Capítulo 95
El trío introvertido nos sinceramos
“Como si fuéramos un grupo de música.
El trío introvertido nos sinceramos en una entrevista sobre nuestra disolución.
No sabía ni que formaba parte de un trío introvertido.”
Hoy es el día mundial de la bicicleta. Me he enterado por casualidad. Eso me ha hecho pensar en la bicicleta de Alex, y en que debería de preguntarle por su versión sobre las amenazas a Nora. Tampoco es que me parezca mal del todo que hiciera eso. Es un amigo defendiéndome de la persona más dañina de mi vida. Alex es mi mejor amigo, incluso aunque llevemos tiempo separados porque no para de viajar. Siempre lo consideraré a la misma altura que Lydia. ¿Qué opinará él de lo de Nora? ¿Actuaría de forma radical? Tal vez debería hablar con él sobre esto y pedirle consejo. Incluso me estoy planteando contarle lo del calendario, aunque me da pena, porque él siempre quiere ser libre de pasarse mucho tiempo sin dar señales, y lo del calendario sería atar su atención a mi vida. O bueno, eso pensaba, pero a Lydia no le está importando mucho en la actualidad. En teoría, vendrá hoy al mercado a revisar las predicciones. No sé qué dirá sobre lo de Nora, pero me tiene que aclarar primero lo suyo con Jordi.
Cuando llego al mercado, lo hago leyendo un mensaje de Lydia.
[Lydia. 10:06]
IZAAAN
Me vas a matar
Hoy no puedo venir
Pero me muero de ganas de ver el calendario de junio
¿Me pasas foto por lo menos?
[Izan. 10:15]
No.
[Lydia. 10:17]
…
Eres terrible.
¿Es porque me odias?
[Izan. 10:19]
No.
Es porque prefiero darte el contexto de algunas cosas.
Ya que estás bastante desconectada de mi vida.
[Lydia. 10:22]
Sí…
Me tienes que contar muchísimo.
Perdón por estar tan desaparecida.
El fin de semana que viene quedamos sin falta, ¿vale?
[Izan. 10:25]
El fin de semana no.
El jueves que viene.
[Lydia. 10:28]
¿El jueves?
AH
¿Hay una predicción que dice que quedamos?
[Izan. 10:30]
Jueves 8 de junio.
Lydia confiesa lo que ha estado haciendo.
[Lydia. 10:32]
…
¿Es en serio?
[Izan. 10:34]
Te lo prometo.
[Lydia. 10:34]
¿Hay más predicciones que tengan que ver conmigo?
[Izan. 10:36]
Hay una más, sí.
Pero no te la quiero decir.
Porque suena un poco fuerte.
[Lydia. 10:38]
QUEEEE?
[Izan. 10:38]
Así que te la diré el jueves, y la comentamos con calma.
Hasta entonces nada, y menos por escrito.
No me veo capaz de decirle que dentro de tres semanas hay un día que se predice que Lydia me detestará. Es curioso. Ahora es ella la que está desaparecida y comportándose raro. La que tiene que dar explicaciones. Tal y como hemos empezado el mes, si uno de los dos acabase enfadado con el otro, sería yo, por estar harto de su secretismo y pasotismo. Pero de alguna forma cambiarán tanto las cosas en solo tres semanas, que será ella la que me deteste. Me da muchísimo miedo eso.
Cuando llego a la cafetería de Julia, veo que están ahí Abril, Oliver e Iris. Tampoco han venido ni Anna ni Serena.
—Hola… —me dice Abril, y corre a abrazarme. No me esperaba ese saludo.
—Hola, ¿qué tal…? —contesto, correspondiendo y abrazándola fuerte.
—Oye, Izan… Yo hoy no podía quedar. Mi hermana necesita que pase todo el día con ella. Pero me he escapado un momento para verte. Quería hablar un momento contigo.
—Ah… Pues aquí me tienes —odio mis respuestas.
—Quería pedirte perdón por lo del otro día.
—¿Querías pedirme perdón…? Pero si te llamé mentirosa y me puse insoportable…
—Yo tampoco estuve a la altura. Te grité, te insulté y te dije cosas que hacían daño. Me sentí con el derecho de recriminarte lo que no hiciste el mes de abril. He dormido fatal estos días.
—Ah… —es lo máximo que puedo decir. No doy para más.
Oliver e Iris miran la escena desde lejos, sentados en la mesa. Creo que desde ahí no escuchan nada.
—Serán difíciles estos días, pero no quiero que se pierda el cariño, por favor… —me dice, todavía abrazándome—. Quiero que un día quedemos y lo hablemos con calma.
—Sí… Estoy de acuerdo…
No puedo contestar muy bien. Mi corazón no funciona bien porque está demasiado ocupado luchando contra Nora, y por culpa de eso no puedo procesar nada de lo que me pasa con Abril. Ni siquiera aparece el olor. No sé lo que siento. No entiendo nada. Solo sé que si ahora tengo que comerme la cabeza con mi situación con Abril, no lo podré soportar. Pero es que el motivo es Nora, y eso es asqueroso. No puede ser que toda mi energía emocional esté destinada a Nora, y que no procese nada de lo que me está diciendo Abril. Es horrible…
Al final, tal y como ha dicho, se va, y me quedo solo con Oliver e Iris.
Tiene gracia. El trío introvertido. El nombre nos queda muy bien. Somos los tres del mercado que estamos siempre más callados, y tienen que ser las otras las que tiran de nosotros. ¿Podré hablar de forma fluida con ellos? No somos tan amigos y no hay ningún extrovertido liderando la conversación. Es extraño. Aunque puede ser una buena oportunidad para tener una charla tranquila, para variar.
Oliver e Iris ya son amigos desde antes. Creo que eran compañeros de clase o vecinos o algo así, no me acuerdo bien. Oliver viene a este grupo por Anna, ya que son muy cercanos, pero la excusa para entrar del todo fue que nos conocía a mí y a Iris también. En el caso de Iris, no sé muy bien a quién conoce y a quién no desde antes. Creo que fue compañera de trabajo de Serena hace un tiempo, y que siempre quedaban para que Serena se queje de los jefes y todo eso. Como Serena es amiga de Lydia, supongo que el grupo se formó a partir de ahí. A veces pienso que tengo que poner más atención a estas cosas, pero se me dan fatal. Creo que el resumen más rápido es que Lydia fue el eje de todo, o Lydia con Anna, y que los demás surgimos de ese núcleo.
La conversación no marcha mal. Además, los tres tomamos café de achicoria. Empieza a ser ya una tradición.
Al principio, me preguntan cosas sobre Abril. Intento no decir mucho, pero no es fácil ocultar lo complicado de nuestra situación después de lo que ha pasado antes.
—Hoy, Abril nos ha dicho que tenía una historia compleja contigo, y que siente algo por ti —dice Oliver—. Te lo tenías callado.
—Bueno, eso se notaba —dice Iris.
—¿Sí? ¡Siempre soy el último en enterarse! —dice Oliver.
—Bueno, Iris siempre nos observa a todos en silencio —digo yo—, es normal que para ella fuera evidente.
Me hago el neutro con mis respuestas, pero estoy alucinando con que Abril haya hablado abiertamente de ese tema y de lo que siente por mí.
—Gracias por el cumplido —me contesta ella.
—¿Sabes lo que me ha dicho Abril que me ha dejado un poco loco sobre este tema? —dice Oliver—. Que empezó a fijarse en ti por una cosa que yo le dije.
—¿Qué? Eso me interesa. Cuéntame —digo, mirando de cerca a Oliver.
—Según ella, dije algo así como que hay personas que hay que darles la oportunidad de conocerlos mejor por individual, porque lucen mucho más que en un grupo. Eso derivó en que Abril pensó que un día tenía que acompañarte a casa y hablar contigo. Alguna vez pensó eso sobre ti, y yo debí darle el empujón final. Hoy me ha dado las gracias y me ha dicho que tenía razón.
—¿En serio? —digo—. ¿Pero tú le dijiste eso para referirte a mí?
—No me acuerdo. Igual dije eso para referirme a otra cosa. Pude incluso estar hablando de mí mismo. En el contexto de la conversación igual tendría sentido. Pero no descarto que te pusiera de ejemplo a ti, porque es algo que de verdad pienso.
—Es que contigo pasa lo mismo —dice Iris, mirando a Oliver—. Espero que sientas que la gente de este grupo quiere saber más de ti, porque también merece la pena conocerte —me mira a mí también—. A los dos.
—¿Crees que a mí también? —le pregunto a Iris—. ¿No estás enfadada conmigo por lo del otro día?
—No… Un pequeño desacuerdo no cambiará mi opinión de ti. Entiendo que estés nervioso por lo que pasa con Eric. No te quiero culpar por eso. ¿Has podido hablar con él?
—No. Aunque tampoco lo he intentado. Espero poder hacerlo pronto.
La conversación cada vez marcha mejor. Es un tipo de conversación muy tranquila, pero la siento muy íntima. Veo con mejores ojos que nunca a estos dos. El único punto incómodo es que llevo rato pensando que quiero preguntarle a Oliver si sabe lo de que Nora se ha instalado frente a mi casa. Lo preguntaré al final, para que Nora no infecte la conversación actual.
Al principio, de lo que más hablamos es de lo mío con Abril. Les cuento una versión resumida de la situación. Ellos se compadecen de mí y me dan todo su apoyo.
Que me sincere sobre el tema de Abril hace que Iris se inspire y hable un poco más de Eric. No de lo que más me interesa de Eric, pero algo es algo.
—Algunos podrían pensar que estamos juntos. Es un tipo de relación especial.
—¿En qué sentido? —pregunta Oliver.
—Es algo más que amistad. De ser una relación de pareja, me gusta decir que es tántrica. Algunos dirán asexual. Nos hemos dado algún beso, pero muy inocente. Es todo espiritual. Lo importante es la conexión.
A Iris le pega mucho eso. ¿Pero a Eric? ¿El rey de los placeres? Tengo mis dudas, aunque en temas de relaciones es verdad que no lo tengo tan fichado.
—¿Entonces es tu novio? —pregunto.
—Para algunos, sí. Pero… Bueno, sonará muy cliché, pero… No nos gusta ponerle ninguna etiqueta.
—Ya veo —digo—. Una pregunta más. Lo de haceros los tontos y sonreír cuando Lydia y yo os preguntamos por la relación, ¿es para torturarnos?
Iris cierra los ojos y sonríe. Me lo tomaré como un sí. Oliver se parte de risa. Yo digo “ja, ja, ja” con tono robótico y de reproche, y a ella le hace gracia y se ríe también.
No paro de pensar en la carta que me pedía que impidiera la relación entre Eric e Iris. No consigo encajarla en ningún sitio. No consigo entenderla.
Poco después, es Oliver el que se sincera.
—Mi cumpleaños es dentro de poco. Estoy seguro de que mi padre intentará comunicarse conmigo. ¿Os he contado alguna vez lo que pasa con mi padre?
Iris niega con la cabeza. Yo sé sobre el tema, pero por Nora. Solo sé que su madre no deja que Nora y Oliver hablen con su padre. Nora habla de ello con cierta diversión. Creo que odia a su padre. No conozco bien la versión de Oliver, pero siempre he pensado que él sí tenía ganas de tener algo de contacto con ese hombre.
—A veces, en mi cumpleaños, mi padre se intenta poner en contacto conmigo. Alguna vez hemos hablado por teléfono. A la hora de quedar, no ha habido manera. Mi madre siempre se interpone, y si no es mi madre es… —Oliver me mira—. Bueno, eso. Mi familia, en general.
Casi nombra a Nora. Cree que no puede hablar de Nora delante de mí. Piensa que me dolerá recordar su existencia. Por lo tanto, no sabe que ya me es imposible eso, porque vive delante de mi casa.
—Pero Oliver, ya tienes bastante edad, ¿no? Tú puedes quedar con tu padre, aunque tu madre no quiera —dice Iris.
—Ya… Lo he pensado mil veces, pero tengo la sospecha de que mi padre le tiene miedo a mi familia. Cree que nos harán algo muy malo a uno de los dos si intentamos quedar a escondidas. Por eso, tanto mi padre como yo, estamos intentando convencer a mi madre de que no es malo que nos veamos alguna vez.
—Y usas tu cumpleaños como principal intento anual… —digo—. Con tu familia es complicado.
Tal vez debería hablar con Nora sobre esto. Si ella está en contra, que me explique los motivos. Y si le da igual, que piense por una vez en su hermano y le ayude. Aunque, conociéndola, Nora no soportará que me preocupe por el cumpleaños de Oliver, siendo el suyo el mismo día.
Iris intenta alentar a Oliver para lo de su padre, pero la conversación está estancada. Al final, Oliver dice que seguirá siendo perseverante porque sabe que su padre siente lo mismo que él, y que esperará el tiempo que haga falta para hacer las cosas bien.
Al terminar la mañana, me despido de ellos. No me he atrevido a decirle a Oliver lo de Nora siendo mi vecina. Creo que eso hubiese ensuciado un día en el que, como bien dice el calendario, el trío introvertido decide sincerarse y acercarse un poco más. Nos hemos quedado con buenas sensaciones y nos vemos con mejores ojos entre los tres. Quiero que el día sea eso. No quiero que se hable de Nora y no quiero que lo principal sea mi conversación con Lydia o mi conversación con Abril. Hoy, el protagonismo está para mis amigos más tranquilos, y eso me ha venido muy bien.
Ya habrá tiempo para hablar de cosas tan horribles… Todo un calendario de junio entero protagonizado por Nora es tiempo de sobras…
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