Lucas cuelga.
Frank se desploma en el sofá y se tapa la cara.
—Mierda… Creo que me he pasado un poco con él.
—Yo creo que no se podía haber hecho otra cosa… Qué miedo.
—Hay demasiadas mierdas detrás de nosotros, Izan. No sé si sabremos gestionar esto.
—Yo tampoco… Creo que mañana recibiremos consecuencias sobre el día de hoy…
—Lo siento, la he cagado. Lo siento mucho, Izan. Joder… —se tapa ahora con las dos manos.
—No te preocupes, de verdad. Creo que, estando solo, yo la hubiese cagado todavía más. Ya veremos qué se puede hacer.
—Tampoco he hecho nada demasiado violento, ¿no? No le he hecho daño físico. Además… Salvador no iba a contar lo de Flora a Lucas y a Lucía. Creo que te lo habría dicho con la amenaza de ayer. Si le interesaba que no tengamos problemas con Lucas, no habría hecho esto.
—Supongo… No sé cómo piensa. Creo que me queda grande.
Los dos nos quedamos callados mirando a ningún sitio. Terminamos el día a duras penas, con los ánimos decaídos y sin hablar mucho más.
Frank le ha dado un buen repaso a Lucas, pero… Siento que, de alguna forma, si había un versus por algún lado… Lo hemos perdido nosotros.

Comments