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Martes 11 de abril de 2023

Joel Soler

Actualizado: 11 oct 2023


Capítulo 42

Me pierdo por el barrio

“Me da mucha vergüenza leer esto y segur aparentando que soy una persona funcional. Igual por culpa de la paliza de ayer me paso todo el día desorientado.”



En el trabajo da pena verme. Voy con la cabeza agachada, asustado, sin meterme con nadie y destilando un miedo visible y patético. Miedo a Hugo, miedo a que me pregunten por lo de ayer, miedo a que otro me quiera pegar…

Eric me intenta preguntar varias veces, pero consigo salvarme con torpes evasivas. Él no está muy convencido, creo que piensa que se lo contaré en otro momento. Seguramente lo haga, pero hoy no. En cualquier caso, no quiero airear demasiado esto. Quiero cerrar los ojos y hacer ver que nunca ha existido.

Hugo no me ha mirado en todo el día, al menos que yo sepa.

En el descanso, quiero mantenerme apartado y mirar vídeos en Youtube tranquilamente, pero me doy cuenta de que me he dejado el móvil en casa. ¿No me doy cuenta hasta la hora de comer? Estoy fatal, de verdad.


Llega la hora de volver a casa y caigo en una cosa: hoy es martes. Es muy posible que Estrella se encuentre por la zona de la cafetería donde ella suele estar. Todavía no estoy preparado para hablar con ella, necesito como mínimo que pase la predicción del sábado para ver un poco mejor de qué va la cosa.

Para evitar encontrarme con Estrella, doy un rodeo por el callejón de detrás de la cafetería. El problema es que hay un camino sin salida y tengo que girar en dirección opuesta a mi casa. La verdad es que nunca he entrado por estos callejones, y sin ninguna duda esto será el primer paso para que la predicción lamentable de hoy se cumpla, pero es que no quiero encontrarme con Estrella pase lo que pase. Mi orientación es promedio, o eso creo, así que, si me pierdo, espero que no sea mucho rato ni muy lejos. Que sea una predicción exagerada o imprecisa. Tengo controlada la dirección hacia la que quiero ir, así que solo tengo que…

Mierda. Estrella. Mierda, mierda… Estrella está en la otra acera del callejón en el que me acabo de meter… ¡Y me está mirando! Está ahí quieta, mirándome. ¿Si hubiese ido por el camino de siempre la habría evitado? ¿Ha usado sus poderes para encontrarme? ¿Y ahora qué hago?

—Hola, Izan. ¿Qué tal?

—Hola... Pues aquí, tirando, que es gerundio —ya empezamos con las respuestas de mierda.

—¿Qué te ha pasado en la cara?

—Un problema con un perro que tenemos en la oficina, pero no te preocupes, ya se me está pasando.

—Ya veo… —su sonrisa cordial se apaga y en su lugar me mira con tristeza—. Oye, Izan, una pregunta. ¿Me estás evitando?

Lo ha clavado. No sé si porque es bruja o porque soy como un libro abierto.

—Estrella, hoy… Tengo prisa.

—Izan, por favor. Dime la verdad.

—Vale, hacemos una cosa. Lo del calendario que te dije, ¿te acuerdas? Eso que todavía no te he contado, pero que más o menos te debes de imaginar por donde va… Eso me está diciendo que hable contigo en algún momento después del sábado y no antes. Tengo que hacerle caso.

—Ya veo. ¿Estás diciendo la verdad?

—Puedes mirar en mi aura, o lo que sea —no sé ni lo que digo.

Estrella me mira con detenimiento. No parece muy contenta con la respuesta, pero la acepta. O eso creo.

—Te quiero hacer otra pregunta más —me dice, y yo siento un escalofrío—. ¿Me tienes miedo por algún motivo?

Que yo tengo miedo es algo que no puedo ocultar de ninguna forma, y menos a una chica tan perceptiva como ella.

—Después del sábado, ¿vale?

Estrella me vuelve a mirar en silencio. Luego cierra los ojos unos segundos y se hace a un lado para dejarme pasar.

—De acuerdo. Después del sábado, entonces.

—Gracias…

Salgo corriendo sin tener en cuenta a dónde me estoy dirigiendo. Tengo una paranoia muy fuerte con que todavía querrá seguirme y hacerme algo malo, así que giro por varios callejones y termino en un parque abierto, bastante bonito, así con una fuente y bancos de colores, pero… ¿Dónde estoy? No he estado en la vida en esta zona del barrio. No encuentro ningún elemento que me haga orientarme. Pero no debería de estar muy lejos de casa, ¿no?

Encima no tengo el móvil para mirar el Maps. Perfecto todo. A pasear, a ver qué tal es esta zona. Lamentable, de verdad…

Mientras camino me encuentro con el grupo de niños que me pegó el balonazo del uno de marzo. Dos de ellos se miran, me señalan y se ríen de mí. Yo corro un poco para alejarme de ellos. Doy pena.

Después de dar algunas vueltas más, por fin me parece ver a lo lejos un edificio que me sirve de referencia. Estoy más cerca de lo que pensaba, pero estaba dando vueltas como un imbécil.

Cuando por fin llego a casa, me encuentro un montón de mensajes de Lydia.


[Lydia. 18:00]

¿Ya has llegado a casa?

¿Te has perdido de verdad?

¿No te funciona el Maps?

¿Quieres que te vaya a buscar?

Izan

Izan mira el móvil maldito

Que estoy en un sinvivir

Sé que sigues vivo porque el calendario sigue adelante

¡Pero yo me preocupo igual!

Iiiiiizaaaaan

CONTESTA MALDITA SEA

Como no me hables ya te vas a perder, pero de la patada que te voy a dar


Mientras leo los mensajes, veo que Lydia me está llamando por teléfono. Yo contesto rápido.

—Perdón, perdón… Me había dejado el móvil en casa.

—¿Qué? ¡¿Te dejas el móvil el día que más lo necesitas?!

—Sí, yo es que estoy hecho de otra pasta.

—Entonces… ¿Es verdad que te has perdido?

—Sí, bueno… Sí, tal cual.

—Pero tú estás bien, ¿no?

—Sí, lo único que ha pasado es que soy idiota y que unos niños se han reído de mí.

Lydia empieza a reír.

—¡Izan por favor! ¿Cómo te pierdes en tu propio barrio?

—Bueno… Es que es un barrio muy grande, ¿sabes? Hay zonas que no…

Ella se sigue riendo. Yo no me atrevo a decirle lo de Estrella. Que ría ahora que puede, que el sábado de la pelea está muy cerca. Por mi parte, será mejor que deje esto como una anécdota estúpida de las mías.

Pero yo me he quedado con mal cuerpo. Estrella ahora sabe que la evito. Todavía sigo pensando que me esperaba ahí gracias a su magia. Como mínimo sabe que algo está mal entre nosotros. Si el sábado no queda todo más claro, no sé que voy a hacer con ella. Lo único que espero es que no me lance ningún conjuro oscuro por esto, porque es lo que me faltaba ya…









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