Capítulo 312
Pol me conecta con una vida pasada
“Estoy tan acostumbrado predicciones abstractas que me asusta lo precisa que es esta.”
Hoy es el día de la sesión con Pol. Gracias al extra de trabajo que cubrí ayer, hoy me dejan salir antes en el horario de la tarde (por la mañana imposible, porque se han vendido muchos roscones de Reyes en la cafetería). Gracias a eso, quedo con Pol para tener esa sesión (gratuita, gracias al vale de Frank) para poder conectar con esos recuerdos que parecen falsos, pero que seguro que no lo son.
El problema es que ahora todo es muy confuso, porque yo ya no sé si quiero conectar con la vida de otras líneas temporales, con la de los reinicios de intentos fallidos del calendario, o si estoy buscando otra cosa y me he perdido por completo. Es que hay cosas que no tienen ningún sentido para mí… Y no sé cómo explicárselo a Pol para que guíe un poco la sesión teniendo en cuenta toda esta nueva información.
Aprovechando que es un tipo listo y adaptativo, se lo intento explicar todo (sin entrar en demasiados detalles sobre las cosas de los S, pero sí le explico lo básico del calendario y los Voyat), para que entienda con qué tipo de vida quiero conectar. Al final me sorprendo al ver que, por una vez, Pol está completamente desconcertado.
—Vale, me rindo, Izan. No entiendo nada.
—Yo me quedé igual —dice Liam, que ha aprovechado la visita a mi antiguo edificio para unirse a la sesión, como testigo.
—Bueno, vamos a hacer lo que podamos —digo—. Venga, dale.
—Vale, pero acuérdate, esto tiene su peligro. La identidad que te formaste en esa otra vida podría querer recuperar su autonomía. Quiero que sepas que me he preparado mucho para priorizar la defensa contra eso, y así preservar tu personalidad… Pero, aun así, nunca son suficientes las veces en las que te quiero recordar ese peligro.
—Lo sé, y lo asumo —digo, más por ganas de empezar que por convencimiento.
—Bien. Vamos a comenzar —Pol mira a Liam—. Raúl, es imprescindible que no emitas ni un solo sonido. Si no te ves capaz, abandona ahora mi habitación y espera fuera.
—Me veo capaz —dice Liam—. Esto hay que verlo sea como sea.
Pol empieza con la sesión.
Al principio me cuesta muchísimo conectar, pero se ve que se ha preparado bien, porque consigue atraparme con más facilidad que otras veces.
A partir de aquí… Estoy en sus manos.
Lo primero que hago, después de un viaje abstracto por sus frases, es ver imágenes que se parecen mucho a mi vida actual. Son, eso sí, otras variables. En una, por ejemplo, le regalo algo mucho más soso a Anna para Reyes. ¿Será un reinicio en el que fallé?
También me veo a mí mismo en esta sesión, pero sin Liam como público.
Veo más imágenes que no entiendo, como yo caminando con un paraguas, pero en un día soleado. También me veo con un ataque de ansiedad, pero no sé de cuándo es.
—Izan…
Es la voz de Pol. No sé si le puedo contestar. Estoy mareado.
—Izan… ¿Es esto lo que buscas, o quieres ir mucho más atrás?
Quiero ir más atrás… Quiero bucear mucho más. No es esto lo que estoy buscando. Esto son los reinicios… Una pequeña parte de la memoria de los reinicios se mantiene en mí, pero no dejan de ser intentos fallidos de mi día a día actual. Yo no estoy buscando esto, ¿verdad? Yo estoy buscando todo un mundo… Un mundo donde nació mi relación con Anna gracias al olor, donde Saúl me salvó de morir ahogado y donde ocurrieron muchas más cosas que he visto pero que no he conseguido entender.
—Entiendo… Ahora viene la parte complicada. Prepárate, porque puede que tu cabeza no lo soporte.
Creo que asiento. No lo sé, porque ya no distingo si tengo el control de mi cuerpo o no.
Buceamos un poco más… Él consigue guiarme.
Puedo ver algo. Noto muchas imágenes volando. No consigo estabilizarme en una sola.
—¿Qué ves?
Pol quiere saber qué veo. Pero es que veo muchas cosas. No puedo mirar a todas a la vez. Me estoy mareando. Quiero vomitar.
—Izan. Intenta fijar la mirada de tu mente en una sola de esas imágenes. Elige una al azar.
Elijo una al azar…
Esta.
—¿Lo has podido hacer?
Sí. He podido.
—¿Dónde estás, Izan?
En el teatro.
—¿Qué estás viendo?
Tres personas, dos sombreros y una copa.
—¿Con quién estás?
Con Anna.
—¿Fuiste con Anna? ¿Estás seguro?
No. Con Abril.
—¿Con cuál de las dos?
Fui… Con Abril.
—Muy bien. Ahora quiero que recuerdes que fuiste con Abril. Eso es lo que has hecho tú, el Izan que yo conozco. Pero tú sabes que un Izan fue con Anna. Quiero que observes a ese Izan siendo consciente de que no eres tú. Imagina que te cuelas en su cabeza como un invitado.
Soy un invitado. Estoy viendo la obra de la hermana de Alex junto a Anna.
—Aférrate a ese Izan. Siente el color de su mundo. Dime qué más ha vivido.
No lo sé… Creo que estoy llorando.
—¿Tú, o el otro Izan?
No lo sé.
—Procura ver algo más de ese Izan. Inténtalo.
Está abrazando a Anna. Le está pidiendo perdón. Anna sonríe. No lleva pañuelo.
—¿Qué significa que Anna no lleva pañuelo?
Que se quiere morir. Quiero evitarlo.
—No. Quiere evitarlo. Es el otro Izan, no tú.
En el calendario de enero, Anna se quitará el pañuelo. Yo quiero evitarlo.
—Tus predicciones se tienen que cumplir, ¿no?
No. No… Para… Esto no es…
—Izan, no pienses en el calendario. Piensa en por qué Anna se quitó el pañuelo.
Por mi culpa…
—¿Por qué dices eso?
No lo sé… Es así como lo siento.
—¿Te refieres a que así lo siente el otro Izan?
¿El otro Izan? No… No… No es otro… ¡Soy yo! Soy yo… Y tengo mucho que hacer…
¿Dónde está Saúl? Dime, Pol… ¡¿Dónde está Saúl?!
—¿Quién es Saúl?
¡Saúl! ¡Le tengo que pedir perdón y ayuda! ¡Yo no tendría que estar aquí! ¡Esta no es mi vida!
—Izan, esta es tu vida. Has venido a pedirme ayuda para conectar con una vida pasada.
No. Eso ya lo hice. Ya te pedí ayuda una vez… Y… Aquella vez… Me sentí igual, pero… Era otro…
—¿A qué te refieres?
¡No lo sé! Aquella vez… Yo te pedí ayuda, y el otro Izan… Te pidió que te olvidases de él. Te dijo que él merecía morir… ¡Pero yo no quiero eso! ¡Yo no tengo que morir! ¡Yo quiero ayudar a Anna y a Saúl!
—¿Qué les pasa a Anna y a Saúl?
Anna está en peligro. Saúl… Ha sido tratado con mucha injusticia. Por mí…
No, espera, Saúl… Sí, ya me acuerdo. ¡Saúl está atrapado! ¡Está con Olivia! ¡Hay que sacarlo de ahí! Este no soy yo… Esta vida es falsa… No sé por qué el calendario se ha vuelto esto… Pero no soy yo…
—Izan, escucha. Tú eres el Izan que vive siguiendo las predicciones del calendario. El Izan que fue con Abril al teatro. Ten claro eso.
¡No! ¡Fui con Anna, y fue precioso! Y, el calendario… ¡El calendario no es eso! El calendario es…
—¿Qué haces? ¡No te muevas, Raúl!
Me duele la cara…
¿Qué pasa?
Saúl está atrapado por Olivia…
No, Olivia está muerta.
Yo me dejé de hablar con Saúl.
El calendario son las predicciones que… El hechizo…
Fui con Anna a ver la obra…
No, fui con Abril a ver la obra…
Olivia vive…
Olivia está muerta…
Me sigue doliendo la cara.
Empiezo a ver la habitación de Pol.
—Izan. Aquí, conmigo —dice Liam.
—¿Qué…?
—No tendrías que haber hecho eso…—dice Pol.
—¡Estaba colapsando! ¡Lo estabas perdiendo, Pol! Te has puesto a hablar con el otro Izan sin intentar recuperar todo el rato al nuestro. Su otra personalidad lo estaba dominando.
—No… Todavía podíamos enderezarlo —dice Pol.
—¿Qué ha pasado…? —pregunto.
—Izan —dice Pol—. ¿Con quién fuiste a ver la obra de teatro “tres personas, dos sombreros y una copa”?
—¿Qué? Ah… Fui con Abril.
—¿Y dónde está Saúl?
—¿Saúl? Está… No lo sé. Dejamos de hablarnos.
—No lo tiene Olivia, ¿no?
—¿Olivia? Espero que no. Olivia está muerta.
—Bien… Sigues siendo nuestro Izan —dice Pol, aliviado.
—Menos mal —dice Liam, más aliviado todavía, dejándose caer de culo contra el suelo—. Te prometo que pensaba que te perdíamos, cabrón.
—Me duele la cabeza… —digo, y busco un cojín para sentarme yo también en el suelo.
—Esto es peligroso, Izan —dice Pol—. Tal y como sospechaba, el Izan que vivió otra vida está deseando salir a la luz. Él dice que tu existencia no es la real, y quiere volver a tener autonomía para resolver los problemas que dejó atrás.
—¿De qué hablas…? Me estás asustando.
—No me quiero aventurar demasiado —dice Pol, sentándose conmigo y poniendo una mano en mi hombro—, pero existió un Izan que, de alguna forma, conoce el calendario, pero no pasó por todo lo que estás pasando tú. Ese Izan tuvo una relación con Anna, fue al teatro con ella, y no con Abril… Y cree que Anna está en peligro por su culpa. También está marcado por sentirse culpable frente a la situación del tal Saúl. Al parecer, según ese Izan, Saúl fue secuestrado por esa mujer que dices que está muerta. Para aquel Izan, rescatar a Anna y a Saúl de esas situaciones era la prioridad.
—¿Qué…? ¿Todo eso has sacado…? —digo.
—También te preocupaba lo del pañuelo de Anna —dice Liam—. Que Anna no tenía pañuelo.
—Anna sin pañuelo… No, eso no lo puedo permitir —digo.
—Oye, Raúl —dice Pol, dirigiéndose a Liam—. Para la próxima, es mejor que no estés. Ahora Izan ha perdido todo lo que había progresado. No recuerda nada de la sesión.
—Siento que debería recordarlo…—digo—. Joder, es como cuando te despiertas de un sueño y lo tienes clarísimo, pero a los cinco segundos ya no te acuerdas de nada.
—Repito —dice Liam— que, sin mí, a lo mejor habríamos perdido a nuestro Izan. Por ahí no quería pasar. Además, aunque él no se acuerde, estamos tú y yo de testigos. Más fiable y más información. Relájate.
—Estamos jugando con cosas muy peligrosas… —dice Pol—. Esto es algo mucho más complicado de lo que parece… Y admito que Raúl tiene razón: no he podido controlarlo tanto como me gustaría.
—Gracias —dice Liam.
—Izan —dice Pol, mirándome muy serio—. Tienes recuerdos de reinicios fallidos, recuerdos de un Izan que quiere salvar a Anna y a Saúl, y ese Izan tiene recuerdos de un Izan que se quería morir y no quería salvar a nadie. Si a eso le sumamos la posibilidad de que conectes con más cosas que no sabemos, con vidas pasadas, con otras leyes del espacio y el tiempo que ni imaginamos… No puedo manejar tanto. Lo siento.
—Pero, Pol… Esto es una de las cosas más útiles y que más me acercan a la verdad que he tenido desde que empezó todo. No podemos dejarlo…
—Dame un poco más de tiempo, entonces —dice, con los ojos cerrados, como si meditara—. Pero, si quieres mi consejo, te sugiero que primero agotes otras vías. ¿Crees que alguien de tu alrededor tiene información privilegiada? Agota esa vía. ¿Crees que Anna y Saúl son la clave de todo? Habla con ellos y saca algo. Agota todas esas vías y procura llegar a la verdad sin volverme a pedir ayuda. Si aún así no puedes, entonces lo intentaremos una vez más.
—Vale… Muchísimas gracias, Pol.
—Me alegro de que no te hayamos perdido —dice Pol.
—Sí… Yo también —digo, y no puedo evitar sonreír con un poco de malicia.
Creo que Pol no es tan listo como cree.
Ni él ni Liam se han dado cuenta. Ahora mismo, fingir que soy su Izan es lo mejor para mí. Tengo muchísimo que hacer. Tengo que encontrar a Anna y a Saúl.
¿Por dónde empiezo? ¿También estoy viviendo con Lydia, Alex y Frank en este mundo?
Mi relación con Pol y con Liam es más o menos la misma que en mi mundo. Parece que el calendario ha mantenido a este Izan en una vida no tan alejada de la mía. Pero sé que muchas cosas han cambiado. No me puedo creer que, en este mundo, Olivia Sallares esté muerta. Es alucinante.
—Oye, tío… —dice Liam—. Seguro que eres tú, ¿no?
—Sí… Estoy un poco mareado. Me voy a casa pero ya.
—Vale… Ha sido fuerte, ¿no?
—Sí… Muy fuerte.
Lo siento por los vínculos que hayas formado aquí, Izan víctima del hechizo del calendario, pero yo estaba antes que tú. Solo existes por mis errores.
Aunque, siendo sincero… Yo solo existo solo por los errores del anterior. Pero ese no quiere vivir más, así que no cuenta. Yo soy, por lo tanto, el Izan que tiene más derecho a existir.
Es muy fuerte que en este mundo haya estado liado con Abril… No me lo esperaba para nada. Aunque, pensándolo bien, me cuadra. Sé perfectamente quién ha movido los hilos, y mañana voy a ver a esa persona.
Pero, antes que nada, quiero ver a Anna y a Saúl… Ahora mismo es lo que más quiero…
Me despido de Liam y vuelvo a casa. Antes de entrar, reviso qué pasa con el calendario.
No sé si he entendido qué es lo que está pasando con esta hoja. ¿Las frases que escribí aquí, ahora son predicciones que se cumplen? ¿Este Izan lleva diez meses siguiendo estas absurdas frases por culpa del hechizo de Olivia? Es alucinante… Cómo me la colaron… Soy demasiado tonto.
A ver la de mañana… Pone que no entiendo a Frank. Claro, aquello lo escribí porque Frank insistía en defender a Saúl cuando yo todavía me pensaba que era un capullo traidor que trabajaba para Olivia. No me puedo creer que cometiese tantos errores…
¿Pero qué situación tengo con Frank en este mundo?
Y, si ahora no soy el mismo Izan, ¿las predicciones se cumplirán igual?
No lo sé. Es algo que sabré mañana.
Al entrar en casa, solo necesito decirles a mis tres compañeros que la sesión con Pol me ha dejado mareado y fuera de combate. De esta forma me harán muy pocas preguntas. Les he dicho que estoy bien y listos.
En este mundo, con tantos cambios, me siento un extraño…
Mi relación con Lydia, Alex, Frank, Liam… Incluso con Anna, ya no será la misma. Cualquiera que sepa que ya no soy su Izan, me rechazará, y esperará a que vuelva el otro.
Cualquiera, menos uno. Hay una única persona que preferirá que sea yo el Izan que se mantenga a su lado, muy por encima del otro.
Así que espérame, Saúl. Nos vemos pasado mañana en esa plaza.
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