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Domingo 30 de julio de 2023

Joel Soler

Actualizado: 31 jul 2023


Capítulo 152 Conozco a Aurora en persona

“Nervios… Muchos nervios…”



Esta semana hemos estado un poco más distanciados, ya que todo lo del trabajo ha ocupado la totalidad de mi tiempo, atención y energía. Pensaba que ya se había cortado ese ritmo, esa magia de conversaciones iniciales casi adolescente que estábamos viviendo. Pero, por lo visto, viene de visita con sus padres a ver a su familia de Barcelona por un cumpleaños o algo así, y ha sacado un rato el domingo por la mañana para quedar.

Cuando estoy listo, después de vestirme de la mejor manera que he podido, y de peinarme un poco, cojo el tren rumbo a Plaza Cataluña.

Ahí está, más puntual que yo. La reconozco con mucha facilidad. Es más bajita de lo que me pensaba. Su cara sí es como en la cámara, pero su forma de gesticular me parece más natural ahora, y eso me hace ver gestos que no había visto antes desde el primer momento.

Nos saludamos con un abrazo, y empezamos con una timidez adolescente que da pena ver en personas que rondan la treintena.

—Bueno, ¿a dónde podemos ir? —le pregunto.

—Pues… ¡No sé! Tú eres el que vive aquí.

—Yo no vivo en Barcelona centro, yo vivo en las afueras —digo—. Vengo poquísimo aquí.

—Pero vienes —dice, riendo—. Yo soy de Tarragona. De la tierra industrial y playera. Conmigo no cuentes mucho.

—Es verdad, lo siento por eso.

—¡Oye! —me pega un suave manotazo—. Los de Tarragona podemos insultarnos a nosotros mismos. ¡Los demás a callar!

De esta forma, rompemos un poco el hielo y empieza el tonteo, aunque debo reconocer que me cuesta muchísimo esfuerzo de primeras. No es tan fácil hablar en persona como por videollamada o por escrito.

Vamos a algunas tiendas, tomamos algo, hablamos de tonterías, de cosas frikis, de juegos y tal… De primeras estamos bien, pero hay un pensamiento que no para de recorrer mi cabeza. Noto que algo no está en su sitio. Mi intuición me dice que algo está fallando con esta persona, y tampoco entiendo por qué se interesa tanto por mí. Se está acercando mucho a alguien como yo, como si de repente sintiera algo, y eso es imposible. Tan pronto, tan de repente… No. Algo está mal.

—Izan, te ha cambiado la cara de golpe —dice.

—¡Ah! Perdón. El calor. Madre mía cómo está hoy el clima…

—Sí. ¿Quieres ir a tomar un té helado o algo?

—Oye, Aurora… ¿Cómo es que te acercaste a mí de repente? Yo solo me comporté como un fan complaciente, y tú ya con eso le pediste mi contacto privado a Accel. Es un poco raro, ¿no?

Me arrepiento de haber hecho esta pregunta, la verdad. Querría que este tipo de paranoias no salgan de mi cabeza, para poder pensarlas con calma en otro momento o para comentarlas con alguien.

—No sé, Izan… Es una pregunta un poco incómoda, ¿no?

—Perdón… No me hagas ni caso.

Intentamos ignorar este breve momento incómodo, aunque noto una herida leve en nuestro ritmo de conversación.

Pocos minutos después, vuelvo a cagarla.

—¡Mira, Izan! ¿Esas no eran las figuras que te gustaban?

—¿Cómo sabes eso?

—¿Eh? Me lo dijiste un día.

—¿Cuándo?

—No sé, un día. Hemos hablado muchas veces.

—Yo no recuerdo haberte dicho eso.

En realidad, después de decir eso, empiezo a recordar que sí se lo dije.

—¿Qué te pasa? —me dice.

—Ah, bueno… Puede que sí que me lo contases…

El tema no continúa después de eso, pero, como soy tontísimo, lo único que he conseguido es que el resto de la mañana la pasemos incómodos. Al final, una hora después, Aurora hace como que tiene que volver pronto a casa para algo de la comida. No me lo termino de creer. Seguro que incluso hubiésemos comido juntos, pero ahora está deseando largarse.

El abrazo de despedida es mucho más soso que el abrazo inicial. Siento que he estropeado algo que hubiese sido muy bonito. Hemos empezado riendo, tonteando, hablando de todo… Y he estropeado el buen ambiente con esa actitud de mierda. Una parte de mí cree que es del todo culpa mía, y otra que se ha comportado raro ella también y que algo hay.

Pero… ¿Y si no pasaba nada malo? ¿Y si mi paranoia lo único que hace es alejar a una persona que se estaba interesando por mí y que le gusta cómo soy?

No consigo fiarme de nadie que diga que se interesa por mí. Primero, porque bastante tengo con el calendario, los VDLS y gente que aparece de la nada haciendo cosas raras a mi alrededor. Y, segundo… Porque hay una frase de Nora que no me puedo quitar de la cabeza pase lo que pase…

Solo me puede querer de verdad alguien que esté tan roto como yo.

Una persona que está rota no me hará ningún bien, si lo que quiero es reconstruirme. Y, si no está rota… Entonces no debería interesarle lo más mínimo. Puede haberse equivocado o apresurado, y, si de verdad sus sentimientos son reales… Tengo que pararla a tiempo. Tengo que evitar que termine como Abril.


Por la tarde, Aurora y yo hablamos por escrito. La charla es bastante seca. Se nota que no estamos del todo bien.

Lo he estropeado. O puede que me haya salvado de una buena. O puede que ella se haya salvado de estar con alguien como yo. No lo sé…

Aunque, si se aleja de mí, no podré saber qué es lo que quería. O, mejor dicho, si se aleja, a lo mejor es que no quería nada, pero, si insiste en seguir hablando conmigo… Podría ser la confirmación de que quería algo. De que ocultaba algo.

No lo sé… Siento que, haga lo que haga, lo voy a estropear todo.








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