Capítulo 326
Me la juego mucho
“La vida me obliga a jugármela, quiera o no…
No tengo muchas oportunidades para elegir de qué manera.”
Qué dolor de cabeza… ¿Qué pasó?
Me acabo de despertar en una habitación que no conozco. No sé dónde estoy.
Está oscuro, pero… Espera… ¿Hay alguien aquí conmigo?
—¿Hola…?
—Hola —dice la voz de un hombre. Yo me sobresalto.
—Hostia… ¿Qué haces ahí quieto en la oscuridad? ¿Qué quieres? Eres el que me atacó ayer, ¿verdad?
—Sí.
—Devuélveme mi móvil. Tengo que hablar con la persona con la que hablaba.
—Contéstame primero a una pregunta: ¿cómo murieron Lucas y Víctor Abad?
—¿Qué? ¿A qué viene esa pregunta?
—Responde.
—Responde, dice… Yo no estuve ahí. Dana nos hizo saber sobre sus muertes.
—¿Qué relación tengo yo con Dana?
—¿Tú? ¿Con Dana? ¿A mí qué me cuentas? En serio… ¿Quién eres tú?
De repente, se abre la puerta de la habitación y se encienden las luces.
—Vale —dice la persona que acaba de entrar—. Nuestro Izan no hubiese contestado tan convincente ni de broma. Sigues siendo el Izan del anterior mundo.
—Tú eres… ¡Ah! Eres el que me acosó la otra vez que pude tomar el control de este cuerpo. El capullo de la gorrita.
—Me llamo Jordi, sí. Qué mal que nunca nos conociéramos en el otro mundo, ¿verdad? Aquí soy amiguete de este Izan, o eso se piensa él. Me ha costado, no te creas…
—¿Qué…?
—La verdad es que no estamos preparados frente a este fenómeno de recuperación de memoria tan… A lo bestia, ¿sabes? Solo conozco otro caso como el tuyo, pero es un caso que hemos tratado desde el principio con todo el cariño del mundo. Todavía hay cosas que se nos escapan.
—¿De qué hablas? Sácame de aquí y devuélveme el móvil.
—Sabemos algunos trucos, pero hay veces en las que aparecerás sin que esté en nuestras manos controlarlo. Por eso tengo a Martí siguiéndote, para que compruebe si de repente haces cosas raras. Él fue detrás del taxi. No tienes escapatoria —Jordi se acerca mucho a mí y me mira de cerca—. Vaya cara… Vaya regalazo de cumpleaños me has dado. Pobrecito.
—¿Me siguen todo el tiempo…?
—Sí. Qué putada, ¿no? ¡Es que es tristísimo! Nosotros queremos que desaparezcas, pero es que, tus amigos… ¡También quieren que lo hagas!
Jordi se ríe a carcajadas. No me ha dicho nada nuevo… Es algo que tengo más que asumido.
—Mira… Quería hablar con Saúl para pedirle perdón —digo—, y también para asegurarme de cómo terminó todo y contarle primero a él quién me hizo escribir el calendario, para que me confirmase si sería un problema revelar eso en este mundo o no. Necesitaba su información de esta versión de la historia para confirmar qué hacer… Pero… A la mínima que vuelva a salir, pienso delatar a esa persona, y me dará igual si eso le provoca inconvenientes o no. Ya estoy harto de todo esto…
Jordi sonríe y mira hacia la puerta por la que ha entrado hace unos minutos.
No me había dado cuenta, pero hay una persona ahí, escondida en la oscuridad del pasillo.
Es alguien que tiene la cara escondida por la capucha de un chubasquero.
—Venga, puedes entrar —dice Jordi—. Da igual que este Izan te reconozca. El otro no lo hará. ¿No ves que sus recuerdos procuran estar lo más separados que pueden para poder seguir siendo identidades independientes?
—Tienes razón —dice la persona del chubasquero—. Además… No importa. El Izan de ahora sabrá muy pronto quién soy.
—Esa voz… —digo.
Sí, estoy seguro. Sé quién es. No puede ser… ¿Por qué colaboras con el psicópata de Jordi…? ¿Qué tienes tú que ver con esta persona…?
—Lo siento, Izan. Quería verte una vez más. Al del anterior mundo. El que hubiese sido mi Izan favorito de entre los tres.
—Y te escondes bajo un chubasquero por pura cobardía, ¿no? —pregunto.
—Me da tanta pena verte… Mi relación contigo fue muy buena.
—¿Y por eso me hiciste escribir ese calendario? ¿Por tener esa relación tan buena?
—Eso fue porque odiaba al Izan del primer intento… Pero los dos siguientes… Siento que las cosas tengan que ser así.
—Te arrepientes. Estoy seguro de que te arrepientes. Tú puedes parar esto. No hagas caso al Jordi este. Páralo, por favor…
—¡Tiempo! —grita Jordi—. Uf… Tiempo… Vaya palabra, ¿verdad? Aquí tengo a dos personas expertas en el tiempo, precisamente.
—Por favor… —ignoro a Jordi—. Puedes pararlo.
—No. No puedo, ni mucho menos quiero. No después de todo lo que ha pasado. O, peor aún… De lo que puede pasar.
—Ya has oído lo que ha dicho —dice Jordi—. No estamos obligando a nadie. De hecho, la persona que me metió en esto la tienes aquí mismo —dice, jugueteando con la capucha del chubasquero ajeno—. Ni Olivia, ni Nora, ni yo mismo… Aquí está. Frente a tus ojos.
Yo agacho la cabeza.
—¿Y ahora qué…?
—Ahora volverá el Izan tontorrón de esta realidad, que tú eres muy listillo, y no me gusta. Nos pasaremos unas horitas contigo… Para ver si conseguimos que no vuelvas a salir nunca más.
—¿Estás de acuerdo con esto…? —pregunto, ignorando a Jordi, y buscando la comprensión de alguien que fue muy importante para mí en el pasado, si es que esa persona sigue ahí…
—Estoy de acuerdo con esto.
Tras decirme eso, vuelve a esconder la cabeza en la capucha del chubasquero, da media vuelta y se va.
Yo me rindo. Jordi hará lo que quiera conmigo, y sé que no podré hacer nada para evitarlo.
…
No sé qué hace ni a dónde me lleva, pero sé que se está riendo de mí y que estoy sintiendo muchísimo dolor. Pero, si soy sincero… Me da igual. No es mi cuerpo al que están hiriendo. Ya no lo será nunca más. Cuando te hieren en el cuerpo de otro duele menos, porque una de las cosas que más duele es saber que te puede quedar una marca o que podría haber consecuencias futuras. Pero a mí todo eso me da igual. Además… Voy a desaparecer de todos modos, ¿no?
Dicen que el Izan de este mundo descubrirá pronto la verdad… Pues espero que así sea, porque, si es así… Yo no serviré de mucho. Lo dejaré todo en tus manos…
…
¿Dónde estoy?
Estoy en la calle. En un río.
Espera… ¿Qué?
Estoy atrapado en una zona jodidísima. ¿Qué es esto?
Lo último que recuerdo es que Rubén me volvió a meter algo en la copa. Y creo, solo creo, que me pegué con él y todo, para defender a Alex. Madre mía… ¿De la hostia que me pegó terminé aquí o qué?
No tengo ni mi móvil…
Tampoco tengo la misma ropa que cuando me fui de fiesta.
De verdad, ¿dónde estoy?
Es que me han puesto en una zona de la que no puedo salir. Hay río por aquí, y zona imposible de transitar del bosque, con arbustos de esos que pinchan y en los que no hay camino, por el otro. O sea, si quiero salir de aquí, o salto por el río, ya sea metiéndome en el agua, o buscando roquitas de esas en las que saltar… O me meto en la zona de arbustos, troncos y demás que no sé ni si se puede pasar por ahí o si lleva a ninguna parte.
Genial. No consigo ni imaginarme cómo he terminado aquí.
¿De verdad que no tengo el móvil?
Rebuscando en los bolsillos, encuentro un papel.
Al desdoblarlo, veo que alguien me ha escrito un mensaje. Es una letra que conozco: la letra de la persona que me envió un mensaje en contra de los VDLS. También es la letra de la persona que le envió las notitas de mierda a Ignacio.
Ya sospechaba de quién se trataba, pero… Aquí me lo confirma.
“¡Hola, Izan! Soy el malvado ex de Nora. Te cuento cómo va esto. Estás aquí porque el Izan de la otra realidad había tomado control de tu cuerpo oooootra vez. Controla un poco más tu cuerpo, ¿no? Bueno, escucha. Que ya nos hemos encargado nosotros de mandarlo a la mierda, y, de regalo, te lo he puesto a huevo para que cumplas con la predicción de hoy. Ah, por si estás desubicado, te diré que estamos a sábado y que la predicción es esa de “me la juego mucho”. No tienes ni que pensar en qué jugártela. Para salir de ahí, vas a tener que jugártela muchísimo, hagas lo que hagas.
Cuando consigas salir, sigue este mapa que te he dibujado y llegarás a tu bosque con Nora. Qué cabrón… Tienes un bosque con Nora y todo. Me da un poco de rabia, pero da igual. Me refiero a que, desde ahí, sabes volver a casa, ¿no? Ya le he mandado tu móvil a tus compañeros de piso. Que no soy un monstruo, hombre.
Venga, suerte, de nada, y… Juégatela mucho.
Nos vemos pronto.”
Doblo la nota, la guardo en el bolsillo, me quedo quieto unos segundos, y luego le pego una patada con todas mis fuerzas al árbol más cercano.
Por supuesto, me acabo de hacer muchísimo daño en el pie, pero… Es que eso no es nada en comparación a la frustración que me da leer a esta persona.
Hago lo que puedo por saltar el río, pero me da muchísimo miedo.
No puedo hacerlo.
Lo intento. Joder, es que no me queda otra.
Voy poco a poco, buscando otras salidas.
Si es que nadie tendría que estar aquí… ¿Qué hago aquí?
Intento saltar, pero me tropiezo y me caigo al agua.
El río está asqueroso, y no es fácil moverse por él. No tengo el control de mi cuerpo. Es una buena metáfora de lo que me pasa con el Izan del otro mundo…
Consigo llegar al otro lado, pero lo hago sucio, mareado y con mucho daño por todas partes.
Estoy demasiado frustrado. No puedo ni respirar bien.
Miro el mapa que me ha dibujado el ex de Nora, pero, por supuesto, está mojado. No entiendo una mierda. Soy idiota…
Lanzo el papel al suelo y me pongo a gritar como un loco. No puedo más.
No soporto que se pierdan días de mi vida porque el otro Izan intenta recuperar este cuerpo. No soporto eso. No soporto lo que hace el ex de Nora, ni lo que pasa con el calendario, ni lo que me pasó al salir de fiesta, ni todo lo que me está pasando hoy. No puedo más.
Camino sin rumbo durante una hora. Es una zona de las afueras en la que te puedes pasar un buen rato por bosquecitos y descampados. Hasta que llegue a una zona con casas, puede pasar un buen rato. Y, cuando llegue a la zona habitada… ¿Qué hago? ¿Aparezco así de sucio y destrozado, y le pido ayuda a un matrimonio de ancianos? Se acojonarán…
No llevo dinero encima… No llevo nada. Solo llevaba la nota de mierda esa.
Sigo caminando… Y caminando…
Sospecho que el bosque que tengo con Nora podría estar en esa zona de ahí, pero vete a saber…
No lo sé… No puedo más.
Me fallan las piernas. Me muero de sed. No hay ni una triste fuente por esta zona…
Me dejo caer de culo en el suelo. Me quedo un rato ahí. Total, por aquí no pasa nadie…
Dejo de pensar. Pierdo la noción del tiempo. Me quedo aquí durante mucho rato… Muchos minutos, o unas pocas horas, no lo sé…
No sé nada…
…
—¡Izan!
…
—¡Izan, por fin! —dice una voz. No sé quién es. No tengo fuerzas ni para mirar.
—¿Hola…? —digo, con la voz seca, sin dejar de mirar al suelo.
—Izan, soy Jordi. Llevamos horas buscándote.
—¿Jordi…? ¿Cómo mierdas me has encontrado aquí…?
—Lydia me pidió ayuda para buscarte. Llevan desde ayer intentando dar contigo, y no había manera.
—¿Y me encuentras tú…?
—Me han pedido ayuda porque tengo dinero y contactos. Pudimos echar mano de cámaras de seguridad y te vi salir con un taxi. Llevo varias horas buscando por esta zona junto con gente que trabaja para mi familia.
—¿De verdad tanta gente se ha movido por mí…?
—Sí. Y, por suerte, te he encontrado yo.
Lo miro. Tiene una sonrisa aliviada.
—Jordi…
Me derrumbo. No esperaba algo así para rematar el día, pero estoy llorando sobre el pecho de Jordi.
—Izan… ¿Cómo has acabado así?
—Es… Una historia tan larga… Es que ni te la imaginas…
—Voy a avisar de que te he encontrado y ahora vendrá un coche, ¿vale? Te llevo a casa pero ya —dice.
—Gracias… Muchas gracias…
—También tengo que avisar a Lydia. La tienes preocupadísima.
—Hoy es sábado… A saber qué hice el viernes…
—¿No recuerdas nada de ayer? —pregunta.
No tendría que haber dicho eso en voz alta. Para alguien que no sabe sobre el calendario, tiene que sonar a que me drogo muy fuerte.
—Es que, de verdad, Jordi… Es una historia demasiado difícil de explicar…
—¿Y si me la cuentas como regalo de cumpleaños?
—¿Qué?
—Sí. Mira mi DNI. Hoy es mi cumpleaños.
—Ah… Hostia. ¡Felicidades!
Jordi se ríe.
—No te preocupes, hombre. Parece que te sientas culpable por no saberlo de antes. ¿Cómo ibas a saberlo?
—Yo qué sé… No estoy muy fino. O sea, lo estoy menos que lo habitual…
—Tranquilo. Ya mismo viene el coche. Le he pedido que te compre un bocadillo y una botella grande de agua.
—¿En serio…?
Ahora sí que me ha desmontado.
A lo mejor es jugármela mucho, como dice la predicción, pero…
—Jordi… A lo mejor no te lo crees, pero unas personas están usando sus contactos y cosas que no son de este mundo para joderme la vida…
—¿Qué dices? ¿A qué te refieres?
—No quiero entrar en detalles, pero… Tienen mi vida controlada, me escriben notas, me hacen aparecer en sitios como este… Si ves que es difícil tratar conmigo, es porque tengo todo esto encima.
—¿De verdad…? —por la cara, parece que Jordi sí cree que hablo en serio. Aunque, si empiezo a contarle los detalles reales, a lo mejor le cuesta más.
Pese a que no quería hacerlo, termino por contarle más cosas de la cuenta. Lo del ex de Nora, lo de que todo empezó el uno de marzo, lo de Olivia…
—Olivia Sallares… Conocí a esa mujer —dice Jordi—. No hace falta que digas nada más. Sé que esa mujer es peligrosa de verdad.
—¿Conoces a Olivia…? ¿De qué la conoces?
—Fue la maestra de Estrella. Le jodió la vida a Estrella, básicamente.
Ah, es verdad. La conoce por Estrella. Por un momento me he asustado y he llegado a pensar que Jordi tenía una conexión con Nora y con los S…
—Escucha, Izan. Tengo dinero y contactos. Si tú quieres, yo puedo investigar a esa gente. ¿Qué puedo hacer por ti?
—¿Puedes…? ¿Crees que podrías indagar en el pasado de Nora Santalla y revisar con quién salió en el pasado? Nora es la nieta de Olivia.
—Sí, sí… Sé quién es Nora.
—Ah… ¿Conoces a Nora?
—Es tu ex. Lydia la criticaba constantemente cuando salíais.
—Ah, claro…
Joder, otra vez. Cada vez que habla, me pienso que está conectado con Nora. ¿Qué me pasa?
—Pues ella, además de salir conmigo, salió con otra persona en el pasado. Quiero saber quién puede ser esa persona. O, bueno, si son más personas, pues sus nombres. Entre ellos está uno de los culpables de todo esto.
—Un ex de Nora… Perfecto, es una muy buena pista. Y creo que es algo que puede ser bastante fácil de averiguar con los recursos de mi familia.
—¿De verdad?
Jordi se da un golpe en el pecho.
—Te lo juro. No soy solo un niñato rico que recurre a su familia para lo que quiera, ¿sabes? Yo me involucro en estas cosas, y sé si algo se puede hacer o no.
—Muchísimas gracias… Gracias por ayudarme.
—¡Mira! Por ahí viene el coche. Venga, que te vas a poner bien ya mismo.
Para el resto del día me dejo llevar.
Disfruto muchísimo del agua y el bocadillo de jamón. Me acomodo en el coche, sin pensar en nada. Llego a casa y me ducho mientras Jordi le explica a mis tres compañeros lo que ha pasado. Después, yo les explico un poco más, y Lydia me explica a mí sobre el otro Izan.
Alex tiene la cara fatal. Se ve que recibió unos buenos golpes de parte de Rubén.
Cuando terminamos de hablar, y después de comer mucho más, pido irme a dormir.
Usando la excusa de la espalda es que hemos podido evitar que existan consecuencias complejas en el trabajo. Así tampoco hará falta que vaya mañana.
De hecho, Oliver puede firmar justificantes médicos, y eso me ha venido genial.
Me tumbo tranquilo en mi cama y desconecto de todo.
Hoy entramos en la temporada de acuario, ¿verdad? Es hora de leer el relato correspondiente.
La sensación que me ha dado ha sido más relajante que con la mayoría.
Puedo dormir tranquilo.
Mientras estoy medio dormido, me llaman al móvil.
—Joder… Se me ha olvidado ponerlo en silencio.
Miro quién es. El que me llama es Jordi.
—Hola… Perdón, estoy medio dormido.
—¡Izan! No sé si Nora tiene más de un ex, sin contarte a ti, pero ya he encontrado a uno de ellos.
Me siento de golpe y, sin darme cuenta, ya me noto despejado.
—¿Quién? ¿Tienes el nombre?
—Sí. Nombre y apellidos. Además, sé que lo conoces.
—¿En serio…? ¿Quién es?
—Es una persona con la que ya he tenido algún percance. Era tu vecino.
—¿Mi vecino…?
—En el edificio anterior, sí. Es que he flipado, porque he investigado qué está haciendo en la actualidad, y me encuentro con que Nora fue su casera hasta hace nada, y que se ve muchísimo con ella…
—Espera, espera… ¿Estás hablando de…?
—Sí. Raúl Linares Amorós.
No.
No puede ser.
Tiene que ser mentira.
Raúl Linares Amorós.
Liam.
Liam no puede ser el ex de Nora…
No.
No puede ser.
Archivo secreto 6: Métodos y detalles sobre viajes en el tiempo
Estos son los métodos conocidos en los que el tiempo puede cambiar y crear nuevas versiones de la historia. ¿De dónde salen y cómo se diferencian?
--El túnel de los Voyat--
Los Voyat tienen la capacidad de abrir un túnel que conecte dos puntos en el tiempo. Lo pueden hacer de una forma muy inestable, y no es algo que les guste hacer o que les salga de manera natural. Sin embargo, gracias a los descubrimientos de Nero, Salma y Olivia, hubo una forma de conseguir ese efecto con un porcentaje elevado de éxito si se conecta un punto muy específico, a una hora muy específica, y solo el día 29 de febrero de cualquier año. Si eso se usa para viajar en el tiempo, solo se puede hacer de manera efectiva a otro día 29 de febrero de otro año.
¡Consideraciones a tener en cuenta sobre este método!
1-La persona que viaja está protegida por los Voyat, pero estos no garantizan la seguridad del viajero, ya que priorizan su propia seguridad. Aun así, por algún motivo, si es 29 de febrero, se esfuerzan muchísimo más en proteger al viajero.
2-No se recomienda a más de una persona viajar a la vez. Si lo hacen juntas, los Voyat solo protegerán a una, provocando efectos adversos y peligrosos en las demás, normalmente en forma de daños cerebrales irreparables. Si se hace por separado, ambas personas disfrutarán de la protección, pero hay una pequeña posibilidad de que alguno se desvíe y viaje a otro año, y otra posibilidad no tan pequeña de que cada uno abra una línea temporal distinta y nunca se encuentren incluso aunque caigan en el mismo lugar. Sin embargo, Olivia y Gris lograron viajar al mismo punto y encontrarse. Las posibilidades de que eso ocurriera eran de un 60%. En el caso de Rojo, el porcentaje era superior al 90%. El motivo de esto es que, si Rojo llegaba después que Gris y Olivia, tenía garantizado llegar exactamente al mismo mundo en el que ellos estaban (y, al llegar Rojo, se creaba el Mundo 6, tal y como ocurrió). Y si hubiese llegado un poco antes, creaba una línea nueva con su llegada, pero el viaje de Gris y Olivia ya estaba pactado igual para llegar a cualquier línea paralela. Es decir, lo que Rojo hubiese hecho, es crear dos versiones del viaje de Gris y Olivia: una en la que llegaban a un mundo sin Rojo, y otra paralela en la que llegaban al mundo con Rojo esperando. La única forma de que no se encontraran era que, después de partir la línea, ocurriese un error en el viaje de Olivia y Gris después de ser bifurcados, creando la posibilidad de que ninguno de los dos llegue, o solo Olivia, o solo Gris. Por fortuna (o no), nada de eso ocurrió.
3-Si un viaje en estos túneles ocurre hacia el futuro, es algo que hasta ahora nunca se ha probado. Por lo tanto, no se sabe si abriría una línea nueva en el futuro, o si simplemente se movería en línea recta en el tiempo (de la misma forma que si te durmieras para despertar ocho años en el futuro, por ejemplo). En cualquiera de los dos casos, es muy probable que el viajero no tenga ni idea de si ha abierto una nueva línea o no. Todo dependerá de si el futuro ya está escrito teniendo en cuenta ese viaje, si está escrito sin la existencia de ese viaje, o si no está escrito de ninguna forma. Pero, en teoría, sí, se puede usar este método para viajar al futuro.
4-El mundo que dejan atrás en un viaje en el tiempo sigue adelante sin el viajero. Crear líneas nuevas no borra las que ya existen.
--El rebobinado—
Saúl se encontró con que, el 29 de febrero de 2024, al irse a dormir, todo el mundo entero se rebobinó, como si todo se moviera hacia atrás. Con este método sí que se borra todo lo que ha ocurrido en el plazo de un año, ya que es un rebobinado total. Físicamente el mundo (incluidos los recuerdos de las personas) vuelve a su estado, en este caso, del inicio del 1 de marzo de 2023.
Aunque nadie recuerda nada de lo que pasó, Saúl sí que puede hacerlo. Todavía no sabemos por qué.
Por el momento, solo se sabe que ese bucle ocurre cada vez que se llega al 29 de febrero de 2024, pero todavía faltan detalles sobre por qué ocurre y cómo se puede romper. Hasta ahora solo ha ocurrido dos veces, pero nos estamos acercando de nuevo al final del camino…
Cuando el mundo vuelve a empezar, todos los eventos pueden ser completamente diferentes. Al principio serán muy parecidos, porque la gente empieza similar, con los pensamientos que llevarían en sus cabezas desde el día anterior, sus planes, ideas y demás asuntos que repercuten en el día a día de una persona. Conforme pasan los días, más y más cambios ocurren.
No existen puntos de destino ni nada parecido. Todo se rige por el efecto mariposa y el libre albedrio. Los cambios que pueden existir son incontrolables, y cada pequeña acción de una persona, incluso si esta es tardar dos segundos más en terminar de contar una anécdota, por ejemplo, hará que la vida de todas las demás tenga cambios increíbles en pocos días.
Por ejemplo, que una persona, el uno de marzo, decidiera ir un poco más lenta hacia el trabajo, hizo que otra persona pudiera salir antes de su casa por no tener que esperar el ascensor. Que esa persona llegase un poco antes al trabajo y la otra un poco después, trastocó los tiempos de todas las personas con las que se cruzarían por el camino, y cambió ligeramente las conversaciones con los compañeros de trabajo. Eso provocó cambios en la forma en que tenían ideas o sacaban temas, derivando sus rutas vitales en tener nuevos planes o actividades para los días venideros, que cambiarían mucho más las rutinas de las personas. De hecho, en uno de estos cambios es que el novio de Serena, el mino regio, hizo una actividad a la que nunca fue invitado en el anterior mundo, y eso provocó otra cadena de sucesos que lo llevaría a conocer a Serena. Si se mira de esa forma, gracias a que una persona decidió salir de casa unos minutos más tarde y ceder involuntariamente su ascensor a otra, es que el hijo de Serena ha nacido.
Otro detalle a tener en cuenta es que, cuando se rebobina el tiempo, si conservas recuerdos del mundo anterior, eso se percibe en tu alma, si es que tienes la habilidad de poder verlo. Aunque en principio solo los espíritus de los muertos pueden ver la carga del alma de las personas (o eso se dice), algunas personas, como Estrella, tienen la sensibilidad innata para verlo de tanto en tanto. Por eso vio una carga enorme en Saúl, vio una carga sospechosa en Izan (ya que, aunque no recuerde nada, tiene la carga del calendario, además de convivir con los recuerdos residuales y esporádicos), y también pudo notar una tercera carga misteriosa y oscura en una persona más, hace mucho tiempo, pero que desapareció sin dejar rastro.
--Los reinicios localizados que vive Saúl—
Pese al efecto mariposa, hay muchas cosas que ocurren similar en el mundo anterior y en este. Esto es porque los Voyat obligan a Izan a avanzar solo si se cumplen las frases del calendario. Es decir, son similitudes que no ocurren de manera natural, ya que Izan, sus amigos y sus enemigos, hacen lo posible por mover la historia en la misma dirección. Pese a ello, los cambios siguen siendo mucho más que notables entre las diferentes versiones del bucle.
Para conseguir que las predicciones se cumplan, los Voyat utilizan dos métodos: los reinicios localizados y las líneas alternativas que se rompen.
En el caso de los reinicios localizados, si la predicción no se cumple (a juicio de la persona que escribió la frase), los Voyat consideran que hay que volverlo a intentar, y sobrescriben la realidad con un nuevo intento. Si la persona cree que no es imposible, lo seguirán intentando cientos de veces hasta que, por intervención de alguien, o por los caprichos del efecto mariposa, la persona quede satisfecha con la predicción.
Saúl tiene la capacidad de recordar cada uno de estos reinicios de la misma forma que recuerda las dos anteriores versiones de la historia.
Gracias a este método es que Saúl está ganando muchísimo dinero. Al principio lo intentaba con premios de azar, pero no podía conseguirlo en los que de verdad eran de azar (como, por ejemplo, un bombo), ya que el resultado cambiaba en cada reinicio. Por eso Saúl ganaba dinero con los premios que confirmaba que se repetían con los reinicios (sea porque los números estaban pactados por un algoritmo, o porque el concurso estaba amañado, o por el motivo que fuera). Más adelante comenzó con apuestas e inversiones, pero siempre cumpliendo la norma de que, con varios reinicios de un mismo día, tenía que confirmar si el resultado siempre se repetía de manera exacta.
--Las líneas alternativas rotas--
Por mucho que se reinicien, hay veces que una predicción será absolutamente imposible. Por eso los Voyat abren diferentes realidades cada vez, y dejan que la historia avance de diferentes maneras. Algunas empezaron el día 1 de marzo y duraron hasta el día 3, otras hasta el 7, otras incluso hasta el 15 de junio, pero se rompieron ahí. Se abren versiones cada día, y se rompen otras tantas cada día.
Incluso estando en una línea rota, los Voyat intentan unos cuantos reinicios por si hay una forma en la que se pueda cumplir la predicción, aunque sea de una manera muy distinta a la que nadie hubiese imaginado, usando el pensamiento lateral o alguna trampa conceptual. Cuando lo han intentado varias veces y no lo han conseguido, unido a la seguridad de la persona que escribió la frase de que eso no se puede cumplir, entonces se cansan y deciden romper el mundo entero y darlo como una línea rota.
Los eventos de las líneas rotas no son recordados por Saúl. Él solo mantiene la memoria de los reinicios de la línea que nosotros estamos siguiendo. No puede ver versiones alternativas que siguen otros caminos en otras líneas temporales. Esto es porque, aunque Saúl viva varias versiones de un mismo día, son versiones de una sola línea recta, cosa que es muy diferente a cuando se crea una línea alternativa.
Por eso es que vimos un enfrentamiento entre Saúl y Jordi (que ocurrió en una línea rota), pero Saúl no advierte a Izan sobre Jordi, ya que, en esta línea, todavía no se ha peleado con él ni ha llegado a la conclusión de que es un enemigo (aunque sí lo ha encontrado haciendo cosas raras en algunos reinicios… Pero todavía no ha llegado a la conclusión correcta).
--Los recuerdos reminiscentes—
Las personas pueden llegar a tener recuerdos vagos de las otras versiones del mundo, de los reinicios y hasta de las líneas rotas. En el caso de los mundos anteriores y de los reinicios, es porque siguen usando el mismo cuerpo, solo que han sido rebobinados, así que se quedan guardados en una zona inaccesible de la memoria, al mismo nivel que cuando recuerdas un olor, una sensación o una imagen de tu infancia, pero no la puedes ubicar.
En el caso de las líneas rotas, son líneas conectadas por el hechizo a la línea principal, así que hay una especie de vínculo temporal, debido a que están destinadas a ser diferentes versiones de una misma cosa para que solo una de ellas prevalezca. Al ser líneas que están pegadas a nuestra realidad, y ser parte del hechizo, existe esa especie de conexión, como si esas líneas estuvieran medio solapadas, y por eso alguien con mucha sensibilidad hacia este tipo de recuerdos (como le ocurre a Izan) podrá tener algún recuerdo muy ocasional. Pese a ello, es mucho más difícil conectar con estas líneas que conectar con los reinicios o con el mundo anterior.
También, por ser líneas solapadas, cuando una línea rota se empieza a romper de verdad, algunas personas pueden llegar a ver destellos muy claros de las líneas que prevalecen. De esta forma, en mitad de la rotura, un trozo de la línea del Izan que quemó el edificio donde trabaja, pudo encontrarse fugazmente con nuestro Izan que fue felicitado por Pablo Merino, y pudo conectarse con él durante un segundo, hasta el punto de que nuestro Izan pensó que alguien le había tocado la espalda.
Izan es una persona con mucha sensibilidad para estas cosas, pero no es algo único. Mucha gente puede tener recuerdos así, pero los elimina rápidamente de su cabeza, los confunde con un déjà vu, no les da importancia o interpretación, o los confunde con sueños. Otros personajes que tienen una sensibilidad alta son Anna y Nora.
Todos estos recuerdos solo son posibles dentro del rebobinado, reinicio y líneas rotas, por todos los motivos mencionados. En el caso de las líneas temporales creadas por los túneles, no hay ninguna clase de vínculo, ya que son líneas creadas separándose completamente de la línea anterior, y físicamente el viajero del tiempo pasa a ser una persona completamente independiente a su versión del pasado. Por lo tanto, Gris, Rojo e Izan no pueden llegar a compartir ningún recuerdo, ni siquiera desde lo más profundo de sus recuerdos residuales, ya que físicamente son tres individuos sin ninguna clase de vínculo que afecte a la memoria. Su único vínculo es el conocimiento de que, alguna vez, antes de los viajes, fueron la misma persona. Concretamente, desde que nacieron hasta 2016, fueron el mismo individuo. Todo lo vivido desde ese año queda del todo desvinculado entre los tres.
Antes de despedir esta sección, vamos a revisar cuántos mundos ha habido por causa de todos estos métodos.
--Mundo 1--
El mundo original, en el que Olivia perdió a su amante y aprendió magia con Nero y Salma.
--Mundo 2--
El mundo en el que Olivia mató a su marido y permitió que su yo de este mundo viviera con su amor verdadero.
--Mundo 3--
El mundo en el que Olivia vivió una nueva juventud y formó una familia.
--Mundo 4--
El mundo del Izan Gris y el suicidio de Nora.
--Mundo 5--
El mundo del Izan Rojo y su caída en la mafia de Salvador Santalla.
Esos cinco mundos siguen existiendo de forma independiente, pero sin la presencia de los viajeros en el tiempo que abandonaron sus vidas allí. Con el viaje de Rojo se creó el Mundo 6, donde Gris y Rojo crearían los VDLS y no se involucrarían tanto en la vida de nuestro Izan. Del Mundo 6 hay tres versiones:
--Mundo 6 v1--
El mundo en el que Saúl e Izan nunca se conocieron, y también el mundo de un Izan depresivo mencionado por el Izan que escribió el calendario.
--Mundo 6 v2--
El mundo en el que Saúl tuvo que vivir tras el primer rebobinado, donde conoció a Izan y a Iris, y donde terminó secuestrado por Olivia.
--Mundo 6 v3--
El mundo que conocemos, consecuencia del tercer rebobinado, y que tiene muchas versiones de la historia en forma de líneas rotas a la espera de crear un único camino ganador.
Las versiones 1 y 2 del Mundo 6 son las únicas versiones de todas las mencionadas que ya no existen ni existirán nunca más, pese a que Saúl siempre los recordará muy bien como dos versiones de su vida a las que tuvo que decir adiós sin poder evitarlo... Y sin que nadie pudiera avisarle de ello.
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