top of page

Martes 18 de abril de 2023

Joel Soler

Actualizado: 11 oct 2023


Capítulo 49

Lydia se autoinvita

“Esto no es ninguna novedad. Pero viene bien el aviso, así tengo la compra hecha.”



Eric no ha venido hoy. Hugo tampoco. Después de lo de ayer, me pregunto si lo han despedido. Elías sigue diciendo que no se fía de Hugo.

—Hazme caso, Izan. Si se queda en la calle, ese cabrón ya no tiene nada que hacer. Y si ya no tiene nada que perder, no hay motivos para que no se dedique a matar a quien él quiera. Que está muy loco, de verdad.

—Tenemos que enterarnos de si de verdad lo han despedido. Tú agarraste del cuello al jefe y aquí sigues. Mientras Hugo pague la impresora…

—Ya veremos, ya…


Al salir del trabajo, Lydia me está esperando en la puerta.

—¿Es para que no me pierda? Pensaba que me mandarías a otro, no sé, al matrimonio anciano que vive en mi edificio, por ejemplo.

Esperaba que Lydia se riera con eso, pero está cabizbaja.

—Izan… ¿Me puedo quedar a dormir en tu casa?

—Bueno, ayer hice la compra sabiendo que te ibas a autoinvitar, así que en principio no hay mucho problema —digo esperando una respuesta que no llega, por lo que continúo—. ¿Por qué quieres quedarte?

—¿No te lo imaginas?

—Por la predicción de mañana…

—Sí. Lo he estado pensando. Yo sigo pensando que soy la que se muere, ¿vale? Pero hay una manera de minimizar las posibilidades…

—¡Y dale! Que tú no te vas a…

—¡Escúchame! Por favor, escúchame. Es solo para que me quede más tranquila, ¿vale? Será solo hoy y mañana, y para mí es importante. Mira, en la predicción pone que te informan de la muerte. Recalco lo de que te informan.

—Ya. Yo también pensé en eso.

—Sí, ¿verdad? Si yo estoy pegada a ti todo el día, no te pueden informar. ¡Me matarían delante de ti! Nadie te informaría de nada.

—Ese escenario ya lo contemplé. Si quieres lo hacemos, porque no tenemos nada mejor, pero no es perfecto tampoco. Mañana estaremos separados toda la mañana en el trabajo. Puede ocurrir a la ida, a la vuelta o durante el trabajo.

—¡Es mejor eso que sufrir todo el día!


El resto del martes es rutinario. Lydia se instala, me ayuda con las tareas de la casa, hablamos un poco de las predicciones…

Hasta que poco antes de la hora de dormir, recibo un mensaje en el móvil por parte de los padres de Eric.

—¿Qué pasa? —pregunta Lydia—. Se te ha quedado la cara blanca.

—La madre de Eric me acaba de escribir… —intento leerlo más de una vez para asimilarlo—. Dice que esta mañana lo han ingresado y que lo tienen en observación.

—¡¿Han ingresado a Eric?! ¿Qué ha pasado?

—No me lo dicen… Me ha dicho en qué hospital está, pero no saben si podrá recibir visitas mañana.

—¿Eric no ha ido hoy al trabajo?

—Ni hoy, ni ayer. Pero me dijo que no me preocupase…

Me he paralizado. No me lo creo. No puede ser que pase esto el día antes de la peor predicción de todo el calendario. Eric tampoco aparece en el resto de las predicciones del mes. Puede ser cualquiera menos Abril y Estrella, pero no puedo aceptar que sean Eric o Lydia. No puede ser, no me lo voy a creer. El final de mes será feliz, ¿no? No puede ser uno de mis dos amigos más cercanos. No lo acepto.

—Lydia. Mañana estaremos todo el día en el hospital. Si me mantengo cerca de Eric y de ti a la vez, no será ninguno de los dos…

—Pero Izan…

—No acepto un no por respuesta. Pasaré el día entero ahí, y tú conmigo.

—En un hospital no funciona así… —me dice, abrazándome—. ¿Entiendes? No puedes estar todo el rato que quieras, y si pasa lo peor, será en alguna sala a la que no tienes acceso. Y si te informan el mismo día es porque puede que estés ahí mismo, esperando a que los médicos te digan qué ha pasado.

—¡¿Quieres dejar de dar por hecho que Eric se va a morir mañana?!

—¡No estoy diciendo eso! Lo que estoy diciendo es que, si vamos, hay más probabilidades de que encaje con la predicción. Izan, si queremos evitar algunas muertes… Tenemos que jugar con las normas del calendario.

—¿Y qué normas serían esas? Porque no tengo ni idea de lo que estás hablando y me estoy poniendo muy nervioso…

—¡Sí que lo sabes! Eres tú el que siempre piensa en estas cosas. En como bordear el significado de la predicción, como tú mismo dices. La frase clave es que te informan de la muerte. Tenemos la certeza de que no es un actor ni tampoco un animal o algo con doble sentido, porque al día siguiente vas a un tanatorio.

—¿Y si al día siguiente voy a un tanatorio porque sí? Aunque no tenga nada que ver conmigo. Así mañana se morirá alguien irrelevante.

—No, no estás pensando con claridad… La muerte es mañana. Tus acciones tienen que ser mañana. Lo que hagas pasado mañana no lo puedes decidir antes, porque el calendario ya se habrá impuesto a ti. Además, irás al tanatorio por alguien conocido casi seguro, porque poco después de eso, Abril te estará animando…

—¿Entonces cómo quieres que bordee la predicción?

—Solo se me ocurre una manera que será eficaz para garantizar que Eric esté bien, y sigue encajando con que yo esté a salvo. Puede, eso sí, que aumente las posibilidades de otras personas.

—Pues soy todo oídos, pero dímelo ya, por Dios.

—Apaga el móvil. No dejes que te informen de la manera en que los familiares de Eric te informarían si le pasa algo. Si es él, te enviarán un mensaje o te llamarán. Evita ver cualquier cosa por donde se pueda poner en contacto contigo la familia de Eric. Haciendo eso, te asegurarás de que no es él. Y si Eric no muere mañana, entonces se salvará de lo que sea que le esté pasando, porque si muriese poco después de mañana, no encajaría nada con tus predicciones felices de final de mes, ya que te enterarías un poco más tarde y no podrías soportar dos muertes seguidas. ¿Entiendes?

Me quedo callado unos segundos, asimilando todo lo que Lydia me ha dicho. Al principio, cada una de esas frases rebotaban por mi cabeza, pero poco a poco les estoy dando forma.

—Lo entiendo… Creo que lo entiendo. Pero entonces… ¿Cómo me informarán? ¿Cómo me voy a enterar?

—No lo sé. Solo estoy pensando en cómo salvar a Eric —dice Lydia, casi llorando—. Y, con un poco de suerte, me podré adaptar a eso para que también me salve yo. A menos que Estrella me mate y sea ella misma la que te informe en la puerta de tu casa…

—Es que… No, si tiene sentido lo que dices —menos lo de Estrella, pero eso no se lo voy a decir—, pero me estás pidiendo que mis acciones sean las que decidan quién tiene más posibilidades de morir en mi entorno. ¿Sabes lo que es eso?

—Es lo único que podemos hacer.

—Ya. No, si… Vale, ya lo sé —digo respirando con algo más de calma—. ¿Y qué hacemos nosotros mañana con el trabajo? Ahí estaremos separados, y lo peor es que, si algo le pasa a Eric, puede que me informen en la oficina.

—Tenemos que intentar no ir. Le pedimos justificantes al doctor presidente de tu edificio.

—Vale… No nos queda otra.

Lydia y yo nos abrazamos una vez más, casi llorando, y nos quedamos así hasta que decidimos que es la hora de dormir. No queremos que llegue el día de mañana, pero no podemos hacer nada. Solo podemos bordear la predicción, sin saber si eso será una solución, si no servirá de nada, o si nos llevará a algo todavía peor…











49 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Epílogo y texto final

Epílogo: Más allá del calendario Este es el final de la historia. La historia que Izan ha vivido durante todo un año. La historia de doce...

Jueves 29 de febrero de 2024

Capítulo 366 Todos miramos a Oliver. Su frase se ha quedado a medias. —¿Oliver…? —pregunta Anna. —¿Qué? —pregunta él, con una expresión...

Miércoles 28 de febrero de 2024

Capítulo 365 A (Parte 1) CDLS al completo en el templo “Eso no ocurrirá. Y ya no importa de quién sea la otra letra. Acabaremos hoy, pase...

Comments


bottom of page