Capítulo 6
Pierdo el día entero porque soy idiota
“Ayer por lo menos me caí al suelo, pero ahora no hago ni eso.
No hago nada. Porque soy idiota, dice. Lo pone bien claro.”
He alargado la baja un día más, pero creo que mañana no me podré salvar. Pensándolo bien, he vuelto a ser yo solo el que ha colaborado a que se cumpla otra vez la predicción del día. Si hubiese ido al trabajo, sería mucho más posible que considere que sí he hecho algo en algún momento. Pero al final me he quedado en el lugar más propicio para, en efecto, perder el día entero por ser idiota.
Por lo menos puedo decir que no veré a Hugo y a Ignacio un día más, y eso siempre es motivo de alegría.
Ahora solo me queda hacer algo que merezca la pena. Pero no tengo ni idea de qué. Puedo intentar hablar con alguien del mercado, por ejemplo. No hablamos mucho por internet, pero Lydia me dijo antes de ayer que Abril y Anna me echaron en falta. Esas dos chicas me caen muy bien y son muy agradables conmigo. Podría pedirle a Anna que traiga pasteles caseros pronto porque me dio pena perdérmelo. Al final no creo que le diga nada en todo el día, porque imaginarme a mí mismo dando pena con esa frase me hace sentir ridículo.
Intento teletrabajar un poco con todo lo que me mandó Ignacio. Creo que me ha dado más faena de la que me toca. Esto me durará varios días, así que me lo tomo con calma. Con tanta calma que no hago casi nada.
Paso las horas pensando en hablar con gente, sin hacerlo, o viendo series, sin concentrarme. Lo que más tiempo me consume es quedarme quieto mirando el calendario. Repaso cada predicción e intento imaginarme qué pasará cada uno de esos días, de qué forma lo afrontaré, o si intentaré encontrar la forma de que una de esas predicciones no se cumpla. Pero al final es la predicción de mañana la que me hace pensar más. Es demasiado específica. Creo que lo que ocurra mañana me hará tener mucho más claro qué pasa. Dejaré de tener pensamientos tan mezclados ya que, o todo fue una broma y la broma termina mañana, o todo es una broma mucho más elaborada y peligrosa de lo que me imagino, con dos equipos de baloncesto implicados en engañarme… O este calendario es mágico de verdad. Mañana lo sabré, o eso creo.
Si tuviera que apostar… ¿Lo haría en contra de la predicción? ¿O mejor a favor? Creo que eso voy a dejar que sea yo mismo quien lo decida, pero puede que sí que apueste. Puede que mañana le pida a Eric que nos juguemos algo, pero él no sabrá cuál es el significado de eso. No me importa el premio, me importa saber en qué posición estoy respecto al calendario. ¿Prefiero que sea una broma, o que sea magia? ¿Prefiero que se acabe, o debo admitir muy en el fondo que sería como quitarme de las manos algo que podría haber convertido mi vida en algo increíble? ¿Quiero que mi vida sea increíble, o prefiero mantenerme en un perfil bajo y mediocre? Desde que dejé de ir al trabajo por el resfriado, estos han sido mis pensamientos más recurrentes, pero hoy, que no hago nada porque soy idiota, me están devorando la cabeza.
Lo que me genera más angustia es que tanto si es una broma como si es algo mágico, el caso es que alguien ha decidido tomarse esa molestia conmigo. ¿Por qué? ¿He hecho algo malo? ¿Esto es peligroso? Y si esto de verdad es algo que va en mi contra… ¿Qué me espera si me tengo que enfrentar a alguien con tanto poder? Ya sea poder mágico, o poder suficiente como para que todo el mundo decida coordinarse para engañarme, incluso dos equipos de baloncesto.
Pero todavía no me creo que el partido de mañana termine con ese resultado tan concreto… No me lo creo.
Pero es que no tiene sentido. Podría pensar que la magia está descartada, pero creo que lo otro es incluso más absurdo. ¿O es que soy el protagonista de un reality y no han querido ponerlo emocionante hasta pasados los treinta? Igual hay otra opción y no la veo porque soy idiota. Bueno, ya lo dice la predicción eso.
Viajo por mis pensamientos, imaginando escenas donde todo se destapa. Un mago rencoroso, o tal vez un mago que quiere experimentar con personas al azar, y me ha tenido que tocar a mí. O lo del reality, me lo imagino siendo el objeto de burla de aquellos que me ven desde sus casas y se ríen de como intento evitar un balonazo o el golpe de ayer para acabar dañado igual. Imagino incluso el perfil de la persona que está detrás de todo eso, con una voz fuerte pero apacible, al que no puedes evitar hacer caso en todo lo que te diga, aunque sabes que te está manipulando. Te tiende una mano y te dice que estás haciendo un gran servicio al entretenimiento. Creo que de pequeño vi una película que iba de eso. Me la volveré a mirar un día de estos.
Al final, tal y como dijo el calendario, por más que he intentado hacer otras cosas… Esos pensamientos me han hecho perder todo el día entero. Ahora me voy a dormir con la esperanza de que mañana sea un día crucial. Pero hoy lo he perdido entero, ¿y por qué? Pues lo pone bien claro aquí: porque soy idiota.
Kommentare