Capítulo 330
Me voy con Oliver
“Queda alguna conversación pendiente, eso es verdad.
Aunque la predicción suena a que nos fugamos juntos.”
Tal y como pide la predicción, hoy pasaré el día con Oliver. Lo he convencido para que quedemos en un hueco que tenga libre, que me gustaría hablar con él.
Oliver ha accedido, pero quiere hacerlo fuera de su consulta. De esta forma, y muy fiel a la predicción, me ha venido a recoger en coche después del trabajo, y nos hemos ido bien lejos a comer por ahí.
—No sabes lo bien que me viene esto —dice Oliver.
—Parece que te quieras escapar de algo, ¿no? —pregunto.
Mientras conduce y mira fijamente a la carretera, intenta explicarme qué es lo que le pasa.
—Me da vergüenza reconocerlo, pero… Llevo recibiendo acoso desde el día que te hice el masaje.
—¿Qué…?
—No sé si es porque tocamos algún tema que no debíamos tocar, o si dije algo que no debí decir, pero… Me llama por las noches, me envía objetos a la consulta, y, ayer, me envió a un paciente falso que resultó ser un matón que solo vino para amedrentarme.
—¿El ex de Nora hizo todo eso…?
—No sé si fue el ex de Nora… No sé si solo fue alguien que no quería que hablase del tema… Pero sí, está relacionado con eso.
—¿Estás seguro?
—Bastante seguro. Me envió un mensaje y me dijo que durante todo el mes de enero no te dijera nada. Al ver que me hablaba de meses, supuse que serían tus líos con el calendario.
—¿No puedes decirme su nombre…? —pregunto.
Él solo mira al frente. Creo que le tiembla la boca, así que pruebo otra pregunta para tantear.
—Y si… ¿Te digo yo un nombre?
—¡No! —grita Oliver—. Perdón… No. Mejor que no. No sé si nos están escuchando ahora. No sé qué alcance tiene, pero estoy harto de que me hagan la vida imposible… Y seguro que, si tú me dices un nombre, mi cara delatará si es que sí o es que no. Y él lo sabrá.
—Les tienes muchísimo miedo… ¿Verdad? —pregunto, pero él no me contesta—. ¿No has comentado esto con Nora?
—¿Con mi hermana? Para qué…
—Seguro que la conoces bien —digo—. Ella nos jode muchísimo, pero también nos protegería… Estoy seguro. Lo vi cuando… Bueno, lo de tus abuelos…
—Ya, ya sé cómo es Nora. No es suficiente para mí —dice—. Siempre que siga siendo débil ante personas a las que no quiere, no estaré seguro con ella.
—Pero, ¿Nora sabe que te llevas tan mal con su ex?
—No ha puesto tanta atención como debería. No sabe el miedo que me da. Tampoco sé por qué sigue hablando con él, quedando con él… Es que no lo entiendo.
Eso a lo mejor es culpa de mi calendario. Por algún motivo, se han juntado con motivo de mi calendario. Supongo que porque tienen intereses en común.
Por cómo habla Oliver del ex de Nora, se me hace tan raro que sea Liam… ¿De verdad Liam tendría tanto poder sobre los dos hermanos?
—Así que hoy nos estamos yendo por ahí con el coche porque lo ponía en el calendario, ¿no? —pregunta Oliver, con una sonrisa comprensiva. Bastante opuesta a la forma en que me miró Eric en fin de año, la verdad.
—Es un follón… —digo—. Las predicciones se cumplen siempre, o eso pensaba. Resulta que es un poco más complicado que eso. Es una especie de batalla por modificar la realidad, y gente con muchos intereses enfrentados, conmigo en medio…
—Te diría que suena muy raro, pero, siendo un conjuro de mi abuela…
—Sí, aunque creo que no fue ella la que tuvo la idea de ir a por mí.
—¿Por qué te hacen esto? —pregunta.
—Vete a saber. Nora me dijo que fue porque fui muy malo. La verdad, creo que se refiere a otra versión de mí, en otro mundo…
—¿Otra versión de ti?
—Ah… Perdón. Estoy ya tan acostumbrado a estos términos…
—Pero, ¿hablas de realidades alternativas y cosas así?
—Sí. Veo que es difícil sorprenderte. Tienes que estar curado de espanto ya en esa familia…
—No es solo por eso. Izan… Aprovechando que has sacado ese tema, te quiero preguntar por la peor frase de ese calendario.
Oliver empieza a aparcar el coche y, cuando termina, echa la espalda hacia atrás, y me mira.
—La frase que dice que alguien quiere hacer daño a Anna. Izan, es posible que… ¿Yo haya visto imágenes sobre eso?
—¿Qué? —me giro de golpe hacia él—. Explícame bien eso.
—Vamos a bajar del coche… Necesito que me dé un poco el aire.
Bajamos y empezamos a caminar por un barrio residencial muy tranquilo, en las afueras.
—Muchas veces, cuando quedo con Anna… Veo imágenes. Son imágenes de ella sufriendo mucho. Recibiendo daño físico, teniendo un accidente de coche, o en el hospital… Y también de ella sintiendo miedo.
—¿Ves imágenes…? —pregunto, deteniéndome—. ¿Son como fogonazos que se mezclan con tus recuerdos…?
—Sí. Bueno, supongo que sí. No sé definirlos. Perdona, Izan. Se me da fatal explicar cosas así.
—¿Desde cuándo notas eso?
Oliver suspira.
—Es… Es por los mareos. ¿Te acuerdas de los mareos?
—¡Claro que me acuerdo! Siempre has evitado explicarme qué eran.
—Pero te imaginas de quién es la culpa… ¿No?
—Joder, claro —digo—. De tu abuela, ¿no?
—Sí… De mi abuela. De esa bruja que se obsesionó tanto conmigo…
Eso me ha sonado fatal.
—¿Sabías una cosa? Mi nombre, Oliver… Lo escogió mi abuela. Quería que yo fuera su sucesor. El nombre de Nora lo eligió mi abuelo. Dijo que era el nombre de la belleza elegante o… Vete a saber.
—¿Tu abuela te…?
—Ella quería que yo me sometiera a un experimento. Uno al que se estaba sometiendo mi madre. Con la excusa de que salvaría a mi madre… Me tocó recibir una buena cantidad de… Esa cosa.
—¿Qué cosa…?
—Estaba escrito en el frasco que tomaba… No lo entendía muy bien ni sé lo que significa. Oni Sesa, se llamaba. Supongo que uno de los experimentos mágicos de mi abuela.
—Pero… ¿Para qué era eso?
—Eso es lo peor. Que no lo sé. Solo sé que me mareaba y perdía el conocimiento. Y también que, desde que empecé a tomarlo, empecé a ver recuerdos extraños…
Olivia… ¿Hizo que Oliver pudiera recuperar recuerdos del mundo anterior? ¿Le obligó a tomar algo tan peligroso por eso? ¿Por qué?
—¿Por qué no dijiste nada cuando te preguntábamos?
—Por mi madre. Mi abuela me dijo que el experimento terminaría pronto, y eso fue verdad, porque cumplió con las fechas. Si no le llevaba la contraria, mi madre estaría bien.
—Qué rabia, en serio… Joder, es que, tu abuela… ¿Qué quería de cada uno de nosotros? De verdad… Estoy harto.
—Yo también.
Oliver saca algo del bolsillo. Es un pañuelo con un degradado de colores pastel.
—Anna me regaló esto en mi cumpleaños de hace año y medio —dice—. Me dijo que era yo, pero en color.
Yo río. Es el tipo de frase que podría esperar de Anna. El tipo de frase que me encanta de ella.
—Empezó en agosto más o menos… —dice—. Pero se volvió más intenso después de ver tu calendario en fin de año.
—¿Las imágenes…?
—Sí. —Oliver se pone el pañuelo en la cabeza, como lo suele hacer Anna. —Y, por algún motivo, cuando me pongo este pañuelo, me es más fácil acceder a esos recuerdos. Es como una llave.
Al ver a Oliver con el pañuelo puesto…
Creo que estoy teniendo un recuerdo. Es algo muy abstracto, pero… Yo ya había visto a Oliver llevar este pañuelo.
Él me está mirando como si hubiese tenido un recuerdo sobre mí, también.
Yo no sé definir el mío. Solo sé que vi a Oliver con ese pañuelo… No, espera. He notado algo más. Él… Estaba conteniendo las ganas de llorar.
—¿Izan? —pregunta.
—Perdona… Creo que yo también he tenido un recuerdo… Pero no sé definirlo.
—Es lo mismo que me pasa a mí —dice—. Si quedamos más veces, creo que podremos definirlos mejor. Pero el primer paso siempre es un sentimiento, o el recuerdo de un sentido…
—¡Sí! Un sentimiento, un olor, el recuerdo de una canción… —digo.
—¡Exacto! —dice, con los ojos iluminados—. Por fin alguien que me entiende.
—Así es como yo empecé a recordar cosas con Anna… De otro mundo —digo.
—Por estos recuerdos, ¿no? —dice él, y se le escapa la risa—. Es que eso me cuadra mucho. Cuando me contó lo que pasó contigo en su pueblo, fue incapaz de aclararse. Ahora la entiendo, a la pobre.
—Tiene una paciencia… —digo.
—Sí, sí que la tiene —dice—. Conmigo siempre la ha tenido.
—¿Cómo os conocisteis? —pregunto—. Ella es tu mejor amiga desde hace muchísimo tiempo, ¿no?
—Sí, desde el instituto —dice—. Era más bien como mi guardiana. Bueno, sonará un poco ridículo, pero… Yo siempre he sufrido acoso en el instinto.
—¿Ridículo por qué?
—Porque hace nada te he dicho que el ex de mi hermana me acosa, ahora te digo que en el colegio también me pasaba…
—En ningún caso es tu culpa —digo.
—Quién sabe. En parte era por mi personalidad más tímida y retraída, pero… Creo que el motivo principal era que mucha gente odiaba a Nora, y lo pagaban conmigo. Por eso mi madre decidió separarnos a Nora y a mí, y llevarnos a institutos distintos. El problema es que, en mi nuevo instituto, los compañeros eran incluso peores, y yo estaba más a la defensiva y más cerrado. No ayudó en nada eso…
—Y ahí entró Anna, ¿no?
—Sí. Fue mi defensora. Y lleva así desde entonces. Creo que todavía se piensa que soy ese niño…
—Anna es fantástica —digo.
—¡Izan! —Oliver se acerca mucho a mí, de repente—. Si alguien quiere hacer daño a Anna, lo tenemos que parar como sea. A lo mejor soy inútil en esto, y a lo mejor solo sirvo para que tengas que preocuparte por mis paranoias y mis miedos… Pero… ¡Quiero ayudarte! Quieres que paremos al que quiere hacer daño a Anna pase lo que pase, ¿no?
—Oliver… Pues claro. Claro que quiero.
Oliver sonríe.
Los dos nos damos la mano, y después un abrazo firme, para sellar el trato.
Tras caminar un rato más, encontramos un buen sitio para comer. Ahí le cuento algunos detalles más sobre el calendario, y él, como siempre pasa con cada persona a la que le explico, alucina con todo lo que he tenido que pasar.
Al terminar, Oliver me deja en casa. Antes de subir, paso por casa de Saúl.
—Saúl, ¿ha sido a la primera? —pregunto.
—Hola, Izan. Ahora te iba a llamar. Y sí, por ahora no ha habido ningún reinicio, no. ¿Ya has estado con Oliver?
—Sí. Y quería hacerte una pregunta. ¿Yo qué relación tenía con Oliver en el anterior mundo?
—¿Con Oliver? Pues… Deja que piense. Yo al principio no me sentía cómodo con él, porque era el hermano de Nora. Tampoco es que coincidiéramos mucho, pero tú sí que quedabas mucho más con él que en este mundo. Una vez te pregunté si estabas cómodo quedando mucho con el hermano de Nora, y me dijiste que lo sentías más bien como un hermano tuyo. Como tu hermanito pequeño, dijiste una vez.
—¿Dije que era como un hermanito pequeño…?
Me conozco, y, por muy distinto que sea del otro Izan… Solo diría eso por alguien a quien quisiera proteger de verdad. ¿Y dije eso de Oliver?
De nuevo, recordando el pañuelo de colores pastel, me viene un sentimiento, o una sensación…
Yo quería proteger a Oliver. Él también tenía problemas, y miedos, en el otro mundo… Y dependía mucho de mí. Siento que en este mundo lo he dejado desprotegido…
—Saúl… ¿Sabes si a Oliver había que protegerlo de algo?
—Nunca me lo contasteis, pero… Aunque el ex de Nora no actuase en el anterior mundo con tu historia del calendario, seguro que estuvo muy activo en la vida de Oliver y de Nora —dice Saúl, rascándose la barbilla—. Solo especulo, pero… Si el ex de Nora no estaba entretenido contigo y el calendario… ¿Qué hizo en el otro mundo para pasar todo ese tiempo? Y, si pensamos solo en personas a las que conocemos… Seguro que Nora y Oliver eran mucho más víctimas de esa persona que lo que puedan serlo en este mundo.
—Porque el ex tenía mucho más tiempo, y por su fijación contra los hermanos… —digo—. Porque está claro que esa persona se aburre y tiene que joder a alguien cada vez…
—No lo sé, Izan. Son solo especulaciones. Me gustaría ayudarte con lo del ex, pero… Ah, mierda… Hay una cosa que no te he contado. Por eso te quería llamar.
—¿Qué pasa? No me asustes, Saúl, por favor.
—Estrella me habló ayer por la noche y me dijo que quería preguntarme algo. Le pregunté que de qué se trataba y me dijo que prefería que nos viéramos en persona, y solo me avanzó que tenía que ver con el ex de Nora. Habíamos quedado para hoy… Para hace como tres horas. No aparece, ni contesta, ni da señales.
—¿Qué…?
No… No puede ser. ¿Por qué siempre tiene que pasar algo? ¿Y por qué siempre hacen desaparecer a Estrella?
—Todavía no quiero ser alarmista —dice Saúl—, pero… Hace poco le preguntamos a Estrella el porqué de su desaparición a tempo con el calendario. Ella solo dijo que quería revisar cosas. A lo mejor ya las ha revisado, y quiere contrastar algo conmigo… Pero, antes de que eso pudiera pasar… A lo mejor, solo a lo mejor, el ex de Nora la pudo interceptar primero. No lo sé…
Mierda… ¡Mierda! Noto que es mi culpa. Además… Yo no le he dicho a nadie lo que me dijo Jordi. No he querido comentar con nadie que Liam es el principal sospechoso, porque yo todavía no me lo creo. Pero, si Estrella ha desaparecido… ¿Tendría que compartir con Saúl por lo menos lo de Liam? Pero, si me equivoco… Podría hacer mucho daño a Liam.
No me lo creo… No es Liam. No puede ser Liam.
Pero una cosa es lo que yo quiera, y otra la realidad… Y ahora no puedo hacer el tonto, porque la vida de Estrella podría estar en juego también.
Si lo pienso fríamente, creo que puedo estar tranquilo con su integridad, porque Olivia me dijo que, de todos los VDLS, solo Dana y Estrella aparecían en los calendarios posteriores a diciembre. Dana sí ha aparecido, pero Estrella no tiene ninguna mención clara, así que puedo asumir que tendrá un rol en una predicción de febrero. El ex de Nora sabe eso, así que no le hará daño.
No le diré todavía a Saúl lo de Liam. Quiero aguantar un poco más.
Siendo así, solo puedo confiar en una persona… La única persona que sabe lo de Liam, y que, encima, conoce muy bien a Estrella, y tiene recursos para ayudarme.
Solo puedo confiar en Jordi.
Le he pedido que me ayude a averiguar si alguien está intentando hacerle daño a Oliver. Él dice que no será fácil, pero que puede intentarlo.
También le he pedido que busque a Estrella. Se ha agobiado mucho al saber que a lo mejor le ha pasado algo, así que supongo que se enfocará primero en eso.
Por lo menos ya tengo a Jordi buscando por esos dos lados. Tal vez, si consigue la respuesta de una de esas dos cosas… Pueda saber de una maldita vez quién es el ex de Nora. No sé si Liam es ese ex, otro ex, o nadie del que preocuparnos, pero me es casi imposible pensar que amenazaría a Oliver o secuestraría a Estrella. Eso lo ha tenido que hacer otra persona… Y a por esa persona es a por quien voy.
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