Capítulo 237
¿?
“Qué. No, dime. En serio, dime. ¿Qué significa esta predicción? …
¿Para qué apuntar esto si no vas a decir nada? De verdad, no puedo más…”
Lo primero que veo al despertarme en este misterioso “día interrogante” es que Salamander me ha enviado unos mensajes. Ya hacía tiempo que no aparecía. A ver qué quiere hoy.
[Salamander. 8:04]
Avanza paso a paso.
Sube hasta la cima.
Encuentra el camino adecuado.
Haz caso a tu intuición.
Si haces caso a tus corazonadas, podremos ganar.
Romperemos esto antes de que sea demasiado tarde.
Lo haremos.
Lo haremos, Izan.
Lo haremos.
[Izan. 9:18]
Disculpa…
¿Qué?
No me contesta. Ese mensaje ha sido rarísimo.
También tengo un mensaje de Abril.
[Abril. 8:57]
Izan, durante unos días… ¿Puedo pedirte que no vengas al gimnasio a la hora a la que doy clase?
Solo durante unos días.
Necesito aclarar mis ideas y ahora mismo tengo miedo de verte hoy ahí.
Pánico
Sé que es super egoísta, así que puedes pasar de todo lo que te digo.
No te podría culpar
Ni querría
Pero si no te es demasiada molestia, solo unos días…
¿Puedo pedirlo?
[Izan. 9:21]
De acuerdo.
No me pasaré en unos días.
No hay problema.
Empezamos bien la mañana.
Sobre las once, recibo una visita de Frank.
Charlamos un poco, le cuento las novedades, él me cuenta un poco qué está haciendo, con líos familiares y demás… Y, antes de comer, aparece Saúl.
El motivo de su visita es preguntarme si iremos hoy al gimnasio, que ha visto un tutorial sobre cómo usar correctamente una máquina que estábamos usando mal, y lo quiere probar. Yo le digo que no y pongo la excusa del trabajo, así que él asiente y dice “otra vez será”. Lo raro de este encuentro es que me ha parecido que se miraba… No sé, digamos que “de forma incómoda”, con Frank. Se miraban raro. No sé definirlo. Como si se hubiesen reconocido y se hubiesen asustado.
—Ese es el famoso Saúl del calendario que además es el casero, ¿no? —dice Frank justo cuando Saúl se va.
—Sí, ese es. ¿Lo conocías?
—No. Dana hablaría con él cuando lo del piso, pero yo no tuve el placer.
—Ah… Me ha parecido que lo mirabas raro.
—Él me ha mirado mal y yo he contestado.
—Tiene sentido.
Bueno, tiene sentido, pero me deja dudando, y mucho…
Por la tarde no pasa nada demasiado extraño, salvo que oigo como… ¿Ruidos? No sé de dónde vienen. No entiendo el patrón, ni el motivo, ni la procedencia. No entiendo nada, pero se pasan toda la tarde así.
Después me tumbo a leer el relato del zodíaco del mes, el de Escorpio.
Al terminar, paso el resto del día de forma completamente genérica, pero… Me encuentro raro a la hora de dormir. Creo que tengo como recuerdos, o visiones, a las que no les veo mucho sentido.
En una de ellas, Eric está enfadadísimo conmigo. Me está gritando. Me está diciendo “lo estás protegiendo, ¿verdad? ¡Eres un capullo!”. No entiendo nada.
Otra visión me muestra a Nora haciendo cosas rarísimas. Bailando, diciendo frases sin ninguna conexión … No lo entiendo bien.
Otra de ellas tiene a Oliver gritando. Está gritando de dolor. Le duele la cabeza.
En otra, Anna se ha cortado el pelo muchísimo, y dice que no llevará pañuelo nunca más.
En otra, mis padres están aquí, en mi casa. Están intentando aclarar cosas conmigo. Cosas de lo que pasó en el funeral de mi tío, y temas también sobre la herencia. Me hacen la pelota y se comportan de manera rarísima.
En dos o tres de las visiones, es Saúl el protagonista, y en todas hace cosas muy raras que no comprendo. En una está cantando en la calle casi desnudo, en otra está disfrazado de super héroe y en otra está vestido como si fuera un hippie.
¿Qué es todo esto? ¿Son visiones de futuro? ¿Son visiones de un pasado distinto? No lo identifico. Todas ocurren en esta casa o cerca, pero… ¿Qué pasa? ¿Por qué las veo tan nítidas?
Pero no es el pasado ni el futuro… Es el presente. Tal vez un presente alternativo, pero es el presente. Es el día veintitrés de octubre. Lo sé porque, en todas ellas, puedo verme a mí mismo al final mirando el calendario y tachando la predicción de hoy, asintiendo al ver que esos dos signos de interrogación son lo que define mi día. Entonces, puedo notar como todas esas versiones de mí están pensando lo mismo que yo. Lo noto. Lo puedo sentir con claridad. Yo los he visto, tal vez no a todos, pero sí a algunos. Ellos me han visto a mí, tal vez no lo han hecho todos, pero sí algunos.
O, a lo mejor, estoy fatal de la cabeza y veo cosas que no tienen ningún sentido.
De repente ya no veo nada.
No sé qué estaba viendo o qué estaba pensando. No recuerdo nada, pero sé que acabo de ver, o imaginar, cosas rarísimas. Como cuando tienes un sueño muy claro, te despiertas de golpe y eres incapaz de recordar lo que pasaba. Solo te quedas con una sensación muy sutil que te indica, más o menos, cómo te sentías en ese sueño. Angustiado, feliz, curioso, aventurero, asustado… Sabes más o menos cuál era el sentimiento predominante, pero no recuerdas el contenido de ninguna de las maneras. No recuerdo nada.
¿Qué estaba pensando? ¿Qué clase de día he tenido hoy?

Comments