top of page

Miércoles 15 de noviembre de 2023

Joel Soler

Actualizado: 23 nov 2023


Capítulo 260

Saúl es un genio

“Y qué hará, ¿un show de talento o algo de eso?

Porque ahora no tengo la cabeza para eso, salvo que me quiera ayudar o algo así.”



Estoy comprando en el supermercado por la tarde, y me encuentro casualmente con Saúl. Otro de esos encuentros que no sé si tachar de casual o no. Ya hacía tiempo que no interactuábamos, de hecho.

—¿Qué tal? —pregunta.

—Bien —miento.

—¿Seguro? No sé yo —dice.

Oh, es un genio. Pasemos a otra predicción.

—¿Qué quieres? —pregunto.

—Te preguntaría si el problema es conmigo. Soy bastante paranoico y siempre creo que los cambios de actitud de la gente son por mi culpa —dice, y la verdad es que simpatizo bastante con ese pensamiento—. Pero creo que hoy estás así por algo que te pasó ayer por la noche.

—¿Es una deducción? —pregunto.

—No, no me las quiero dar de adivino o de detective. Bueno, no siempre. No, no… Es que ayer os escuché gritar.

—Ah. ¿Eres el típico vecino cotilla?

—Cotilla sí soy, pero con los gritos que se escuchaban… Fui oyente a la fuerza. Solo te saco el tema porque te considero un amigo, y quiero preguntarte si quieres que te eche una mano. También puede ser que no seamos amigos y que todo estuviera en mi cabeza. No sería la primera vez que me pasa… —dice, con la mirada perdida. Me da entre grima y ternura la forma en que lo ha dicho.

—Sí… Somos amigos. No te preocupes por eso.

Le he dicho eso porque me ha dado más pena que mal rollo, la verdad. Pero, si me está mintiendo con lo que sabe o lo que no sabe sobre mí, no lo pienso perdonar. En cambio, si de verdad es alguien tan inocente como parece… No seré yo el que siga echando leña a sus traumas. Además, no lo puedo negar, desde el principio me he sentido muy bien con Saúl, de una forma orgánica y sin ninguna explicación. Si no fuera por lo ligado que está su nombre a todo el misterio del calendario… En fin, no sé qué pensar.

—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunta.

—Es que… No es un tema que se pueda contar, o del que quiera hablar. Lo siento. Cosas personales.

—Ah, entiendo. Pero, si quieres que te aconseje incluso sin contarme lo que es… Lo puedo intentar. Puedes hablarme de forma abstracta.

—¿Qué dices?

—Sí. Hablar de los problemas del tema, simplificados como si fueran ecuaciones, ¿sabes? O sea… No sé si me explico. Quiero decir —empieza a gesticular mucho. Lo hace cuando se emociona consigo mismo—. Tú sacas los puntos oscuros de tu tema, tipo: A tiene un problema con B, por un motivo X. ¿Entiendes? No necesito saber el tema ni tendré tu contexto, pero sí puedo usar esa fórmula abstracta para dar un consejo general que se ajuste a ese tipo de ecuaciones.

—Es que… No te sigo. ¿Ecuaciones? ¿No quieres el contexto?

—Los problemas son ecuaciones, Izan. Son patrones. Siempre hay fórmulas que se ajustan a los problemas, y el contexto o los detalles suelen ser adornos. Son importantes, claro, como es importante un buen apartado técnico en una película. Pero la esencia… —intenta como encajar algo con las manos en el aire— no es esa. Normalmente no lo es. A veces, sí. Esperemos que hoy, pues no.

—Esto… Noto que te entiendo y que no te entiendo.

—Ya. Conforme lo he ido diciendo en voz alta, me he dado cuenta. En mi cabeza era espectacular, como se suele decir.

—No, pero… Creo que más o menos sé por dónde vas. El problema es que creo que le estás pidiendo demasiado a mi pobre cerebro. Como que me estás pidiendo un nivel muy avanzado de conversación, ¿no?

—Si me lo dices así, me lo pones a huevo para que te dé la razón y me ponga a alardear de una mente superior, y no creo que sea así.

—¡Mira! Otra respuesta inteligente —digo—. No paras. Me estás creando complejo.

—¡No! —dice, riendo—. Escucha. No me hagas caso si te has hecho un lío. Esa forma de hablar es una de mis fortalezas, y, en otros temas, tú me volarás la cabeza a mí.

—Ya… Puede.

—Bueno, Izan. Si puedo ayudarte, no dudes en acudir a mí, incluso aunque sea con información abstracta, ya sabes.

—Claro…

Saúl empieza a marcharse, y yo me quedo con mal cuerpo. Quiero pedirle consejo. Me ha medio convencido el tío.

—¡Espera! —digo, y él se gira—. No sé si es esto lo que me has pedido, pero no llego a más… A ver: si hay tres personas, y dos de ellas están, digamos, amenazadas —se me da fatal ocultar la información—. O sea… Algo equivalente a una amenaza. Algo incómodo —digo, para volverlo más abstracto—, y todo depende de que una tercera se vuelva muy obediente con las condiciones de… Bueno, la persona de las amenazas… ¿Qué tiene que hacer la persona que ha de obedecer?

—Uf. No sé si has sido muy específico o si tu forma de hablar y de ocultar información utiliza capas bastante gruesas con problemas tan jodidos como las amenazas y las coacciones. Vale, a ver, te pregunto: ¿qué le puede pasar a la persona obediente?

—No lo sabe. Suponemos que es algo peligroso. Por eso, una de las personas amenazadas quiere ser la que cargue con la responsabilidad igual.

—¿Eso quiere la otra persona? ¿No le importa el contenido de la amenaza?

—Sí que le importa. Le importa muchísimo.

—Ya. Entonces… Esa persona no tiene que mover ni un dedo. Al menos, no de forma pública, claro. Si quiere hacer algo, tendrá que hacerlo movido por la cabeza, y no por el corazón o por el instinto.

—Hostia…—digo—. Eso encaja bastante bien con mi situación.

—Y la persona que tiene que obedecer, ¿no tiene nada con qué defenderse?

—¿Defenderse? Hombre… —pienso en el calendario. Es lo único que tengo para ofrecer, aunque sea algo que los S también tienen—. Esa persona podría tener cierta información, sí. Pero no creo que sepa cómo manejarla.

—Entonces, esa persona lo primero que tiene que hacer es convencer al amenazado sentimental para que no mueva ni un dedo, pero que, si lo quiere hacer, lo haga a escondidas y solo con la cabeza. Mientras que la persona obediente, si no se le ocurre nada, por ahora tiene que obedecer, sí. Pero tiene información en su poder, y, según me cuentas, eso podría ser relevante de alguna forma. La información suele ser un arma, pero no sabemos usarla como es debido. A mí también me pasa, no te creas. A veces creo que, incluso con todas las ventajas que me dan… Bueno, perdón, que me estoy desviando —eso ha sonado rarísimo, pero no lo quiero interrumpir—. El caso es que la persona obediente tiene que dedicar su tiempo y esfuerzos a maximizar el uso de esa información.

—Entiendo… Pero no sé si se podrá.

—Si tú eres esa persona, tendrás que pensar desde este momento. Si no lo eres, házselo saber. Ayúdala. Piensa en muchos escenarios posibles y prepárate frente a ellos. Escenarios donde tienes el control, escenarios donde no lo tienes, escenarios donde la información lo cambia todo… Memorízalos, clasifícalos, púlelos… Que exista una jerarquía entre ellos. Un hilo conductor…

—¡Espera! Estás volviendo a marearme y me he vuelto a perder.

—Sí, lo siento. ¿Quieres detallarme alguna cosa más?

—No, mejor que no. No se me ocurre qué más decir por el momento. Pero muchas gracias, porque ha sido bastante ilustrativo. No me lo esperaba.

—Me alegra haber podido ayudar. ¿Te he impresionado? —dice, con una sonrisa que intenta ser pícara, me parece, pero que se muestra algo cansada.

Bueno, me ha impresionado. Podría decirse que se ha mostrado como un genio, sí.

Ahora que lo pienso… Si me parece que es un genio, la predicción ya se ha cumplido, lo sea o no, ¿verdad? Eso me confirmó Nora, aunque ya lo suponíamos… Solo con que yo crea que se ha cumplido, ya está. Creo que eso puede hacer la diferencia, aunque todavía no sé en qué. Supongo que, por el momento… Tendré que pensarlo de forma abstracta.








22 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Epílogo y texto final

Epílogo: Más allá del calendario Este es el final de la historia. La historia que Izan ha vivido durante todo un año. La historia de doce...

Jueves 29 de febrero de 2024

Capítulo 366 Todos miramos a Oliver. Su frase se ha quedado a medias. —¿Oliver…? —pregunta Anna. —¿Qué? —pregunta él, con una expresión...

Miércoles 28 de febrero de 2024

Capítulo 365 A (Parte 1) CDLS al completo en el templo “Eso no ocurrirá. Y ya no importa de quién sea la otra letra. Acabaremos hoy, pase...

Comments


bottom of page