top of page

Martes 28 de noviembre de 2023

Joel Soler

Actualizado: 29 nov 2023


Capítulo 273

Tengo amigos de verdad

“Es una predicción que suena muy bien, teniendo en cuenta todo lo que está pasando.”



Ayer me pareció notarlo, pero no estaba muy atento. Hoy vuelvo a notar lo mismo. Pablo Merino está muy serio y también está como ido. Se me hace muy extraño ver a una persona tan capaz y tan confiada en un estado así. Por supuesto, no creo que pueda preguntar.

Salgo del trabajo. Hoy hace muchísimo frío.

Al volver a casa, por el camino, me encuentro con Jordi.

Hoy no tengo ganas de hablar con él. A ver cuándo entiende que nuestra relación tendría que ser de hola y adiós…

—¡Izan! Tienes muy mala cara.

—Llevo dos días sin dormir —digo—. Creo que voy a intentar echarme ahora —a ver si así pilla la indirecta.

—Hostia, pues… —Jordi saca algo de la bolsa que lleva en la mano—. Mira.

—¿Qué es?

—Unas pastillas que ayudan a dormir y a reducir el estrés. Son de herbolario, así que no tienes que preocuparte por recetas o efectos raros. En el peor de los casos no te harán nada, pero a mí me funcionan que da gusto.

—Ah… Pero son tuyas. Dime la marca y me la apunto.

—Sí hombre, te vas a ir tú ahora a la parafarmacia o al herbolario que están a tomar por saco. Deja, deja. Ya me vuelvo yo dando un paseo. Tú ahora tómate una de estas y acuéstate. Te prometo que te ayudará

—No, de verdad, gracias…

—Por favor. Te las doy porque te veo muy mala cara, y, ¡joder! Te lo puedo solucionar aquí mismo. Me sentiré peor si no me las aceptas.

—Bueno… Vale. ¿Cuánto te debo?

—No te preocupes por eso. Tira a dormir, anda.

—Ah… Pues gracias, entonces…

—Mucha suerte.

Con una palmada en el hombro de las suyas, Jordi se va en dirección contraria a la que estaba caminando, imagino que para volver a comprar estas pastillas. Ahora tendrá que darse un buen paseo por mi culpa.

La verdad es que ha sido muy majo… No me lo esperaba para nada.

¿Jordi entra dentro de la predicción? Madre mía, vaya pensamientos los míos…

Al volver a casa, veo que Lydia está ahí.

—Anda —digo.

Lydia me mira con compasión. No pude hablar mucho más sobre todo lo que pasó, así que habrá decidido venir por eso.

—Puedes contarnos más, o puedes no contarnos nada —dice Lydia—. Puedes irte a dormir o puedes quedarte con nosotros. Lo que te venga mejor.

—Podemos jugar, también —dice Frank.

—Tú no eres muy de jugar… —contesto.

—Hoy sí. Si quieres.

—¡Que sea un juego de tres, eso sí! —dice Lydia.

Me moría de frío hasta hace unos segundos.

Ahora, en cambio, siento que esa sensación ha desaparecido.

Creo que tengo ganas de llorar. No sé si sigo en peligro, ni si todo lo que me ha pasado es irreversible y me llevará a más y más problemas… No sé si me podré quitar de la cabeza todos esos cadáveres…

Pero sé que ahora estoy bien. Me vuelvo a sentir seguro en mi casa.

—¡Mira! —dice Lydia—. Alex manda un mensaje lleno de envidia. Lo leo: ¡Sois unos suertudos! Podéis animar a Izan en persona y seguro que os pondréis a jugar a lo que él diga. ¡Yo también quiero jugar a lo que él diga! —Lydia intenta imitar la voz de Alex, aunque sale algo muy raro y exagerado—. Izan, por favor, imagina que estoy ahí. Imagina que te hago bailar. ¡Haz un baile en mi honor! No estoy en cuerpo, pero te mando mi alma.

—Avisa si vas a hacer eso del baile —dice Frank—. Podemos hacer un vídeo para mandárselo.

Se me escapa la risa. También las lágrimas.

Pensaba que sería muy poco, pero… Estoy llorando muchísimo. No esperaba que tanto.

Lydia y Frank me abrazan.

No puedo hablar. No respiro bien, porque se me ha congestionado la nariz.

Frank se da cuenta y me acerca los pañuelos.

Estoy dando un espectáculo… Pero, al mismo tiempo, me estoy quitando un peso de encima. Solo un poco, porque el problema sigue ahí. Hoy, de todas formas, aligerar un poco de carga y llorar es justo lo que necesitaba.

Cuando consigo abrir los ojos y mirar a Lydia y a Frank, tengo una pequeña visión. O es una intuición. No estoy seguro. Es una sensación similar a la del olor, pero esta vez es algo visual.

Frank, Lydia… Y dos personas más, creo… Sí, dos personas más, son los que me están animando.

¿Quiénes son? Intento concentrarme. Lydia y Frank ven que estoy poniendo una cara extraña, pero seguro que ya no les parece algo tan raro.

No los puedo ver, pero… Siento que ellos dos son amigos casi al mismo nivel que Lydia y Frank. ¿Liam, tal vez? No lo sé… Pero uno de ellos… Creo que puedo verlo.

Es Saúl, ¿verdad? No porque lo esté viendo. No veo nada. He perdido esa visión. Pero… Eres tú, Saúl. Tú me animaste como el que más un día como hoy…

—Fue Saúl… —digo.

—¿Qué quieres decir? —pregunta Lydia.

—Saúl estuvo aquí. Un día similar al de hoy, vosotros dos me animabais… Y también estaba Saúl. Él era casi tan importante como vosotros.

Lydia y Frank me miran en silencio. Creo que no quieren romper mi concentración extrasensorial.

—No veo nada más. No sé si había otra persona más o si me lo he imaginado. Pero sí creo que estaba Saúl.

—Así que Saúl estaba a nuestro nivel —dice Lydia—. ¡Nos superaba, a lo mejor!

—¡Oye! He dicho que era casi tan importante como vosotros.

—Eso es mucho decir, Izan… —dice Frank—. Pensaba que éramos mucho más inalcanzables.

—¡Por favor! —digo, fingiendo que esos comentarios me sobrepasan.

Los dos se ríen.

—Bueno, bueno, te creo —dice Lydia—. Pero pasado mañana, que se prepare el Saúl ese.

—No te pases con él… —digo.

—Ya lo estás defendiendo… —dice Frank.

—¡Frank!


No sé cómo, pero han conseguido animarme. Al final sí que vamos a pasar la tarde charlando, riendo y jugando. También se están metiendo con Alex por no estar aquí.

De una forma milagrosa, creo que he conseguido desconectar por un momento.

Mañana alguien me mentirá, y el viernes vendrá el calendario de diciembre con predicciones, seguramente, la mar de terroríficas. No puedo esperar menos de un calendario que Olivia espera con tanta ilusión.

Mientras tanto, por hoy… He pasado una buena tarde gracias a mis amigos.

Tomo las pastillas de Jordi para dormir. Él también me ha ayudado hoy.

No sé si son las pastillas o es el peso que me he quitado de encima, pero noto que podré dormir y descansar con facilidad. Será la primera vez en tres días… Mucho más pronto de lo que pensaba. Es un milagro.

Es un alivio descansar así por fin…

Buenas noches.








23 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Epílogo y texto final

Epílogo: Más allá del calendario Este es el final de la historia. La historia que Izan ha vivido durante todo un año. La historia de doce...

Jueves 29 de febrero de 2024

Capítulo 366 Todos miramos a Oliver. Su frase se ha quedado a medias. —¿Oliver…? —pregunta Anna. —¿Qué? —pregunta él, con una expresión...

Miércoles 28 de febrero de 2024

Capítulo 365 A (Parte 1) CDLS al completo en el templo “Eso no ocurrirá. Y ya no importa de quién sea la otra letra. Acabaremos hoy, pase...

Comments


bottom of page