Capítulo 339
Aurora vuelve
“Todavía me chirrían cosas.
No es un nombre que me esperara encontrar en la hoja de febrero, la verdad.”
Lo primero que hago hoy por la mañana es ir a visitar a Liam y pedirle perdón.
Le he contado todo lo que pasó. Las sospechas hacia él por culpa de Jordi, la revelación de Oliver… Todo.
—El día ese que me pegué con el gilipollas de la gorra —dice Liam—. Le tenía que haber dado más fuerte.
—Se ha estado riendo de mí todo el tiempo… Lo de provocarte para que os pelearais también era por esto —digo—. Es lamentable.
—No pasa nada. Yo no te creí cuando me contaste todo lo del calendario, así que… Uno a uno. Empate, como cuando nos enfrentamos en duelos épicos en los juegos de lucha.
—Sí… Pero mejor aquí no desempatamos —digo, sonriendo, un poco más aliviado al ver su reacción.
—Oye, pero entonces, ¿qué opinas de lo que te dije el sábado pasado? —pregunta. Se refiere a lo de Aurora.
—Siento si pasé de ti ese día. Mi cabeza iba a explotar. Notaba que todo se estaba moviendo, que los nombres bailaban, y… No podía más. ¿Sabes lo peor? Que Jordi me dijo que había encontrado una conexión entre Aurora y Nora.
—¿Qué? ¿También habló mierdas de Aurora? —pregunta Liam—. Qué asco de tío…
—Sí… Ya sé que todo lo que dice es mentira, pero… Hay cosas de Aurora que no están muy claras.
—Espera —dice Liam, mirando el móvil—. Ya está abajo. Si quieres, se lo puedes preguntar tú mismo. Si no, dejamos el tema para más adelante.
Al decir eso, me he bloqueado. Mira que esperaba que viniera Aurora, porque, al final, es la predicción de hoy. Mi plan era pedirle a Liam que me dijera dónde estaba ella, y dejar la predicción en que “volvía a mi vida” o algo así. O, incluso, pagarle yo mismo un billete de tren para que viniera aquí, si es que eso era necesario (seguro que Saúl me ayudaba, con tal de no ser reiniciado). Como es por la mañana, pensaba que todavía había tiempo.
Antes de terminar de procesarlo, ya tengo a Aurora delante.
La saludo con un abrazo y con muchísima timidez. Ninguno de los dos sabe cómo hablar con el otro, después de lo que pasó. Hemos llegado a tontear mucho, y parecía que podía pasar algo, pero… Mis paranoias y preguntas raras hicieron que ella empezase a sentirse cada vez más incómoda. Que al final resultase ser Accel, y encima la ex de Liam, tampoco ayudó.
Los dos me hablan un poco más de su situación personal. Por lo visto, después de encontrarnos en aquella partida el pasado diciembre, siguieron quedando para jugar online algunas veces más. Eso hizo que volvieran a hablar de forma regular, y, con la excusa de jugar a algunos juegos que no tienen un buen multijugador por internet, decidieron quedar en persona. Después de todo lo que pasó, a Liam le dio vergüenza confesármelo. Por eso, cuando vine el día de la predicción que decía que Liam me ocultaba algo, se bloqueó al verme ahí por la mañana, en lugar de por la tarde, como habíamos acordado. Ese día, Aurora estaba en casa. Él quiso confesarlo, pero prefirió jugar a favor de la predicción para ayudar a Saúl. Después no supo qué hacer, hasta que me confesó la verdad en la cafetería. Yo no le hice mucho caso, pero, por suerte, no se enfadó. Entendió que tenía que estar pasando mil mierdas, como él mismo ha dicho.
Con respecto a mis sospechas sobre las predicciones cumplidas de Aurora… No me atrevo a preguntarle nada. Como mucho, tanteo un poco el terreno.
—Aurora, una pregunta… ¿Tú me conociste por casualidad, o alguien pudo haberte pasado mi contacto?
Aurora, que estaba bastante animada segundos atrás, ha cambiado la cara de golpe. Asumiendo que es bastante transparente con sus expresiones, puede que haya dado en el clavo con esa pregunta.
—No me acuerdo bien —dice, mirando a la pantalla mientras juega—. Diría que fue casualidad, ¿no? En aquel chat grupal…
—¿Nadie te habló de mí? —insisto.
—No sé. ¿Tú conocías de antes a Master Tiger?
—¿Master Tiger? Pues, no sé. Sí, ¿no? Es era del chat, que entró como en mayo o así. Nunca me he fijado en él. Alguna vez hemos jugado en competiciones, ¿no? “Master_Tiger”, con el guion bajo, si no me equivoco.
—Sí, ese —dice Aurora—. A lo mejor ese me habló de ti. Pero no estoy segura. Tendría que revisar los chats escritos, a ver. ¿Es importante?
—Bueno… Pensarás que sigo con las paranoias, ¿no?
—Un poco… —dice Aurora.
—¡Eh! —dice Liam—. Doy fe de que Izan tiene motivos más que suficientes para estar paranoico perdido. Sus paranoias son realidades. Te lo confirmo aquí y ahora.
—O sea —dice Aurora—. No quiero decir que esté todo en tu cabeza ni que estés mal. Es solo que, a las personas que no sabemos nada, nos asusta un poco. O, bueno, a mí me pasa. Pero no quiero ofender a nadie.
—Ah… ¡No, no! —digo, agobiado—. Tranquila. No me he ofendido. Al lado de todo lo que me está pasando, por mí como si me tiras el mando a la cabeza. Bueno, no lo hagas.
Aurora se ríe. Creo que ha recordado lo gracioso que le parecía en el pasado, antes de hartarse de mí por mis paranoias. Precisamente por eso es que no quiero seguir con el tema. Quiero pensar que, si hay algo raro, ya me enteraré.
Master Tiger… Pues no sé ni si sigue en el grupo. No hemos interactuado casi nada.
No quiero complicarme más. Si es necesario, ya investigaré. Si no, que le den. Para lo que me queda de calendario… Me rezo un rosario.
…
No sé ni lo que digo. Menos mal que nadie me oye.
Voy a dejarme llevar por la partida. Los pocos días que febrero me dejará de desconexión, los tengo que aprovechar bien. Mañana ya tendré tiempo de agobiarme cuando no sepa qué decirle a Anna…

Comentarios