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Martes 27 de febrero de 2024

Joel Soler

Actualizado: 28 feb 2024


Capítulo 364


Nora colapsa


“Va y desaparece antes de esta predicción. ¿Por qué hace estas cosas?”


 

    Seguimos sin encontrar a Nora y a Frank. No dan señales durante toda la mañana, y no sabemos dónde buscar.

    Al mediodía, nos llega un mensaje a varios de nosotros. Aunque para muchos es un número desconocido, Estrella dice que es un número de Olivia.

    En el mensaje, se ve el vídeo de Nora matando a Salvador Santalla. Está acompañado por el siguiente texto:

    “Este vídeo llegará a muchos contactos de la vida de Nora, y también llegará a la policía, con todos los datos de Nora. Si alguno quiere declarar en su contra para terminar de hundirla, ¡que no se corte! JIJIJIJIJI”

    Al final, Olivia ha sido la primera en hacer su movimiento…

    ¿Dónde está Nora? Tengo que encontrarla…

 

    Cada uno de nosotros está buscando en diferentes sitios. Está claro que no podemos pedir ayuda a la policía, porque ahora Nora es una persona buscada. ¿Por qué tenía que pasar esto ahora que estamos terminando lo del calendario…?

    Son las siete y pocos minutos de la tarde. Recibo una llamada. Es Nora.

    —¿Qué haces? ¿Dónde estabas? —pregunto, nada más aceptarla.

    —¡Izan! ¿Sabes dónde está Frank?

    Su tono es el de una persona que está corriendo, asustada y desesperada.

    —¿Frank? ¿No está contigo?

    —¡Se ha ido! ¡Me la ha jugado!

    —Espera. Nora, habla con más claridad. ¿Qué ha pasado con Frank? ¿Está en peligro?

    —¡No me da tiempo a explicártelo! ¡Tengo que seguir buscándolo!

    Nora cuelga.

    ¿Qué hago? ¿Ahora tengo que buscar a Frank? ¿Y cómo lo busco?

   

    Una hora y cuarto después, acompañado de Alex en mi búsqueda, recibo otra llamada. Es un número privado. ¿Será Olivia para reírse de mí? No me queda otra que aceptar la llamada.

    —¿Hola…? —digo.

    —¡Izan! Soy Gabriel.

    Esa sí que no me la esperaba… ¿El doctor Gabriel? ¿Por qué me llama, y con qué teléfono?

    —¿Me oyes, Izan? Tu amigo, el forzudo, está en la planta de arriba del hospital abandonado.

    —¿Qué…?

    —Creo que no me ha visto. Tiene el cuerpo inconsciente… O muerto, de una mujer. ¿Es peligroso…? ¿Le ha hecho algo a esa mujer, o se lo quiere hacer…?

    No. No lo entiendo. ¿Qué está diciendo…?

    —Mi amigo el forzudo, ¿te refieres a Frank? ¿El que estaba conmigo y con el amigo de mi tío el otro día en el hospital abandonado?

    —Ese. El que tenía problemas con Lucas Abad. A la mujer no la conozco. Lleva traje, pelo largo, liso, morena…

    —¿Es eso posible? —dice Alex—. ¿Nos podemos fiar de lo que diga este tío?

    —Frank está con Dana… —digo.

    —¿Con la abogada? ¿Con el cuerpo en el que está Olivia…?

    ¿Frank está ahí con el cuerpo de Dana…? ¿Qué sentido tiene eso…? ¿Qué ha hecho…?

    Llamo corriendo a Nora, mientras nos dirigimos a una zona de taxis que hay aquí cerca.

    Le digo dónde está Frank, y le pido que me explique qué es lo que ha pasado.

    Nora está agobiada y no consigue hablar. Por lo visto, está con Saúl, con el que ha quedado para hacer la búsqueda acompañada de alguien que pueda deducir dónde podrían encontrar a Frank. Los dos se dirigirán hacia el hospital también.

    Entre los dos, y con muchas interrupciones y vueltas, me cuentan qué es lo que ha pasado.

    Olivia envió ese mensaje delante de Nora. Dijo que era el primer paso para que colapsara. El plan de Nora y Frank era que Nora hiciera de cebo para Olivia o para Jordi, y que Frank estuviera escondido para atrapar a uno de los dos.

    Lo hicieron de tal manera que funcionó, ya que llegaron en momentos separados, y Nora supo qué puertas dejar abiertas. Ambos tuvieron mucha paciencia, y esperaron horas para que Olivia o Jordi se confiaran. Olivia fue la primera en aparecer, y Frank hizo su parte del trato. Forcejeó con Olivia, la ató y la amordazó.

    Sin que Nora se lo esperase, Frank se llevó en brazos a Dana, y corrió hacia un coche que tenía preparado en secreto, y que fue llevado ahí por Marina, la amiga de Iris. Cuando Nora iba a detener a Frank, salió de la nada Enzo, que era parte del plan para proteger a Nora. Cuando Frank atacase al primero de los enemigos de Nora en aparecer, Enzo atacaría al segundo. Pero Enzo no dejó que Nora persiguiera a Frank, y le dijo que se quedasen los dos ahí hasta que llegara Jordi, y que ahora le tocaba a él. Sin embargo, Nora golpeó con una patada a Enzo en los testículos, y salió corriendo.

    Lo despistó y se pasó el resto del día buscando a Frank y haciendo llamadas a todo el mundo, a riesgo de ser encontrada por la policía.

    Saúl tiene un presentimiento muy malo sobre lo que quiere hacer Frank, y dice que tenemos que llegar lo más rápido posible, porque si a Frank le sale bien lo que quiere hacer… Será muy tarde para impedirlo.

    Llegamos por fin al hospital, y subimos a toda velocidad al piso de arriba del todo.

    —¿Por qué aquí…? —pregunta Alex, mientras subimos por las últimas escaleras.

    —Frank vio este sitio hace poco. No sé si se le ocurrió alguna idea que no querría compartir con nosotros…

    Cuando llegamos arriba, escuchamos al fondo del pasillo unos gritos.

    Gabriel sale a nuestro paso.

    —Han venido Nora y otro chico —dice—. Están al fondo, en la sala de aislamiento número seis.

    —Gracias —digo, y corremos hacia allí.

    Al entrar en la sala, vemos a Nora gritando y pegando golpes a un cristal. Saúl está con ella. Al otro lado del cristal, en una unidad de aislamiento, está Frank con un cuchillo, solo, encerrado. Lo podemos ver a través del cristal.

    En el suelo, en nuestro lado del cristal, está Dana, sentada, tocándose el cuello y tosiendo.

    —¡¿Qué pasa aquí?! —grito.

    —Izan… No sabía si era mejor que vinieras o no —dice Frank—. No creo que fuera necesario para la predicción, pero… Quería verte.

    —¿De qué hablas…?

    —¡Izan! —grita Nora, aferrándose al pecho de mi camiseta, mirándome a los ojos, llorando—. Por favor. Por favor, Izan… Dile a Frank que no haga lo que quiere hacer. Tú lo puedes convencer, ¿sí? Por favor, Izan…

    —¿Qué quiere hacer…? —pregunto, mirando a Nora y a Saúl.

    —Quiere quitarse la vida —dice Saúl.

    —¿Qué…?

    —¿Qué dices? —dice Alex, corriendo hacia el cristal y pegándole un puñetazo—. ¡Sal de ahí, y hablamos cara a cara!

    —¿Por qué estás encerrado con un cuchillo? ¿Qué has hecho…? —pregunto.

    Frank me mira a los ojos. Al ver que Alex se acercaba, él se ha alejado mucho del cristal, hacia el fondo de la sala.

    —Dana fue muy fuerte —dice—. Pudo aguantar mucho tiempo sin que Olivia dominase su cuerpo. Yo siento que en cualquier momento perderé la cordura.

    —¿Olivia…? —digo—. ¿Olivia está en…?

    —Ayer pregunté muchas más cosas al maestro Nero —dice Frank—. Quería estar seguro de cuál era la mejor forma de salvar a Dana. Todas las formas, incluso las más incómodas de escuchar.

    —¡¿Tienes a Olivia en tu cuerpo?! —grita Alex—. Pues mantenla ahí. Ni se te ocurra hacerte nada.

    —Ya sé lo que estás pensando. No funcionará —dice Frank—. No solo no tienes garantías de traerme a Jordi hasta aquí… Es que, aunque lo consigas, Olivia no saltará. Su único seguro es saltar entre personas a las que no mataremos. No tiene ningún valor para ella saltar al cuerpo de Jordi, que es a la única persona a la que podríamos llegar a matar si fuera necesario.

    —¿Y cómo nos quitamos de encima a Olivia? —pregunta Alex—. Porque tú no te vas a quitar la vida.

    Frank no contesta.

    —¿Frank…? —pregunto.

    —Lo siento —dice—. He tenido muchas, muchísimas horas para pensarlo. Llevo, en realidad, muchos días pensando en algo así. La charla del maestro Nero y Estrella solo sirvió para confirmar que mis pensamientos podían tomar forma. Pero la idea de quedarme con el espíritu de Olivia para salvar a Dana… Y de quitarme la vida en un lugar en el que ella no podría saltar al cuerpo de nadie…

    —Escucha —dice Saúl—. Aunque Estrella dijera que los espíritus no quieren atravesar cristales y muros, no tienes garantías de que Olivia, en concreto, no sepa hacerlo.

    —Por eso os tenéis que ir —dice Frank—. Como mínimo esto servirá para que Olivia crea que no es un salto seguro, y más si yo estoy alejado del cristal. Pero, para más seguridad, alejaos vosotros también. Este es el mejor lugar para matar a Olivia.

    —¡No! —grita Nora, pegándose al cristal—. Por favor, Frank… No.

    —¿Cómo has conseguido que Olivia entre en tu cuerpo…? —pregunto.

    —La traje aquí a la fuerza. Le dije que la había encerrado aquí para que pudiéramos esperar a que llegara la maestra Salma.

    —¿Salma? ¿La tercera maestra? —digo.

    —La madre de Salvador Santalla… —dice Saúl.

    —Fue un consejo que me dio el maestro Nero. Que, si yo nombraba a Salma, Olivia se creería que ella habría descubierto la solución para sacar el espíritu de Olivia del cuerpo de Dana. Al parecer, Salma llevaba mucho tiempo encerrada en las celdas de Olivia. Fue rescatada por ti y por los VDLS el día del Proyecto Esmeralda. Contactó con el maestro Nero hace poco.

    —¿Yo rescaté a Salma…? —pregunto.

    —Sí, pero ella ya no quiere tener relación con nada de esto. Nero me dijo que, si le decía a Olivia que Salma tenía una fórmula de anular el espíritu parásito, se lo creería. Entonces Olivia me dijo que alguien tan simple como yo sería mucho más fácil de manipular que una persona desconfiada y experimentada como Dana. Me dijo que, si me poseía a mí, nadie podría llevarme en brazos como yo hice con Dana, y que sería mucho más invencible. Que ya llevaba tiempo pensando en entrar en un cuerpo como el mío o el de Enzo. Cuando vi que Olivia iba directa a mi trampa… Se quitaron todas mis dudas. Solo tuve que fingir que entendía la amenaza y el peligro, y que no iba a permitir que saltara a mi cuerpo. Que antes le haría perder el conocimiento hasta que llegara Salma. Y así empecé a estrangular a Dana… Con tanta fuerza, que Olivia sintió que era su fin. Se lo creyó, Izan… Y saltó a mi cuerpo. Lo noté. Es otra de las cosas que me explicó el maestro Nero. En uno de los escritos de Olivia, estaban detalladas las posibles sensaciones que confirmarían la parasitación.

    Por eso Dana está en el suelo, tosiendo, tocándose el cuello, y aturdida.

    Olivia está en el cuerpo de Frank…

    —Cuando Olivia entró, dejé a Dana en el suelo, a mucha distancia de esta cámara de aislamiento, y me encerré aquí. Solo se puede abrir desde dentro, pero lo he roto y atascado. No podréis abrir, y yo tampoco.

    —Pues entonces no hagas nada —dice Alex—. No te muevas de ahí. Pensaremos en algo.

    —Si tardamos mucho, Olivia tomará el control. Si usa mi fuerza, puede que consiga romper el seguro de la puerta desde dentro, y termine abriendo. No quiero correr ese riesgo.

    —¿Entonces…? —pregunto—. Morir está más que descartado, Frank. No puedes hacer eso.

    —Izan… Piensa en la situación. Piensa en todo. Tal y como se han dado las cosas… Yo ya no puedo hacer otra cosa.

    —Claro que puedes —digo.

    —No, Izan. Te prometo que lo he pensado durante mucho tiempo.

    —¡Es que no tendrías que haber hecho eso! —grita Nora—. ¡No era lo que acordamos!

    —Lo siento —dice Frank—. Sé que actué de forma impulsiva y egoísta. Prioricé salvar a Dana… Y también garantizar algunas cosas más.

    —¡No! ¡Deja de decir eso! —grita Nora.

    —Eh, Frank… No voy a dejar que lo hagas —dice Saúl—. Lo sabes, ¿no? Si evitamos que Nora colapse… El día se reiniciará. Vamos a pensar en otra forma de hacer las cosas.

    —No. Eso no es posible —dice Frank—. Quiero que aceptéis que el día avance y la predicción se cumpla. Es algo que no tenéis que evitar.

    —¿Cómo que no? Llevo mucho tiempo arreglando cosas gracias a los reinicios. Mucho, muchísimo tiempo, Frank. Puedo hacer un plan.

    —Si se reinicia el día, Olivia despertará en el cuerpo de Dana, recordando todo lo que ha pasado. Tendrá suficiente tiempo para defenderse, y no tendremos otra oportunidad de atraparla así. La única forma de acabar con ella será matar a Dana.

    —Entonces, ¡mantente encerrado, pero vivo! —dice Saúl—. Solucionamos lo del calendario, y luego, con calma…

    —¿No escuchas? —dice Frank.

    —¡Sí, joder! Pero no lo acepto. Ya sé que Olivia te puede poseer, pero, si hacemos algo… Si te contenemos… Podríamos encontrar una forma. Tal vez la maestra Salma puede hacer realidad eso que has usado como engaño.

    —Si damos la oportunidad de que mi cuerpo, con Olivia al control, salga de aquí, puede ocurrir que se salve, y entonces se acabó para siempre. Y si al final lo conseguimos, podría darse el caso de que Nora no colapse, todo se reinicie, y perdamos también la oportunidad para siempre. En cambio, si yo muero, Nora colapsa, y Olivia muere. Tiene que ser aquí y ahora.

    —¡Vale! —dice Saúl—. Entonces, lo siento, pero esto para mí es una línea rota. No acepto un mundo en el que tú te mueras. Haré que las predicciones no se puedan cumplir, y que los Voyat rompan la línea, o reinicien el mundo.

    —¡No! —grita Frank—. Si los Voyat rompen la línea, por lo que a mí respecta, es exactamente lo mismo que morir. Moriríamos todos. No quiero eso. ¿De qué sirve matarnos a todos? ¿Para crear una oportunidad en otra rama que nos quite la oportunidad de atrapar a Olivia? ¡No! Ni se te ocurra crear una línea rota.

    —Pues el reinicio total —dice Saúl—. Estoy dispuesto a hacerlo.

    —Sabes que eso no lo voy a consentir, tampoco —dice Frank—. También siento que todos nosotros moriríamos si se reinicia el mundo. Todos menos tú, Olivia, y Oliver. ¿Qué posibilidades tienes en el mundo donde Oliver tiene un segundo calendario, y donde Olivia tiene sus recuerdos?

    —Siento si no estás de acuerdo conmigo, Frank —dice Saúl—. Siento si te parece la visión de un puto egoísta, pero… No voy a seguir adelante en un mundo donde no estás tú. Si tengo que reiniciarlo todo, enfrentarme a miles de reinicios por lidiar con dos calendarios, y enfrentarme a Olivia y a su nieto, lo haré. Lo pienso hacer, y pienso aguantar todos esos reinicios, para crear un mundo en el que sí estás con nosotros. Y si te preocupa perder tu identidad actual, te recuerdo que se puede recuperar, especialmente en febrero bisiesto. ¡Puedo devolverte a la vida al final de la cuarta versión el mundo! A todos vosotros. A todos los que sois importantes para mí.

    —Saúl. No. No lo hagas —dice Frank—. Ni lo pienses.

    —Calla, Frank. Ya me he decidido. Ya sé lo que quiero hacer. En realidad, es muy fácil ganar. Solo tengo que contactar con Izan durante los primeros días, explicarle toda la verdad, ajustarme a las primeras predicciones… Y conseguir que, en una de esas, rompamos el calendario de Izan y el de Oliver. El hechizo se rompe, y Oliver queda fuera de juego. Solo nos quedará ir a por Olivia. Es en lo único en lo que tengo que pensar. Después… Haré que Pol aprenda a hacer lo que ya hace. Esperaré a febrero bisiesto, si hace falta. De esa forma, todos podréis volver, y yo os esperaré al otro lado, orgulloso del mundo que he creado, en el que he ganado, y vosotros, con vuestra identidad, podréis volver conmigo.

    Nora mira a Saúl, asintiendo con mucha energía una y otra vez. Conteniendo las ganas de llorar.

    —Eso… Eso es lo que tenemos que hacer —dice Nora—. Si lo hacemos así, Saúl vivirá muy pocos reinicios, y todos los que estamos aquí ahora, con nuestra identidad, podremos volver. ¡Y puedo intentar convencer a mi hermano también! Si convenzo a Oliver de que ayude a Saúl desde el día uno, él mismo…

    —Si lo rompe, él perderá sus recuerdos vinculados al hechizo —dice Frank—. Oliver nunca lo ayudará.

    —¡Pues sin Oliver! —grita Saúl—. No lo necesito. Solo tengo que asegurarme de cumplir las predicciones iniciales, ahora que me las sé, y convencer a Izan de que haga lo que le digo. Buscar a los aliados adecuados, y actuar. Olivia estará en el cuerpo de una anciana… Podré con ella.

    —Saúl —dice Frank—. No quiero que se reinicie el mundo. No creo que tu plan funcione, porque Olivia con recuerdos es algo que no podrás controlar. Si ya sabe que solo vosotros dos tendréis los recuerdos, habrá preparado una forma de evitar todo lo que está diciendo. Por ejemplo, fingiendo que otra persona se llama Saúl, y que esa persona sea la que cumple tus predicciones con Izan. Pero, incluso aunque ganes… Te estoy hablando de que tampoco quiero eso. No quiero que funcione.

    —¿Qué dices? ¿Qué es eso de que no quieres? —pregunta Saúl, cada vez más alterado.

    —Este es el mundo que tiene que seguir adelante. Este, y solo este. No quiero reinicios. No quiero que se pierdan las personas de este mundo.

    —¡¿Por qué sigues con eso?! ¡Yo haré que vuelvan los recuerdos de todos!

    —Porque es el mundo en el que ha nacido Óscar. Sus recuerdos no los podrás recuperar.

    —¿Óscar…? —dice Saúl—. ¿El hijo de Serena…?

    —Lo sabéis, ¿no? El efecto mariposa. Lo aprendí de ti, Saúl. Incluso aunque hicieras lo posible para que Serena y Andrés vuelvan a estar juntos… Nada garantiza que Óscar nazca en ese mundo.

    —Nacerá un hijo si se juntan —dice Saúl—. Puede que más tarde, y puede que con otro nombre, o que sea una niña… Pero será el hijo de esa pareja. Podrás cuidar de él, o de ella…

    —No será Óscar —dice Frank—. Creo que los demás lo entienden, ¿verdad? Por eso están tan callados. Saben que no voy a ceder en esto.

    Saúl se gira hacia nosotros.

    —Izan, Alex… ¿No diréis nada?

    No puedo hablar. Mi nudo en la garganta es más fuerte que nunca.

    —Izan —dice Frank, mirándome—. No lo hago solo por Saúl, por Dana, o por Óscar. Lo hago porque creo que es la mejor opción. Sabes lo que pasará con la predicción de mañana si yo muero aquí, ¿no?

    —¿Con la de mañana…? —digo—. La de mañana… Si tú mueres… No se cumplirá.

    —Tú lo has dicho, Izan. Tú lo has dicho. Si yo muero, los CDLS no podrán reunirse al completo. Si eso pasa, Oliver no podrá llegar al veintinueve de febrero, y el día veintiocho se reiniciará una y otra vez. Si eso pasa, Saúl tendrá tiempo de trazar un plan, ya que ni Oliver, ni Jordi, podrán saber que el mundo se está reiniciando una y otra vez. Solo Olivia podría… Y estará muerta. Haciéndolo así, aseguramos que Saúl tenga la mejor forma de quitarle las hojas a quien sea. Solo hay que esconder a Izan para que no lo maten, y también he preparado eso… Porque Enzo me está ayudando.

    —No digas tonterías… —dice Saúl—. Ahora eres tú el que confía a ciegas en un plan que puede salir mal.

    —Puede salir mal. Joder, ya lo sé. Pero os doy una buena oportunidad. Sin Olivia, sin Izan en peligro, con oportunidades el día veintiocho… Saúl, lo sabes. Todos lo sabéis. Sé que lo sabéis.

    —¡No! ¡No sabemos nada! —grita Saúl—. ¡No estás pensando con claridad!

    —Estoy pensando con mucha claridad… —dice Frank—. Como te he dicho, he tenido mucho tiempo para pensar.

    —No lo hagas… —dice Nora, pegando su cabeza al cristal.

    Sin pensarlo dos veces, aparto a Nora del cristal.

    —¡¿Qué haces?! —grita.

    —No… No sé por qué lo he hecho —digo.

    —Sí que lo sabes —dice Frank—. Y te puedo jurar, Izan… Que nunca me había sentido tan orgulloso de nadie, como de ti ahora mismo.

    —¿Qué dices…? —digo—. Si no sé ni por qué lo he hecho…

    —Lo has hecho porque sabes que es la única opción. Porque sabes que, si Olivia sale de aquí, y entra en el cuerpo de Nora, se acabó. Puede huir, o puede entrar en cualquiera de vuestros cuerpos. Puede, incluso, jugar a que no sabréis en cuál de los cuatro cuerpos está. Sé que te duele, Izan… Sé que te acabo de hacer la mayor de las putadas… Pero entiendes que mi opción es la única, y respetas mi deseo de que así sea.

    Me quedo callado. Tengo un nudo asfixiante en la garganta.

    Y, no… No lo entiendo. No soy tan fuerte como te crees… No tienes que estar tan orgulloso de mí… Yo quiero gritar, acercarme al cristal, y hacer lo mismo que están haciendo Saúl y Nora… Pero estoy callado, apoyándote, solo porque sé que es lo que tú quieres. No entiendo nada más que eso… Pero no te lo puedo decir, porque no te quiero decepcionar…

    De repente, Frank empieza a tambalearse.

    —¿Frank…? —digo.

    —Simplón, pero con fuerza de voluntad… —dice Frank—. Está muy convencido de todo lo que dice… Ji, ji… Uf, qué voz tan grave. No puedo reírme.

    —¡No! —grita Nora.

    —¡Frank, recupera el control! —grita Alex.

    —No hagáis caso al musculitos —dice… Olivia—. Os está pidiendo que lo dejéis morir, y vosotros no queréis eso. Mirad qué caritas. Mirad la cara de mi nieta traidora, perdiendo a una personita de su lista…

    —Saúl… —dice Nora—. Ayúdame a pensar una forma en la que mi abuela entre en mi cuerpo. Si yo muero, no pasa nada… Mi vida ya está destrozada, por culpa de ella. El vídeo que demostrará que soy una asesina está por todas partes. Si uno de nosotros tiene que morir, soy yo.

    —No me pidas eso… —dice Saúl—. Incluso aunque aceptara que Olivia entre en tu cuerpo, o en el mío, y que nos sacrifiquemos en el lugar de Frank… ¿Cómo lo hacemos? Está sellado, y tu abuela es muy lista. Sabe que ya no tiene que saltar a ningún otro cuerpo, y si ha escuchado a Frank, sabe que lo de Salma era mentira…

    —¿No saltará a ningún cuerpo más…?

    —Es poco probable —dice Saúl—. Pero tiene que haber alguna solución. Todavía creo que, si amordazamos a Frank y lo planteamos con calma…

    —¡Eh! ¡No seáis maleducados! —grita Olivia—. ¡Qué público tan poco entregado! Voy a tener que bajar a las gradas a dar algunos azotes.

    Olivia empieza a golpear la puerta.

    —Izan… ¿Qué hacemos? —pregunta Alex.

    —No lo sé… —digo—. Alex… Lo siento. Me he bloqueado. No creo que pueda con esto…

    —No te culpo, pero… Tenemos que hacer algo.

    Olivia sigue golpeando la puerta.

    —¡Qué fuerza tiene! —dice Olivia—. Siento que podré arreglar el pestillo torcido este a golpes. Nora… Vete preparando para colapsar, que no quiero que se reinicie este día, o volveré al cuerpo de Dana. Mañana será el día bueno… Ji, ji…

    —¡Olivia! —dice Saúl—. ¿Por qué tienes mi poder?

    —¿Anda? ¿Me estás hablando a mí? ¿Yo no te había roto? Mira que tienes aguante… ¡Ah! Ya sé. Estás dándome charla para hacerme perder el tiempo, ¿verdad?

    —Quiero saberlo de verdad.

    —Te lo resumiré: tu poder tiene mucho que ver con los Voyat. Solo he tenido que hacer un pacto con ellos. Uno de esos que solo puedes hacer en febrero bisiesto. Puede que solo me dejen usarlo durante este hechizo, o durante unas semanas o meses, pero me sirve.

    —¿Mi poder y los Voyat…?

    —Ya hemos hablado suficiente. Voy a romper esta…

    Olivia se detiene con el puño preparado.

    Poco a poco, el otro brazo del cuerpo de Frank, el que tiene el cuchillo, empieza a moverse.

    Sin que podamos asimilarlo, Frank se apuñala en el vientre.

    Está gritando de dolor. Yo he sentido como si la puñalada me la clavara a mí.

    —¡Fuera de aquí los cuatro! —grita Frank, alejándose todo lo que puede del cristal—. ¡Se acabó el tiempo! ¡No voy a dejar que me vuelva a dominar! ¡Olivia y yo morimos aquí y ahora!

    —¡No! —gritan Saúl y Nora al mismo tiempo. Los dos corren hacia el cristal y empiezan a dar golpes. Saúl se aparta y corre hacia la puerta para intentar abrirla. Gritan y golpean una y otra vez. Alex y yo… No podemos movernos.

    —Izan, Alex… —dice Frank, pegado a la pared, alejado del cristal, y con la mano en la herida—. Muchísimas gracias por apoyarme hasta el final.

    —No. Para… —digo, en voz muy baja.

    —Aprecio mucho que Saúl y Nora lloren así por mí. Quiere decir que lo que vivimos, como equipo… Fue tan especial para ellos como para mí. Pero aprecio mucho más que vosotros, que me conocéis desde hace mucho más tiempo… Sepáis qué es lo que necesito.

    —¡Necesitas salir de ahí! —grita Saúl.

    —Por favor… Izan… Alex… —dice Nora—. Haced algo… Por favor…

    —Sabéis que, cuando he tomado una decisión difícil… Necesito que os mantengáis fuertes. El apoyo y la fortaleza que estás mostrando, Izan… Es algo que no voy a olvidar nunca, allá donde acabe mi alma.

    Saúl sigue intentando abrir la puerta.

    Vemos que Frank mira hacia la puerta de la habitación, y sonríe.

    Nos giramos. Enzo acaba de entrar.

    —¿Tú…? —digo.

    Enzo camina hacia Nora y la carga con un solo brazo.

    Nora se intenta resistir. Está gritando y pataleando, pero no puede hacer nada contra Enzo.

    Después, se acerca hacia Saúl, y con el otro brazo, lo arrastra.

    —¡Enzo, ni se te ocurra! —grita Saúl.

    —Podemos hacer esto por las buenas o por las malas —dice Enzo—. No lo pongan más difícil.

    —¡Suéltame! —grita Nora.

    Enzo los saca a los dos de la habitación, y se gira hacia nosotros.

    —Ayuden a la abogada a salir de aquí. No creo que pueda caminar por sí misma.

    Alex se acerca a Dana y la ayuda a levantarse.

    Yo no puedo dejar de mirar a Frank.

    Está sangrando, pero su sonrisa es tranquila.

    —Alex —Frank tose—. Cuida de Izan tan bien como lo haría yo.

    Alex intenta contestar, pero no puede hacerlo a la primera. Está llorando.

    —¿Por qué me dices algo tan estúpido? Eres un imbécil incluso en este momento… —dice, con la voz rota—. Ya lo hacía desde mucho antes, eso. Ahora tendré que hacerlo el doble, y por tu culpa.

    Frank sonríe de verdad al escuchar ese comentario, y Alex se da la vuelta para sacar a Dana de ahí. Ella tiene la mirada perdida.

    Yo no me puedo mover.

    Frank cree que lo he aceptado. Que lo he entendido. Pero solo estoy bloqueado. Solo sé que tengo que hacer lo que me dice, y que ha dado muchos argumentos, y que está seguro, pero…

    Yo no quiero. Yo quiero sacarlo de ahí.

    Pero, si hago algo… Es posible que lo estropee todo. Y que decepcione a Frank.

    No puedo moverme…

    —Izan. ¿Sabes por qué le he pedido a Alex que te cuide?

    Yo niego con la cabeza.

    —Porque sé lo que harás cuando termine todo esto. Te sentirás responsable de muchísima gente. Cuidarás a los demás. Es el camino que has elegido, pero eres nuevo en ese camino, Izan. Al principio, sentirás que tienes que dar mucho más de lo que tienes que dar en realidad… Y por eso me quiero asegurar de que, mientras eso pase, alguien cuida de ti.

    —No te vayas… —digo, en voz muy baja. No quiero que me oiga…

    Frank tose. Su herida está cada vez peor.

    —Pero, ya que cuidarás de los demás… Te quiero pedir que cuides de Saúl. Que te asegures de que tiene una buena vida. Y, si puedes… Vigila que el niño de Serena crece bien. Pero, por encima de todo, Izan… Demuestra lo que todos ya sabemos. Demuestra que eres tu mejor versión. Te lo pedí y te lo vuelvo a pedir: no te rindas pase lo que pase.

    —Frank… —quiero decirle que no lo haga. Quiero pedirle que viva—. Frank… Me tengo que ir. —¡No! Tengo que decirle que viva. Que busquemos otra solución—. Muchas gracias por todo… Eres el mejor héroe que existirá nunca en este mundo. En todos los mundos.

    La sonrisa de Frank… El orgullo que muestra… Nunca lo había visto así. Jamás.

    Después, vuelve a toser. Cada vez le cuesta más mantenerse en pie.

    —Has superado mis expectativas, Izan. Sé lo que querías decirme en realidad. Pero, que me digas eso… Me demuestra que no me equivoqué contigo. Ahora, por favor… Corre, y no dejes que otro que no seas tú rompa ese calendario.

    Yo asiento y, cuando Frank, con las pocas fuerzas que le quedan, se tapa la boca con una mano, y señala la puerta para que corra con la otra, yo me doy la vuelta y corro sin mirar atrás.

    Bajo las escaleras a toda velocidad.

    Cuando llego abajo, escucho los gritos de Nora.

    Su lloro está roto, ahogado, y con la mirada perdida hacia el cielo.

    Alex la está abrazando.

    —Ha colapsado… —dice Saúl—. Tenéis lo que queríais. La predicción se ha cumplido, y no podré reiniciar el día de hoy.

    —Saúl… —me acerco a él y le pongo la mano en el hombro, pero él me aparta de un manotazo—. No. Tú tenías que haberme apoyado en esto.

    —¿Crees que te duele más que a mí? —pregunto—. ¿Eso es lo que piensas ahora mismo, Saúl?

    —No voy a contestar a eso. Solo necesito pensar. Si reinicio el mundo entero… Puede que Frank no me lo perdone, pero… Vivirá.

    —No lo hagas… No es lo que Frank quería.

    —Cállate. Necesito pensar… Necesito tomar el control. Si mato a Jordi, y atrapo a Oliver… Ya solo dependerá de lo que hagas tú. Y cuando eso pase, más nos vale ponernos de acuerdo.

    —Saúl, espera… Necesito tenerte a mi lado para esto…

    —Izan. Necesito estar solo. Necesito pensar, y lo necesito más que nunca.

    Saúl se va.

    Me quedo quieto.

    Quiero volver atrás. A lo mejor Frank todavía…

    No… No puedo…

    —Izan —dice Alex—. Has sido muy fuerte…

    —Vamos a por Jordi. Tenemos un día y medio que nos ha regalado Frank. Pero, si no lo aprovechamos, y si Jordi sigue en juego, no habrá servido para nada.

    —Izan…

    —¿Por dónde empezamos? —digo—. No podremos contar con Saúl por hoy, así que te toca ser el de los planes, Alex. Dime, ¿qué hacemos? ¿Crees que Jordi aparecerá hoy, o lo hará en la de mañana? Si es en la de mañana, tenemos que convencer a Saúl de que nos ayude con los reinicios.

    —Izan, para…

    —Es que seguro que Jordi no se esconderá. Vendrá a por nosotros. Tendríamos que conocer también la ubicación de Oliver…

    Alex me abraza con mucha fuerza.

    —¡No tenemos tiempo para abrazos! —digo—. No tenemos tiempo. Hay que aprovechar cada minuto.

    Alex sigue abrazándome. Está llorando, pero es él el que me está consolando a mí. Lo noto. ¿Por qué? Si es él el que llora. Es él…

    Pero, antes de darme cuenta… Soy yo el único que está llorando.

    Lloro con todas mis fuerzas. Lloro como nunca antes he llorado en toda mi vida.

    —Alex… Es mentira… Yo no entendía nada de lo que decía Frank… Yo solo quería sacarlo a la fuerza de ahí…

    —No. Tú sí que lo entendías —dice Alex—. Lo has entendido mejor que nadie. Pero no lo procesabas. Eres lento procesando, Izan… Pero, a la hora de la verdad, sabes lo que hay que hacer en las situaciones más importantes. Y eso lo has demostrado hoy. Por tu fuerza, pienso hacer todo lo posible para compensarte. Por mí, y por Frank.

    Alex ayuda a Nora a caminar, y yo ayudo a Dana. Nos vamos hacia un taxi. Saúl hace rato que se ha ido, y Enzo tampoco está. ¿Dónde se ha ido? ¿Habrá ido a perseguir a Saúl, para evitar lo que quería hacer?

    No lo sé… No creo que pueda controlar lo que hace todo el mundo. Ahora necesitamos reagruparnos, y pensar… Usar el tiempo que nos ha dado Frank…

    Entramos en el taxi y nos vamos del hospital.

    Durante todo el viaje, estamos en silencio.

    Al llegar a casa, se lo contamos todo a Lydia, que no sabía nada de esto, porque estaba trabajando.

    No puedo enfrentarme a su reacción, pero… No lo entiende. No lo acepta.

    Ha gritado, nos ha insultado, ha hecho muchas preguntas torpes… Y se ha encerrado en su habitación, echándonos la culpa por irnos de ahí.

    Hice lo correcto… Dime que hice lo correcto, Frank…

    —Alex —digo—. No quiero llorar mientras el calendario siga activo. Pero, cuando termine, si sigo vivo… Es posible que tenga que soltarlo todo. ¿Estarás ahí? ¿Me prometes que no te irás?

    —No tienes que preguntármelo —dice—. Estaré ahí. Pienso quedarme aquí el tiempo que necesites, y mucho más.

    —Gracias… Muchas gracias.

 

    Pasan las horas. Intento ponerme en contacto con Saúl, pero no consigo nada.

    Antes de irnos a dormir, Nora se levanta de golpe. Ha visto algo en su móvil.

    —¿Nora? —dice Alex.

    Nora tiene una expresión de odio en su rostro. Está hiperventilando.

    Sin decirnos nada, sale corriendo hasta la puerta y se va de casa.

    —¡Eh! —grito.

    Antes de que yo haga nada, Alex sale corriendo y la persigue.

    Yo estoy bloqueado. A mí no me funcionan las piernas. No después de lo de Frank…

    Alex se encargará. Yo… Tengo que seguir pensando. Tengo que hablar con Saúl. Tenemos que hacer algo… Y acabar con esto de una vez.

    Hoy, Nora ha colapsado… Pero mañana, con los CDLS incompletos, la predicción no se cumplirá.

    La última predicción posible de esta línea ya ha sido cumplida. Antes de que los Voyat creen una línea rota, harán unos cuantos reinicios. Si yo creo que es imposible que se cumpla, darán por rota la línea después de muy pocos intentos. Pero si yo tengo como deseo que dejen que el día se reinicie hasta que pueda romper las hojas… Es posible que me permitan unos cuantos más. Pero nada de esto tendrá sentido si Saúl no me ayuda.

    Sea como sea… Hoy se ha cumplido la última predicción de todas.

    Ya solo queda romper el calendario… Y proteger el mundo que Frank me ha pedido que proteja.



Archivo secreto 20: La segunda versión del Mundo 6 (Parte 6 de 6)

    Los dos últimos meses del calendario del segundo Izan. El final de su historia.

 

Enero

1-Me escapo con Anna

Izan quería volver con Anna, o al menos animarla y demostrarle que estaba de su lado, en el caso de que se peleara con Nora. Se escapó con ella de la fiesta y pasó mucho tiempo con ella.

 

2-Doy un paseo de noche

Izan reflexionó sobre muchas cosas dando un paseo nocturno.

 

3-Muchos nervios

Izan quería volver a tener una relación estable con Anna.

 

4-Tengo una conversación importante

Quedó con Anna en una plaza que tenía significado para ellos, por algunas citas previas. Tuvo una conversación importante con ella sobre todas las cosas que pasaban, y también sobre los recuerdos extraños del anterior mundo.

 

5-A Anna le encanta el regalo

Izan le hizo un buen regalo a Anna, y ella volvió a querer estar con él. Además, ambos tuvieron un recuerdo de la versión del mundo anterior, donde sí que estuvieron en la cabalgata de reyes, pese a que en este mundo no pudieron ir por el trabajo de Izan. Aquel día fue tan bonito, que Izan tiene ese recuerdo incluso en la tercera versión del mundo.

 

6-Pol me conecta con una vida pasada

Izan está harto de esos recuerdos, y prueba suerte con Pol. Él consigue que conecte con el Izan del primer mundo, para darse cuenta de que ese Izan no quería existir, y quería que el siguiente Izan fuera buena persona.

 

7-¡No entiendo a Frank!

Parecía que las cosas ya estaban bien con Frank, pero tuvo otro ataque de rabia. Además, durante esa pelea, Frank le dijo a Izan que hizo mal en creerse todas esas patrañas sobre Saúl. Izan no entendía por qué Frank defendía tan a ciegas a Saúl.

 

8-Discusión en esa plaza

Discutió con Anna en su plaza representativa, porque él no quería compartir los recuerdos del pasado. Él se sentía muy avergonzado del primer Izan.

 

9-Enzo me felicita

Al parecer, Enzo supo que Izan se enfrentó a Frank y se hartó de él. El propio Frank se lo explicó. Enzo lo felicitó, diciéndole que enhorabuena por poner a Frank en su sitio.

 

10-No valgo para tener una relación

Izan quería estar con Anna, pero cada vez tenía más claro que aquello solo le hacía daño a ella.

 

11-La verdad detrás de la máscara

Cosas del programa de televisión al que Izan, Lydia y Naylon estaban enganchados, y que no existió en nuestra versión del mundo.

 

12-Puedo volver a confiar

Frank le contó toda la verdad sobre sus cosas de las amenazas y la cárcel, y le prometió que todo estaría bien entre ellos. También fue el día en el que Gris volvió, después de pasar un tiempo siendo la mascota de Olivia.

 

13-Me destrozo la espalda

Ocurrió en el trabajo sin querer. Oliver le dijo que pronto podría atenderle, pero que ahora no podía. En realidad sí que podía, pero Oliver seguía debatiéndose sobre si odiar a Izan o no.

 

14-La parejita no puede disimular más

Izan detectó que Estrella y Lydia estaban deseando volver.

 

15-Lydia vuelve al trabajo

Jordi supo que Lydia y Estrella volvían a estar bien, y decidió volver a envenenar su relación. Lo primero que hizo fue hacer que Lydia recuperara el trabajo. Así, Lydia estaría muy agradecida con él, y además Jordi tendría más tiempo para envenenar mentalmente a Estrella por separado, controlando los horarios de Lydia.

 

16-¡Masaje por fin!

Oliver cedió y le hizo el masaje a Izan. Ninguno de los dos lo supo, pero ese mismo día, Anna tuvo uno de sus momentos de aislamiento y darle muchísimas vueltas a las cosas, y eso la llevó a quitarse el pañuelo durante un tiempo. Sentía que Izan tenía que estar por ella, y darse cuenta, pero Izan pasó unos días algo desconectado de Anna durante estos días.

 

17-Hacemos equipo

Cosas de los videojuegos, con Naylon.

 

18-Salimos de fiesta

Alex (que llevaba ahí desde Navidad, y que se iba ya mismo otra vez a otro país), obligó a Izan a salir de fiesta. Durante la borrachera, Izan mandó algunos audios un poco incómodos a Anna.

 

19-Anna ya no lleva pañuelo…

Anna ya llevaba una racha mala desde hacía tiempo. En nuestro mundo tuvo una racha similar o incluso peor, pero el pañuelo de flores la ayudó a mantenerse cuerda más tiempo. Sin embargo, en esta versión del mundo, Anna no tenía tantos incentivos, y al final se quitó el pañuelo (desde hace unos días). Además, conforme pasaban los días, le venían más trazas de memoria perdida del mundo anterior. Ese día, Alex se fue, pero no puso nada en el calendario porque lo de Anna tenía más importancia. Durante este día, Izan suplicó a Anna que recuperara el pañuelo, ya que sabía que ir sin pañuelo era el principio de todo, porque no paraba de recordar el accidente de coche, y como dejar de llevar pañuelo fue el inicio de eso.

 

20-Me la juego mucho

Izan quiso ser sincero con Anna y compartir con ella todos sus recuerdos del mundo anterior, pese a que eso podría alejarla para siempre. Ella no supo cómo reaccionar. Izan no lo supo, pero, después de eso, Nora fue la que quiso hablar con Anna, ya que empezó a sentir lástima por su situación, y tuvo un pequeño momento de bondad al saber que Anna era importante para Izan y para Oliver.

 

21-Liam me esconde algo

Lo de Aurora.

 

22-Dana me habla de Rojo

Dana le contó a Izan que Rojo estaba en otra comunidad autónoma, escondido de Olivia, esperando su momento para volver. Que se estaba recuperando. También le contó historias sobre Rojo.

 

23-Iris tiene miedo

Iris llevaba tiempo intentando averiguar cosas sobre Saúl, y empezó a sospechar que fue secuestrado y de que todo lo que le dijo a Izan era mentira. Temía por Saúl.

 

24-Me voy con Oliver

Pasaron el día juntos de forma amistosa. Hicieron alianza para que Anna recuperara el pañuelo.

 

25-El PEOR día en el trabajo

A Izan le salió todo mal, pero no fue por Ignacio.

 

26-Diamond reparador…

Izan llevaba una mala racha, y pasar la noche en el Diamond Glass con Eric le ayudó mucho a calmarse.

 

27-Soy el reclamo de la cafetería

Varias personas vinieron a ver a Izan ese día: Anna, para decirle que por ahora volvería a llevar pañuelo, aunque fuera el azul; Lydia, porque sí; Nora, para burlarse un poco de Izan; Oliver, para confirmarle que Anna llevaba de nuevo pañuelo, por si no lo sabía; Abril, porque hacía tiempo que no charlaban; Y Liam, para hablarle de lo de Aurora.

 

28-Alguien quiere hacer daño a Anna…

Anna le explicó a Izan que alguien la amenazó. Ese alguien fue Jordi, pero de forma anónima. Desde el día veinte, Nora y Anna empezaron a hacerse amigas, pero Jordi llevaba tiempo hurgando en el alma de Nora, y notaba que Anna era una amenaza para eso.

 

29-Victoria (Se acabó)

Izan tuvo una partida muy importante con Aurora, Liam y Naylon. El equipo de Izan y Naylon ganó, y por eso puso victoria. Pero Oliver llegó a casa de Izan y, al preguntarle por qué puso victoria, le habló de los jugadores, y explotó de rabia. El día anterior, Anna y Oliver tuvieron una charla muy larga, y eso incluyó que ella le contase toda su historia completa con Izan, incluido el beso de Aurora e Izan. Oliver lo interpretó como unos cuernos (pese a que había algunos “peros”) y odió que Izan cayera con una desconocida como Aurora, y que fuera tan poco fiable. Oliver escribió “se acabó”, y casi le confiesa a Izan toda la verdad sobre el calendario, pero Izan lo calmó al verlo tan nervioso, y Oliver no supo qué hacer. Se fue, agobiado, y sin saber cómo comportarse.

 

30-Nos sinceramos (Nos sinceramos)

Izan hizo todo lo posible por arreglar las cosas con Oliver. Se contaron todo el uno al otro (aunque Oliver omitió muchísimas cosas), y ambos pusieron en el calendario “nos sinceramos” para dejar claro que ambos hicieron todo de su parte para arreglar las cosas y entenderse. Oliver notaba que Izan le daba muchísima importancia como amigo, y eso hizo que se volviera a debilitar.

 

31-Charla honesta con Nora

Nora quiso hablar con Izan, aunque él al principio no quería. Para su sorpresa, lo que hizo Nora fue decirle a Izan que tenía que tratar bien a Anna, y que ella no se metería más en su vida. Por esas fechas, Nora era cada vez más amiga de Anna, y cada vez tenía más claro que tenía que superar a sus dos ex, tanto a Jordi como a Izan.

 

 

Febrero

1-Lydia y Estrella se consuelan

Tanto Lydia como Estrella dijeron que parecía que tenían una etapa gafe en su vida, y que pasaban muchas cosas raras. Ambas se consolaron y entendieron. Esa etapa no fue casualidad, ya que Jordi movía los hilos para manejar la situación de sus vidas.

 

2-Aurora vuelve

Aunque Liam y Aurora habían vuelto, solo fue a distancia. Ese día, Aurora volvió en persona.

 

3-Me siento muy mal por Anna…

Anna discutió con Oliver, e Izan sintió que fue su culpa. Además, todavía llevaba pañuelos azules. También seguía recibiendo amenazas, e Izan no sabía qué hacer al respecto.

 

4-Lo hablo todo con Oliver

Quisieron buscar a la persona que amenazaba a Anna, y empezaron a sospechar de Nora y de Olivia. Ambos compartieron toda la información sobre las dos.

 

5-Me enfado muchísimo

Olivia fue a visitar a Izan para reírse de él, y porque quería comprobar si, al ser febrero bisiesto, los recuerdos empezaban a ser cada vez más frecuentes. Pero Izan se enfadó como nunca con su sola presencia y se encaró a ella.

 

6-Nora está en peligro

Como a Olivia no le gustó, le dijo a Nora que tenía que poner en su sitio a Izan. Ella le pidió que dejase de encararse a su abuela. Izan le preguntó si su abuela era tan peligrosa incluso para su propia familia, y Nora le contestó que sí, y que no era el único peligro en su vida (haciendo alusión a Jordi).

 

7-Abril es demasiado comprensiva

Abril perdonó a Enzo, pese a que se enteró de que la estuvo manipulando contra el grupo de Izan.

 

8-Definimos el equipo CDLS

Ante la situación de Nora y Olivia, Izan formó un equipo con Frank, Lydia y Estrella para rescatar el espíritu de los VDLS. Además, Rojo mantenía el contacto con ellos.

 

9-Rompo un vaso

No pasó nada reseñable, solo que se le cayó un vaso al suelo.

 

10-Mi familia se entera de todo

En una visita inesperada, la familia de Izan descubre que Gris es Izan del futuro.

 

11-La mejor partida de todas

Izan juega una partida muy bonita en persona con Liam, Aurora y Naylon. También hablaron del proyecto de creación de un videojuego entre los cuatro.

 

12-Flora es la más fuerte

Flora llevaba muy bien su situación, y tuvo una conversación muy inspiradora por chat con Izan.

 

13-Cena, tensión y explicación

Quedó con Anna y, por fin, le explicó todo lo que había recordado del mundo anterior. Eso implica que Izan le explicó lo infiel, manipulador y rencoroso que fue, y lo insana que era la relación. Anna no supo qué decir, e Izan se arrepintió de explicarlo todo, ya que él sabía que no era así, pero se sentía como si lo fuera.

 

14-Me dejo los brazos en una mudanza

Ayudó a Serena a cambiarse de casa. En esta versión del mundo, Serena no tuvo pareja ni hijo, pero sí consiguió ahorrar suficiente dinero para encontrar un alquiler mejor en un sitio con ascensor. Izan quiso ayudarla porque vivía cerca y porque quería mantener su cabeza ocupada.

 

15-Empieza el juego

Naylon dio inicio al proyecto del videojuego.

 

16-Cierran el Diamond Glass

El dueño tenía que irse a vivir a otro país por una serie de eventos que, en nuestra versión del mundo, no han llegado a tener lugar.

 

17-¡¡Va!!

Izan no daba la talla con el videojuego de Naylon, y se sentía mal por todo lo que le contó a Anna. Sumado al cierre del Diamond Glass, y a que Estrella empezó a agobiarse mucho en el chat de los CDLS porque Rojo no daba señales de vida desde hacía unos días, hizo que Izan se agobiara muchísimo y no quisiera ver a nadie. Lydia lo intentó animar y sacar de la cama, y escribió el “¡va!” en el calendario.

 

18-La sesión más completa con Pol

Izan y Anna quisieron saber más sobre su vida pasada. La sesión fue muy completa porque Pol se preparó mucho. Ambos vieron cosas que no pudieron ni soportar.

 

19-Alex se echa novia

Alex se ligó a una chica de México, y se lo contó a Izan.

 

20-Anna ya no puede más, por mi culpa…

Anna quedó traumatizada por todo lo vivido en sus recuerdos pasados. No solo le pareció horrible el papel de Izan, también el de Nora, con la que ahora tenía mucha más relación. Pese a todo, Izan supo convencer a Anna de que su relación ahora sería buena de verdad. Oliver supo todo lo que pasó, y quiso darle una última oportunidad a Izan.

 

21-Ayudo a Frank con su trabajo

Frank trabajaba en una tienda, y se tuvo que traer faena a casa para montar unos paquetes de una promoción. Izan le ayudó con unos cuantos para mantenerse ocupado.

 

22-Encuentro rarísimo en el hospital

Izan fue al hospital por unas toses persistentes, y se encontró con un desconocido que le dijo que lo conocía. Era alguien que estaba recordando el anterior mundo. Le empezó a contar toda su historia, y eso hizo que a Izan le llegasen más recuerdos que todavía no habían salido. Entre esos recuerdos, hubo uno que le llamó mucho la atención: Nora le dijo algo muy importante sobre Oliver, pero no conseguía recordar lo que era…

 

23-Abril cambia de trabajo

Abril entendió que esa especie de relación obsesiva de Enzo con ella era muy tóxica, y decidió alejarse de él. Pese a que no tenía nada que ver, Enzo se montó su propia película con que Izan y Abril tenían una relación secreta, y que Izan manipuló las cosas en contra de Enzo para que Abril cambiara de trabajo. Enzo, como venganza, le contó eso a Anna. Ella se lo contó a Oliver, cansada de las cosas que se supone que hacía Izan. Normalmente, ella no se hubiese creído a Enzo, pero después de todo lo visto en los recuerdos del mundo anterior…

 

24-Oliver está furioso

Izan pudo dar forma al recuerdo del mundo anterior en el que Nora le hablaba de Oliver. Recordó que Oliver recurrió a su abuela para reiniciar el mundo. También recordó cuánto lo llegó a odiar. Por su parte, Oliver confrontó a Izan este día por creerse lo que dijo Enzo. Esto dio pie a una discusión muy fuerte entre los dos. Izan supo recular a tiempo, pero Oliver tuvo un ataque de rabia tan grande, que Izan se asustó. No se imaginaba que podría ver así a uno de sus mejores amigos. Al que consideraba como un hermano.

 

25-Eres un traidor

Izan le preguntó a Oliver si el calendario era parte del plan de los reinicios con su abuela. Oliver dijo que sí. Izan dijo que no seguiría, y Oliver se inventó algo: que si no seguía, ambos morirían, y Anna también. Que ese era el plan de su abuela. Izan se lo creyó, pero no quería seguir escribiendo. Oliver tomó el calendario y le dijo “ya escribo yo por ti”. Mirando a Izan a la cara, escribió “eres un traidor”. Ese día, sin que Izan y Oliver lo supieran, ocurrió un enfrentamiento entre Jordi y Anna. Nora estaba ahí, y se puso de parte de Anna por completo, empezando a liberarse de las cadenas de su exnovio. Todo eso fue la consecuencia de un proceso que ambas vivieron juntas para liberar a Nora de esa oscuridad de la que, en el fondo, quería salir. Nora aprendió a ser valiente gracias a Anna.

 

26-Estrella consigue conectar

Estrella pudo contactar con Rojo, que estaba teniendo problemas con Olivia por otro lado, pero consiguió escaparse de ella. El lugar en el que Rojo estaba no tenía casi ninguna buena conexión, y no había forma de conectar con él, hasta que Estrella, por insistencia y desesperación, lo consiguió. Ese día, Oliver le suplicó a Anna que no estuviera con Izan, y le hizo un discurso sobre todo lo que había hecho por ella, sobre los pañuelos, sobre el alma de Anna… Que le causó mucho impacto a ella. Por primera vez, Anna empezó a sentir algo por Oliver.

 

27-Nora colapsa

Nora quiso que Anna fuera clara con sus sentimientos. Además, le quería devolver el favor. Tras una charla entre las dos, Anna llegó a la conclusión de que quería a Izan, y Nora le dijo que, si Izan aprendía a dejar ir algunas oscuridades que brotaron en él por su culpa, podrían empezar un nuevo camino juntos. Llamaron a Izan por videollamada y quedaron con él. Después de colgar, Jordi llegó y disparó por la espalda a Anna, acabando con su vida. Nora colapsó. Izan intentó contactar con ella, pero Nora no fue capaz de decirle la verdad. Lo intentó respondiendo a una llamada, pero no le salían las palabras. Solo gritaba y lloraba. Izan sabía que Nora había colapsado, pero no entendía por qué. Por la noche de ese día, Olivia le dijo a Nora que se había llevado a Saúl al templo, a la sala secreta, para hacer experimentos con él. Nora supo que Anna y Saúl, los dos más recientes de su lista, encontraron su fin por su culpa, y que Izan iba por el mismo camino. No quiso seguir viviendo más.

 

28-CDLS al completo en el templo (Adiós. Lo siento.)

Nora le contó a Izan y a los CDLS todo lo que pasó con Anna. A la hora de nombrar al asesino, al decir que era su ex, ninguno de los CDLS supo que era Jordi (Lydia y Estrella no hubiesen imaginado que el Jordi que ellas conocían era la misma persona). También explicó lo de Saúl, tanto lo de que fue llevado al templo, como todo su poder con el reinicio. Izan enloqueció, y obligó a Nora a decirle dónde estaba ese templo. Pese a que estaba destrozado, gritando y sin control, un atisbo de calma llegó a él para escribir una frase real en el calendario, pero sin que implicase la muerte de Anna, ya que, si lo hacía, estaría condenada a morir en cada reinicio. En cambio, si escribía lo que escribió, le daría una oportunidad a todo el grupo para seguir unidos y enfrentarse a Olivia o a quien fuera. Todos alabaron lo que hizo Izan, y corrieron hacia el templo. Nora se quedó en casa, sentada, y tomó un bolígrafo que encontró por ahí para escribir “Adiós. Lo siento.” Lo hizo porque sabía que, mientras siga en la vida de Izan, todo iría mal, así que se aseguró de que se despediría de él en cada reinicio. Después, se quitó la vida.

En el templo no ocurrió nada, ya que lo que dijo Olivia sobre Saúl era mentira. Solo se lo dijo para que Nora se desesperara, ya que Olivia supo que Saúl y Nora cada vez eran más amigos, y sospechó que ella lo intentaría sacar de ahí.

 

29-Anna acepta el pañuelo caoba

Oliver descubrió la muerte de Anna y todas las pruebas que inculpaban a Izan. También supo que Izan y Anna iban a quedar el veintisiete. Ese mismo día fue el tanatorio de Anna, y Oliver compró un pañuelo caoba igual al del primer mundo. Le explicó a Izan lo que pasaría ahora, con el reinicio, y le hizo entender que tenía que entregarle a Anna el pañuelo caoba, y apuntarlo. Asegurarse de que esa frase los llevaría a un final en el que Anna estuviera viva, y que Oliver sería el encargado de que eso tuviera sentido. Oliver lo hizo así para tener un plan A en el que solo necesitara un reinicio más (y no necesitase usar un cuarto mundo en el que poner en marcha el doble calendario). Con el calendario completado y la petición a los Voyat, el mundo se reinició mientras Izan lloraba por todos sus errores.

 

    Antes de perder el conocimiento, Izan del segundo mundo hizo lo posible por mantener su identidad el máximo tiempo posible, a pura fuerza de voluntad, pero no podía mantenerse estable. El último eco que escuchó, antes de desaparecer, fue: ¿Esto es alguna clase de broma elaborada?






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