top of page

Sábado 24 de junio de 2023

Joel Soler

Actualizado: 13 nov 2023


Capítulo 116

Ignoro a los del mercado, a todos


“Es que no me atrevo a mirar a nadie a la cara. Oliver, Lydia, Anna, Abril…

Si hoy me encuentro con ellos, siento que será mi final. No quiero pasar por eso.”



A estas horas ya deben de estar en la cafetería de Julia. Puede que esté el grupo completo. Espero que puedan hablar tranquilos de sus cosas sin necesidad de preguntarse por qué no he venido. No quiero que piensen en mí. No quiero que nadie se fije en mí. Quiero estar aquí, en casa, escondido.


Ya llegan los primeros mensajes.


[Lydia. 10:22]

Izan

No vas a venir, ¿no?

NO LE HAGAS CASO AL CALENDARIO

Ven

¿Por qué dice ese calendariucho que nos vas a ignorar?

Explícame eso por lo menos

IZAAAAN


La ignoro.


[Abril. 10:39]

¡Izan!

¿No vas a venir hoy?

¿Te encuentras mal?

Cuando puedas confírmame que estás bien, por favor.

Tenía ganas de verte.

Quiero que sepas que si te pasa cualquier cosa mala…

Voy a hacer lo que pueda para ayudarte, ¿vale?


La ignoro.


[Anna. 10:48]

¡Izan, mueve el culo y ven aquí ahora mismo!

Me ha dicho Lydia que malo no estás, así que ahora vienes.

Te vas a quedar sin pastelitos.

¿Cuánto hace que no comes mis pastelitos caseros?

Tú verás.


La ignoro.


[Oliver. 10:58]

Izan…

¿No has venido porque te vi ayer con mi hermana?

No le he dicho nada a nadie.

Están todas preguntándose por qué no vienes, pero a nadie se le ha ocurrido pensar que yo tenga una posible respuesta.

Así que no te preocupes, nadie me va a presionar para decir nada.

Y tampoco te quiero meter en problemas.

Pero sí que me gustaría hablarlo y entenderlo.


Lo ignoro. Ignoro a todos.

Aunque Oliver no diga nada, no me atrevo a mirarlo a la cara.

En su lugar, lo que estoy haciendo es vestirme para salir, pero al sitio más cercano al que podría ir. Al piso de enfrente. A casa de Nora. No es la casa de mi profesor, es la casa de Nora. Ya lo he aceptado.

Llamo a su puerta.

El Izan que pudo escapar de Nora… El Izan que podía disfrutar de los consejos de su profesor solo con asomarse al rellano. Ese Izan ya no existe. Ahora cruzo el rellano para ver a Nora.

Ella me abre la puerta, sonríe y me hace una señal para que entre si así lo quiero.

La poca voluntad que me queda para resistirme a ella me permite una sola cosa. Por pequeña que sea, podría considerarse triunfo sutil.

—No hace falta. Aquí, en el rellano —le digo.

—De acuerdo. ¿Qué querías, vecino?

—Pues… Bueno, solo quería preguntarte por lo de ayer. Ibas con tu familia, ¿no? Con tus abuelos… ¿Cómo fue eso?

—Izan… ¿Estabas preocupado por mí?

—Bueno… Es que después de lo de ayer, se me hizo muy raro verte así, y me quedé muy… No sé explicarlo. Lo siento, no quiero hablar, solo quiero escuchar. Quiero saber cómo te ha ido.

Ella sonríe y apoya su frente en mi pecho. Me abraza fuerte.

—Muchas gracias, Izan…

Escucho a alguien subir las escaleras. Aquí arriba vivimos solo Nora y yo, así que tiene que ser alguien que venga a hacernos una visita. Son los pasos de alguien grande y cabreado. No puedo girarme a ver quién es, porque eso sería separarme del abrazo de Nora.

—Suéltalo ahora mismo —dice una voz profunda que tardo dos o tres segundos en identificar.

Pero lo sé. Sé quién es, y me da miedo girarme y mirarlo a la cara.

—Mira… —dice Nora, apartándose poco a poco de mí—. El presidiario.

—Métete en tu puta casa y cierra la puerta —dice Frank.

—Oye, portero… —Nora llama así a Frank desde siempre, ya que en una discusión le dijo que se limitase a ser portero de discoteca y a no meterse en los asuntos de los demás. Que solo valdría para eso y nada más—. ¿No es un poco violento que me digas lo que tengo que hacer cuando no somos amigos ni nada?

—Pero soy amigo de Izan, y le vas a ir dejando en paz.

—Pero portero… Izan ha venido a visitarme por voluntad propia. Quería hacerme una pregunta, me ha parecido adorable la forma en que me lo ha preguntado y le he dado un abrazo. ¿Qué tiene de malo?

—Que si quieres dar abrazos se los das a tu puta madre. Ahora lárgate. No te quiero ver más. ¡Fuera!

Nora se queda quieta, sonriendo. Adora desafiar a Frank.

Frank se rinde con ella y se centra en mí.

—Vamos para dentro, Izan. Esa de ahí te está manipulando. Si te vieras la cara no tendrías ninguna duda. Joder, Izan, estás como drogado. Venga, para dentro —me agarra de los hombros y me arrastra hasta mi casa—. Esto pasa porque no pude venir ayer… Qué rabia, joder. Tenía que haber venido.

Entro en mi casa y Frank entra conmigo. Cierra la puerta y me sienta en el sofá de un empujón.

—¿Abrazándote con Nora? ¿Eso es lo que haces cuando nadie te ve, Izan?

—Me ha abrazado ella…

—¡Y una mierda! Dice que eres tú el que has ido a preguntarle algo con tu cara de inocencia adorable. Y se te veía muy contento correspondiendo el abrazo de una persona que sabes que te está manipulando. Lo sabes, Izan. Joder que si lo sabes.

—No sé lo que me ha pasado. No sé ni por qué he salido de casa…

—¿Es porque ayer se sinceró? ¿Te ha ablandado con sus mierdas?

—Puede ser… No lo sé. Lo siento, Frank, no tengo ni idea.

—Tenía que haber venido a detenerlo. Ayer quería venir aquí y evitar lo que sea que te pasara, pero Dana se metió en mi casa a hacerme mil preguntas sobre ti y el calendario. No me la quitaba de encima y no pude hacer ni mierdas. Hoy es tarde, joder.

—Oye, Frank… —digo, mirando al suelo—. A lo mejor Nora no es tan mala como pensamos, ¿no? Quiero decir, que es complicada, pero…

—¿Qué has dicho?

—Pues que… —levanto la mirada y veo los ojos de Frank. Me dan miedo. Parece que me quiera matar—. Quiero decir, que Nora… O sea, es mala, pero, a lo mejor…

—Izan. Por ahí no, Izan. No. Puedo tener paciencia hasta cierto punto, pero hay cosas que no voy a consentir. Esa te jodió la vida, y nos la intentó joder a los que te queríamos ayudar. Tú sabes lo que será para tu vida volver a acercarte tanto a esa persona, ¿verdad?

—Yo ya no sé nada. Creo que hay cosas de Nora que pueden…

—Izan —me interrumpe—. Me están dando náuseas solo de escucharte. Lo siento, pero creo que voy a llamar a Lydia. Le tengo que explicar esto a ver si me ayuda un poco, porque creo que el problema es mucho más grande de lo que pensaba.

—No tienes por qué hacer nada, Frank…

—¿No quieres que te ayude?

—No. No me ayudes. Me estás molestando.

—¿Hablas en serio, Izan? ¿Te molesto?

—¿Qué…? O sea, no… Yo… —me pongo las manos en la cabeza—. No lo sé. No me preguntes nada.

—Estás fatal… De verdad parece como si te hubieran drogado. Y, viniendo de Nora, no me extrañaría lo más mínimo…

Me quedo callado y hecho una bola en el sofá. Frank sigue hablando. Yo ya no puedo contestar más.

—Si me pediste ayuda con el calendario es porque en el fondo quieres que te salve de esta, por mucho que digas que te estoy molestando. Pero voy a necesitar que Lydia me ayude. Me quedaré un rato contigo y, cuando me marche, ni se te ocurra salir de casa, aunque quieras ver a tu nueva vecina, por estúpido y enfermizo que parezca. ¿He sido claro?

Asiento.

Me quedo con Frank un par de horas. No hacemos gran cosa. A veces estamos los dos en silencio, a veces añade más cosas a su sermón…

Al final se va. He entendido que no tengo que salir de casa pase lo que pase. No lo haré. No lo hago. Lo consigo. Pero me muero de ganas de ir a hablar con ella.

No me ha dicho cómo le fue con su familia. No lo sé todavía. Tendría que ir. Solo eso. Me lo cuenta y me voy.

No. No, no… Todavía tengo un poco de cordura. Frank me ha dicho que no me mueva de casa. No me moveré.

No me muevo. No lo hago.

Todas mis energías van destinadas a no moverme del sitio.

No hago nada más en lo que queda de día, salvo quedarme quieto en ese sofá sin poder ni comer, ni cenar. Nada de nada. Misión cumplida.







22 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Epílogo y texto final

Epílogo: Más allá del calendario Este es el final de la historia. La historia que Izan ha vivido durante todo un año. La historia de doce...

Jueves 29 de febrero de 2024

Capítulo 366 Todos miramos a Oliver. Su frase se ha quedado a medias. —¿Oliver…? —pregunta Anna. —¿Qué? —pregunta él, con una expresión...

Miércoles 28 de febrero de 2024

Capítulo 365 A (Parte 1) CDLS al completo en el templo “Eso no ocurrirá. Y ya no importa de quién sea la otra letra. Acabaremos hoy, pase...

Comments


bottom of page